Detalle de la pintura de los tres niveles, purgatorio-tierra-gloria, en donde se ve en la parte izquierda a San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán. Tomada en la Parroquia de San Francisco de Comonfort. Gto.
Hace dos años que conocí a una persona de sabiduría profunda en el arte y la historia de México, me comentaba, estando en Puebla, la razón por la que en todos los templos franciscanos vemos una estatua de Santo Domingo de Guzmán y en los templos dominicos una de San Francisco de Asís. Me pareció sorprendente ver que dos de las órdenes religiosas que influyeron mucho en la época colonial de México, tuvieran un origen prácticamente simultáneo. De ambos santos, fundadores además de sus respectivas órdenes hemos tenido algo de información, especialmente de San Francisco por su enorme espiritualidad y bondad. Al verlos como hombres, como seres humanos, nos damos cuenta de que Santo Domingo logró fundar su orden a a los 37 años, mientras que San Francisco lo hizo a los 27. Creo conveniente ver a los personajes históricos en el contexto humano, regular, del día a día y darnos cuenta de que no son esos “viejitos” que se han empeñado en ponernos en las iconografías.
Hace dos años que conocí a una persona de sabiduría profunda en el arte y la historia de México, me comentaba, estando en Puebla, la razón por la que en todos los templos franciscanos vemos una estatua de Santo Domingo de Guzmán y en los templos dominicos una de San Francisco de Asís. Me pareció sorprendente ver que dos de las órdenes religiosas que influyeron mucho en la época colonial de México, tuvieran un origen prácticamente simultáneo. De ambos santos, fundadores además de sus respectivas órdenes hemos tenido algo de información, especialmente de San Francisco por su enorme espiritualidad y bondad. Al verlos como hombres, como seres humanos, nos damos cuenta de que Santo Domingo logró fundar su orden a a los 37 años, mientras que San Francisco lo hizo a los 27. Creo conveniente ver a los personajes históricos en el contexto humano, regular, del día a día y darnos cuenta de que no son esos “viejitos” que se han empeñado en ponernos en las iconografías.
Altar de San Francisco en la Parroquia de Villa de Reyes, SLP. Arriba al centro verás el escudo franciscano, a la derecha el rosetón con la cruz de Jerusalén, otro símbolo franciscano y a la derecha el tercero de sus símbolos, las llagas de Jesús.
Ambos personajes, nacieron en el siglo XII, Domingo en 1170 en España y Francisco en 1182 en Italia. Era el Papa Inocencio III quien gobernaba la Iglesia cuando ambos externaron su inquietud de formar una orden religiosa, Francisco basado en la contemplación y el amor, Domingo en la predicación y casi la imposición de ideas, fue por algo que al paso del tiempo a los Dominicos se les dio la administración de la Santa Inquisición, que ahora en nuestro siglo XXI de Santa no le vemos nada. Cuando las ordenes estaban en formación Inocencio III, el cual, por cierto, de acuerdo a un estudio hecho en los Estados Unidos por la revista Life lo incluye en la lista de los cien personajes mas influyentes del Mileno (1000-1999), Inocencio contaba con 47 años, aproximadamente, cuando ambas ordenes religiosas estaban a punto de autorizarlas.
Santo Domingo recibiendo el Rosario. Recordarás una vez te comenté acerca del Domini Cani, los perros de Dios, el perro con una antorcha es el símbolo de Santo Domingo, como lo es el Rosario ya que fue él quién lo instituyó. Por cierto, los árabes usan una especie de rosario, no recuerdo como se llama. Foto tomada en la Parroquia de Río Verde, SLP.
Era la época de las Cruzadas, era cuando se quería eliminar al Vaticano y cambiar la sede de la Iglesia a Francia, los cataros y albigenses, güelfos y gibelinos luchaban. Este fue el momento preciso para el nacimiento de las dos ordenes. Inocencio tuvo un sueño: “Santo Domingo tuvo que enfrentarse con muchos obstáculos legales para que el Papa aprobara su nueva Orden. De acuerdo con la leyenda, el Papa Inocencio III, Santo Domingo y San Francisco tuvieron un sueño. Cada uno de ellos vio que la Basílica Laterana estaba comenzando a derrumbarse, y a dos frailes, uno en hábito blanco y el otro en un hábito marrón, colocándose ellos mismos como columnas para evitar el colapso total. Domingo se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito blanco, pero no sabía quién era el otro fraile. De igual modo, Francisco de Asís se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito marrón, pero desconocía quién era el del hábito blanco. Para Inocencio III el sueño era un rompecabezas y un misterio. El día siguiente, cuando Domingo iba a ver al Papa sobre la aprobación de su Orden, se encontró a un fraile joven vestido con un hábito marrón. Mirándose mutuamente, cada uno reconoció al otro como el compañero que ayudaba a soportar la Basílica Laterana, y se abrazaron en medio de la calle. Después fueron juntos a ver al Papa, y éste comprendió inmediatamente el significado de su sueño: "Las Órdenes de estos dos gran hombres serán como columnas que salvarán a la Iglesia de su destrucción”. Tomado de Wikipedia. Nota: por Basílica Laterana debemos de entender la de San Juan de Letrán.
Esta hornacina en algún momento tuvo algún santo, se desconoce cual habrá sido, se ubica en la esquina de Juárez con Aldama, actualmente es una peluquería y fue el lugar donde vivió el Alférez Real, de allí su nombre de “Casa de la Inquisición”.
Se muy bien que a pocos les gusta el tema religioso, pero si lo vemos tal cual fue, sin apasionamientos, entenderemos mejor lo que la vasta riqueza de arte religioso nos ofrece nuestro país. En Guanajuato toda la parte este y el norte tuvieron una fuerte influencia de los Franciscanos, en Guanajuato no tuvimos gran presencia de los Dominicos, a no ser en Guanajuato que hubo casa de la inquisición y tal vez en Salamanca, una presencia ínfima, con el representante de la Inquisición avecindado en Morelia y que esporádicamente hacía viajes a Salamanca, de allí la tradición de nombrar a la mas maravillosa esquina que nos dejaron del Siglo XVII y que se le nombra la "Casa de la Inquisición", que mas bien fue la casa de paso del inquisidor. “…el Capitán José Ventura de Lejalde y Arizaga, alférez real de la Villa de Salamanca, alguacil mayor del Santo Tribunal de la Inquisición y vecino de la ciudad de Valladolid”. Tomado del libro Haciendas de Guanajuato, Ediciones la Rana, Guanajuato, 1985.
Se muy bien que a pocos les gusta el tema religioso, pero si lo vemos tal cual fue, sin apasionamientos, entenderemos mejor lo que la vasta riqueza de arte religioso nos ofrece nuestro país. En Guanajuato toda la parte este y el norte tuvieron una fuerte influencia de los Franciscanos, en Guanajuato no tuvimos gran presencia de los Dominicos, a no ser en Guanajuato que hubo casa de la inquisición y tal vez en Salamanca, una presencia ínfima, con el representante de la Inquisición avecindado en Morelia y que esporádicamente hacía viajes a Salamanca, de allí la tradición de nombrar a la mas maravillosa esquina que nos dejaron del Siglo XVII y que se le nombra la "Casa de la Inquisición", que mas bien fue la casa de paso del inquisidor. “…el Capitán José Ventura de Lejalde y Arizaga, alférez real de la Villa de Salamanca, alguacil mayor del Santo Tribunal de la Inquisición y vecino de la ciudad de Valladolid”. Tomado del libro Haciendas de Guanajuato, Ediciones la Rana, Guanajuato, 1985.
Este año de 2009 estamos celebrando el Jubileo Franciscano debido a los 800 años que cumple la orden de haberse formado. Foto tomada en la Parroquia de San Francisco en Acámabro, Gto.
Bueno, ahora entendemos porque San Francisco y Santo Domingo aparecerán siempre ellos o al menos los escudos de sus órdenes en los altares o portadas de los templos sean de una orden o de la otra, ambos, juntos, como pilares que defienden a la Iglesia Católica.
El sueño de Inocencio es un libro escrito por Gerardo Laveaga que narra en forma novelada la vida de ese Papa Inocencio III, un poco espesa la narrativa pero nos introduce a un periodo difícil de la historia del mundo, algo al respecto lo encuentras aquí:
http://www.esmas.com/portada/553394.html
Bueno, ahora entendemos porque San Francisco y Santo Domingo aparecerán siempre ellos o al menos los escudos de sus órdenes en los altares o portadas de los templos sean de una orden o de la otra, ambos, juntos, como pilares que defienden a la Iglesia Católica.
El sueño de Inocencio es un libro escrito por Gerardo Laveaga que narra en forma novelada la vida de ese Papa Inocencio III, un poco espesa la narrativa pero nos introduce a un periodo difícil de la historia del mundo, algo al respecto lo encuentras aquí:
http://www.esmas.com/portada/553394.html
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