viernes, 26 de octubre de 2018

De los setentas y ochentas: La música que oíamos en México

   Entiendo que en los gustos musicales aplica mejor que en ningún otro campo aquello del rompimiento en géneros. Entiendo que depende de la región de México y los accesos que cada quién tenía a comprar discos o a sintonizar alguna estación de radio; podríamos hacer todo un estudio socio económico... el caso está en que, andando por ahí, en una venta de segunda, encontré un altero de discos que me pareció el fiel reflejo de lo que era el estándar setentero (algo de ochentero) en nuestro país. Te recomiendo entrar a los enlaces.

 Música que ahora nos parece ridícula y somnolienta, un caso claro es la de Clayderman y su Balada para Adelina, ideal para unos memorables XV Años. (Sarcasmo, aclaro.)

   La generación a la que pertenezco lloramos amargamente cuando leímos el libro o vimos la película de Love Story, y su consecuente música: ¿Where's the love begin?


  Los maravillosos años setenta, tiempos de abundancia, tiempos en que nos debimos acostumbrar a administrarla, según el entonces Presidente de la República, tiempos en que ir a Europa era cosa... normal. Y al abordar el avión.... esto se oía.

  Notarás en la imagen que era cuando Vicente Fernández estaba joven... y todos sus discos eran éxitos (en lo personal nunca me gusto y menos aún ahora). Si quieres oír el disco completo, entra aquí.

  José José no fue nunca mi gusto, pero, cuando mi mentor, que en los ochenta me condujo por la buena lectura y mejor música, un día me sentó a oír y analizar una canción de José José, no está en este disco, como quiera en Promesas hay una buena cantidad de poesía encerrada y un poco melosa que quizá te será interesante oír. Y la que me pusieron a analizar en manejo de lenguaje fue: Lo dudo, te invito a hacer el ejercicio, verás que dice mucho. "Volavas en caballo blanco el mundo..."

 Timbiriche es Patrimonio Inmaterial no de la Humanidad, pero si de muchos de nosotros... este fue, creo, el primero de sus discos... un poco ñoño, claro, eran niños, pero ya que crecieron nos ofrecieron perlas como Con todos menos conmigo.

 De que doña Louis Verónica Ciccone sea mamona, no le quita ser Madonna... todo está dicho, y en uno de sus tantos mega-super-éxitos estuvo Like a prayer.

   Una de las cosas que no entiendo en la vida actual, es que de unos 10 años para acá, en las películas mexicanas de estrato fresa incluyen un tema de Daniela Romo, como la muy popular Celos.

   En aquellos años aun no aparecía la música Banda, había grupos norteños, y un éxito fue De cantina en cantina.

   Y cuando la gente andaba.... romántica, (o peda) oía esto: Ayúdame Dios mío.

   Quiero pensar que este LP incluye All night long.

   El caso de Camilo Sesto, en mi bagaje, es el mismo que José José, en su momento me molestaban sus canciones, me parecían nacas, por ejemplo Fresa Salvaje... pero una vez que me sentaron a oír con atención esto, me capturó.

  Cuando fui recepcionista, en los años de oro de Cancún (1983), un día se me plantó frente al mostrador una pareja... sin reservación... no había cuartos disponibles... y ella me dice: ¿sabe quién es él? No, no sé -respondí. Es Peyo. Ah, ok, no hay cuartos. Él es el creador de Los Pitufos. Ah ¿sí? -respondí. Sí mira: y él comenzó a dibujar frente a mi al pitufo. Al poco el Señor Peyo y su esposa caminaban, llave en mano rumbo a su habitación....  

   Ray Coniff, los que muchos conocen como "música de supermercado", para mí marcó mi infancia, me encantaba y me sigue gustando... para muestra El Continental.

   Claro es... no podía faltar Rigo Tovar y su excepcional No que no.

 De este disco no me acuerdo...

   Cuando lanzaron a la Guzmán las cosas comenzaron a cambiar en México... no pongo link, creo ya la conoces.

 Julio Iglesias... paso sin ver.

   De Pedrito Fernández, ni que decir... con su Mochila azul, todo está dicho.

   De cuando nos mandaban a los cantantes de España... Sergio y Estíbaliz... con su Búscame.

  Pero... Señoras, Señores, la joya de la corona en la discografía mexicana está, sin lugar a dudas con Paulina, no Rubio, sino López Portillo, sí, la hija del entonces presidente: Desilusión.

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