De cuando comenzaron a surgir las tienditas de la esquina.

   Los primeros recuerdos que tengo de las tiendas o, mejor dicho "las tienditas" se remontan a la de Don Pablo, que me quedaba a una cuadra, sitio al que religiosamente, por las tardes y luego de acabar la tarea iba a comprar un Gansito. La otra era la de "Chelo", estaba frente al mercado, cuando el mercado de Salamanca estaba en lo que hoy es la explanada Hidalgo más conocida como la de San Agustín. Chelo vendía carnes frías. Las tienditas distaban varios años luz de lo que hoy lamentablemente, muchos niños conocen sólo como Oxxo o "tienda de conveniencia", por sus siglas en inglés pues, el convenience store ha sido implantado en México desplazando a nuestras auténticas tienditas.

Y ni que decir de las cantinas, aquellas en las que, al medio día se servía el aperitivo, quizá con alguna botana (aquí puedes ver la historia de la botana) y por las tardes eran sitios de reunión en los que se platicaba, se jugaba o se lamentaba de la carga que algunos tienen en sus vidas... ahora son antros impersonales, ruidosos en los que lo menos que se puede hacer es convivir. Pero, hay regiones de México en los que estos dos elementos de la vida cotidiana sobreviven: los Altos de Jalisco.

 Recuerdo que por el rumbo del Estado de México les dicen lonjas. En la antiguedad y con pompa se les llamaban Emporios, Ultramarinos, Abarrotes. Había lugares en los que las tiendas llevaban implícito el nombre del dueño que era el dueño de la tienda y la atendía. Si decía "voy con don Florencio" todos sabían a dónde y a qué y con qué regresaría. No se iba a la farmacia, sino "a la farmacia del Dr. Ramírez", es decir, todas las tiendas tenían personalidad. Eso era lo habitual en todo México.

 En estas fotografías que tomé en Teocaltiche, Nochistlán y Mexticacán, te darás cuenta del por que digo que hay regiones en las que aun sobreviven estas tiendas que siguen manteniendo su personalidad y que llevan integrados el don que es con mayúscula, pues Don Andrés o Doña Lola o Don quién sea nos atiende. Una vez, andando por el sur de San Luis Potosí encontré algo que, en realidad, sentí que el tiempo se había detenido, míralo aquí.

Esto que ves ahora es una piedra para filtrar el agua, antes, hace mucho, era el único recurso que había para que el agua se volviera más pura de lo pura que era... pues eso también nos ha cambiado (yo tomé, hasta que cumplí los 12 o 15 años, agua de la llave y jamás me enfermé del estómago y el agua sabía bien, claro está, el censo de 1960 decía de 50 millones de habitantes, el de 2010 dice que somos 110 los millones que habitamos el país... el agua está sucia, pero esa es otra historia).

 

 Este cielo raso es un claro ejemplo de lo que eran las magníficas tiendas. Será bueno anotar que aquellas que vendían ropa se les llamaba "Cajones" y a las que vendían mercería "Barrillas". Había tiendas de velas, de cerillos, de cigarros. Era el tiempo en que no había el sistema de distribución que tenemos en la actualidad, en que la industrialización aun no llegaba y era necesario que en cada pueblo se fabricaran todo tipo de productos: aguadientes, alcoholes, etc. etc. o como entonces se escribía e&.

 Otro cielo raso que encontramos por Teocaltiche.

De esto sale de sobra dar explicación... imagina lo que antes era allí... pisos de ladrillo, aserrín por todos lados, para las escupidas (si quieres ver sobre las escupideras entra aquí); las sillas de metal de asiento redondo, el cantinero que, dicen, era español regularmente... y yéndonos a nuestras más antiguas referencias, era el lugar en donde los cuatrocientos conejos aparecían y siguen apareciendo.

De las Farmacias ni que decir, cuando exhibían sus recipientes de porcelana, con la anotación de la sustancia  que allí se contenía, en Morelia, recuerdo, tuvieron a bien rescatar toda una y se exhibe en uno de sus museos (no te doy enlace con fotografías porque allí no se permite tomarlas)... pero en los pueblos lo que había eran Boticas.

Sigamos echando un vistazo a estos excepcionales sitios que por el rumbo de los Altos de Jalisco encontré. Para darnos una idea de como eran nuestros pueblos antes de la invasión del plástico y de lo Made in China.