El Patrimonio de la Humanidad va al Cine

Lo había ya mencionado aquí, hubo una época en la que al cine se llegaba a tiempo y con tiempo, eran dos películas las que se exhibían y además de lo interesante que pudieran ser las cintas, lo mas espectacular que había en ese entonces, hace unos cuarenta años, era cuando la cortina se levantaba lentamente dando paso a la función. Pero antes, mucho antes, las funciones de cine eran verdaderos espectáculos en los que llegaba a haber música en vivo para ambientar el film. Eso no lo viví en la época, claro está, pues sucedía en los años veinte del siglo XX, sin embargo, estando en la Expo Hannover 2000, tuve la oportunidad de ver una película de Chaplin, “Tiempos Modernos” al aire libre, en el verano alemán, usando suéter y oyendo una orquesta sinfónica que al pie de la pantalla llevaba el ritmo de acuerdo a lo que se exhibía. Fue una experiencia única, imborrable, difícilmente repetible, lo bueno fue que la experimenté de principio a fin.

Pero tuve otra experiencia, esa fue antes del temblor que sacudió a la Ciudad de México, no recuerdo exactamente en que cine, tal vez el Mixcoac, era por el rumbo sur y llegué por mera casualidad pues me llamó la atención los carteles de la película en blanco y negro y con maquillajes de esos característicos del cine mundo. Llegué entré (yo jamás he comido palomitas en el cine, voy a ver la película, no a comer) así que, en silencio comenzó la función y a medida que la historia avanzaba mas impresionante se volvía la trama de argumento sencillo: el bien que triunfa sobre el mal, los buenos (el “chicho” de la película) que le gana a los malvados. Se llamaba Metrópolis, era una de las versiones nuevas, creo la segunda que se hacía del film original del austriaco Fritz Lang (1890-1976), corría el año de 1984 y aquello era la apoteosis de la música ochentera combinada con la mas alucinante de las funciones de cine jamás vistas, al menos por mi.

Metrópolis se filmó en 1927, basado en el argumento de Thea von Harbou que apenas escribió un año antes inspirada en su viaje a Nueva York, planteaba un mundo no precisamente ideal, no utópico, sino todo lo contrario, un mundo caótico en donde los ricos abusaban de los pobres, historia nada nueva que “creo” sigue sucediendo hoy día. Inspirada la ambientación en los rascacielos de la gran manzana y en el mundo industrializado europeo, Fritz Lang logra filmar una serie de escenas extraordinarias, considerando los recursos técnicos de la época, al grado tal que la UNESCO decidió nombrar a la película Metrópolis como Patrimonio de la Humanidad. Por cierto, la única que lo ha logrado en toda la historia de la cinematografía. Esto sucede usando uno de los diez criterios que establece para nombrar un patrimonio, el número I que dice: “(por) representar una obra maestra del genio creativo humano.”

Son varias las versiones que se han dado a raíz del film original que duraba dos horas y media, el que vi de estreno en 1984 fue la versión que hizo Giorgio Moroder, que mantiene la historia tal cual, dándole algunos toques de color y poniendo de fondo musical a varios representantes de la música pop de los ochenta: Pat Benatar, Freddie Mercury y Bonnie Tyler, entre otros. Recientemente se encontró en Argentina media hora del film original que se pensaba perdida, fue ya restaurado y remasterizado con una música suave, sinfónica, que va de acuerdo a cada escena que se presenta, esto puede ser visto ya en Youtube. La presentación oficial será en el festival de cine Berlinale del próximo año.

Si no has visto Metrópolis, en cualquiera de las versiones, te has perdido de algo extraordinario, pero así como Fritz Lang plantea el mundo del 2026 un silgo antes, han sido varios los directores cinematográficos que lo han hecho, el mas célebre, Stanley Kubrick que basado en la novela escrita en 1948 “El Centinela” de Arthur C. Clark, nos regaló su visión del mundo futuro en 1968 en la película 2001 Odisea del Espacio. En 1966 el norteamericano Harry Harrison plantea el futuro también a un siglo de distancia en su novela "¡Make Room!", misma que es llevada a la pantalla en 1973 bajo el nombre de Soylent Green, aquí la conocimos como Cuando el destino nos alcance en esta visión se nos plantea ni mas ni menos lo que estamos viviendo ya, la carencia de alimentos.

Quizá seas muy joven y no entiendas el término “el Chicho de la película”, el de la foto es el Chicho de Metrópolis, es decir, el bueno, el que gana al final de la historia.

Podemos seguir adentrándonos mas y mas a las visiones a futuro que tanto cineastas como escritores han tenido y es importante mencionar a George Orwell con su novela “1984”, escrita en 1949 en los años de la post guerra en donde plantea ni mas ni menos al Big Brother, el ojo vigilante, algo que décadas después tomará la televisión comercial como modelo. Imposible dejar de mencionar a Aldous Huxley con “Un mundo feliz”, otra gran distopía que plantea en su obra escrita en la década de los años treinta, hasta donde sé, no se ha llevado al cine aun. Hace pocos años se nos planteó otra historia en la pantalla grande, "La Isla", escrita en 1962 también por Aldous Huxley, como verás, hay mucho que ver en el cine y leer en libros sobre las visiones a futuro, disfrútalos. Pero, sobre todo, entiende el mensaje, todas coinciden en una cosa: la sobre población y sus consecuencias.

Esta es parte de la película Metrópolis, nombrada desde hace pocos años Patrimonio de la Humanidad, es la escena de cuando es creado el robot. Es la versión restaurada con música sinfónica.

http://www.youtube.com/watch?v=f1L2dOjGx6Q


¿Ochentero de corazón? No te pierdas a Freddie Mercury con “Love Kills”.
http://www.youtube.com/watch?v=f1L2dOjGx6Q


¿Quieres más? Aquí tenemos a Bonnie Tyler con “Here She Comes”.
http://www.youtube.com/watch?v=MLUo2UQxSts

Nota: las fotos de Metrópolis fueron tomadas de la presentación en Youtube de la versión de Giorgio Moroder de 1984.