La intención de éste artículo es la de mantenerte al tanto de lo que he ido publicando http://cabezasdeaguila.blogspot.com, el blog de la Ruta de Hidalgo y, así como te lo comenté la semana pasada, sigo encontrando información sorprendente, alguna conocida, otra no tanto y la mayoría totalmente nueva, al menos para mí. Como estoy consciente de que las imágenes son esenciales en un sitio electrónico, me doy a la tarea de hurgar en todo lo que tengo a mi alcance en San José del Cabo para ir complementando la información que en ese blog vamos escribiendo, y, como de pronto doy con fotografías que nos narran un cierto pasaje de la historia y de las costumbres, me es inevitable hacer una copia con la intención de compartirla contigo. Si les pongo marca es solo para dejar constancia de que por aquí se publicaron, pero sé muy bien que son propiedad de la nación. Como ésta, en donde vemos la Columna de la Independencia a los pocos días de haber sido inaugurada.
Y ni que decir de esta otra, en donde se ven los pegasos que conocemos en la explanada del Palacio de las Bellas Artes, pero que, en una época estuvieron colocados en el zócalo. Pues bien, te contaba hace una semana que los restos de Hidalgo, luego de las solemnes funciones que se dieron en la Colegiata de Guadalupe, el Templo de Santo Domingo y la propia Catedral, fueron colocadas, dicen, en el altar del Beato Felipe de Jesús, (beato porque en ese momento todavía no era canonizado, ahora si es santo, pero en 1823, cuando la misa en memoria y con la presencia de las cenizas era aun beato). Pues bien, resulta que no fueron colocadas allí, sino en el altar contiguo, que se llamaba Capilla de La Cena, actual Capilla de Nuestra Señora de los Dolores.
Tremendo banquete se sirvió luego de los festejos del Centenario a todos los invitados extranjeros que acudieron a las mismas, éste se sirvió en los pasillos del Palacio Nacional, el cual como lo podemos constatar en la fotografía, fue profusamente iluminado con luz eléctrica, una auténtica excentricidad y máximo modernismo para la época, bien nos podemos imaginar las viandas que se sirvieron. Pues bien, en esa Capilla de La Cena se llamaba así por tener un cuadro con la representación de la última cena. Era de las más antiguas y tenía una singular importancia ya que allí eran los oficios religiosos de los miembros de la Cofradía del Santísimo Sacramento y Caridad. Al respecto Josefina Muriel escribe:
"Muy ilustres cofradías tuvo la Nueva España, y aunque la más antigua de ellas fue la de la Santa Veracruz o de los caballeros, fundada por Hernán Cortés, conquistadores y primeros pobladores en 1526, es sin duda alguna la Cofradía del Santísimo Sacramento y Caridad la que alcanzó más alto y sólido prestigio, durante sus tres siglos de existencia tanto por las personas que la formaron como por las obras que realizó". Si este tema te interesa, da en el buscador el siguiente título: La capilla de la cena en la catedral de México, está publicado por el e-journal de la UNAM. Lo que vemos es la sala de armas de don Porfirio Díaz en el Palacio Nacional.
Al ver esta escena lo primero que se nos viene a la mente es un palacio francés, los muebles, cortinas, tibores, candiles y demás nos remite a ello, pero si ves con atención en el tapiz de la pared, observarás el escudo nacional, el que durante el porfiriato se usaba, con el águila de frente, pues estamos en la que era la sala de juntas del Ministro de Hacienda, don José Yves Limantour, el que mandó quitar el árbol de las manitas del jardín del propio Palacio Nacional por aquello de la manita que agarra lo que no es de él... Pues no sé la razón por la que Bustamante confunde las capillas cuando son depositadas luego de las honras, tal vez se deba a que luego, en 1838 fue el que se considera "el funeral más fastuoso nunca visto en la ciudad de México", el de los restos de Agustín de Iturbide, cuyos restos sí se depositaron en la capilla del Beato Felipe de Jesús, (seguía siendo beato ya que su canonización se dio hasta el 8 de junio de 1862, luego vendría Maximiliano y donaría una pintura de Nuestra Señora de los Dolores que sería colocada en lugar de la última cena y, obvio es, el nombre de la capilla pasó a ser De La Cena por el de Nuestra Señora de los Dolores.
Tremendo don Porfirio Díaz mostrándonos su despacho. Si bien vemos, notaremos más recato que el que tenía don Yves.... pues bien, el 17 de septiembre, 1823 se depositan los restos de Hidalgo en la capilla de La Cena, y a los tres días son depositados en el Altar de los Reyes, el que está en la parte final de la Catedral, detrás del altar mayor, allí era donde se enterraban a los Virreyes, aun existían en ese sito los restos del último de ellos, Juan de O'Donojú y, dicen por allí, que los restos se revolvieron, los de los héroes con los del último virrey. Luego don Profirio reaccionaria y, a través de "La Gran Familia Modelo" se determina depositarlos y exhibirlos, en el Altar de San José de la propia Catedral.
Esta otra fotografía también me sorprendió mucho, pues no sabía de que hubo aneriormente un obelisco, cosa por demás característica de la época para recordar algún hecho heroico, éste levantado a los Niños Héroes. Pues así las cosas, sigo pensando que ese tema del movimiento continuo de los restos de Hidalgo es bastante emblemático, hay algo de literatura al respecto, doctora Carmen Salcedo Zarco tiene publicado, también en Internet, sus Apuntes para una historia de los restos mortales de los Héroes de la Independencia. Otra doctora más, María del Carmen Vázquez Mantecón tiene otro estupendo trabajo, disponible en la red, que se llama: Las Reliquias y sus héroes; ambos de lo más recomendable y, claro es, lo que vengo publicando en el blog de http://cabezasdeaguilablogspot.com
Para acabarnos de soprepender esta fotografía aérea de la Columna de la Independencia ya para los años veintes...
Las fotografías fueron tomadas de los libros:
6 siglos de historia gráfica de México. Gustavo Casasola, Editorial Gustavo Casasola. México, 1979.
Luces sobre México. Catálogo selectivo de la Fototeca Nacional del INAH. Rosa Casanova. Editorial RM. México, 2006
México, su evolución social. Edición Fascimiliar. Miguel Ángel Porrúa. México, 2005.
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