De las poblaciones que conozco en México, son más bien pocas las que he visto que aun conservan su Parián: Ojuelos y Aguascalienes, también el de Puebla. Recuerdo que en Guadalajara solían decir del Parián que había allí. Y ni que decir del de Tlaquepaque que se ha convertido en visita obligada para todo turista de la Perla Tapatía. Recuerdo también que, cuando Zabludovsky se ponía romántico y comentaba de lo mucho que conoce del Centro Histórico de la ciudad de México mencionaba un mercado del Parían. Ahora que llegamos a Nochistlán, Zacatecas, lo primero que me llama la atención, es precisamente su Parián.
"El nuevo mercado fue recibido con beneplácito y evidenció las buenas relaciones de la Nueva España y la cuenca del Pacífico, con la que el vínculo más sólido estaba representado por el Galeón de Filipinas o Nao de la China, de legendario prestigio y concretos y muy ricos cargamentos. A manera de antecedente conviene recordar que el mercado de artículos finos llegados de la Nueva España a Manila se llamaba Parián. A él convergían también productos europeos que desembarcaban después de haber seguido la ruta de Maca. Consideraremos un acto de diplomacia mercantil, así como testimonio de las buenas relaciones existentes entre los países dichos, el designar un mercado tan importante como el construido en la capital Novohispana como su semejante de Manila en las Filipinas, pero con un agregado muy mexicano gramaticalmente: anteponer al nombre el artículo "el"; consecuentemente la Plaza Mayor albergó en su ángulo suroeste a El Parián". (1)
Esto que acabamos de leer se refiere al Parián de la ciudad de México, el cual se comenzó a construir el 8 de agosto de 1695 y se concluyó el 19 de abril de 1703. Era el tiempo en que la ciudad de México estaba en la, por así decir, segunda etapa de construcción; se había abarrotado ya de templos ("1546 Existen en la ciudad de México 84 templos, además de ermitas y capillas".); correspondía ahora levantar los edificios públicos pero, con ese desprecio que había hacia los indios y su cultura, se desechó la idea de un Tianguis, que sería lo más adecuado y se implementó el nuevo concepto llegado de las islas Filipinas: El Parián.
"En 1571 Miguel López de Legazpi decidió desplazar todos sus efectivos y todas sus naves hacia Manila: más de veinticinco naves y más de 230 conquistadores y frailes. Encontraron esta segunda vez que había ya en Manila 150 residentes chinos, recién llegados. Las garantías de seguridad en el atraque en el puerto manilense y la satisfacción por la plata conseguida a cambio de sus productos, propició que a los pocos meses una nueva flota de juncos chinos se presentase en la bahía de Manila. Al año siguiente, en 1572, el notario Hernando Riquel consignaba la llegada de tres naves chinas al puerto de Manila, y cinco naves más en islas cercanas". (2) Los españoles se daban cuenta de que había una mejor manera de comprar y vender productos...
Pero, ¿qué tan mexicano es un Parián?, mejor dicho ¿qué tan filipino es un Parián?... pues así como los mexicanísimos alfeñiques mexicanos tuvieron su origen no en España, sino en Arabia (una globalización), igual sucedió con el Parián que no es precisamente filipino, sino chino, claro es, se avecindó en México y aquí, suele suceder, tomó carta de naturalización:
"La presencia china llegó a ser tan importante y numerosa que el cuarto gobernador general de Filipinas Gonzalo Ronquillo de Peñalosa ordenó construir en 1580-1581 una Alcaicería (también conocido Parián) para concentrar en ella a todos los chinos, que los españoles denominaban en esta época con el nombre de sangleyes, y así poder tenerlos vigilados. La Alcaicería era un barrio donde los chinos residían y comerciaban y debido a su importancia económica y social estaban bajo la jurisdicción de un alcalde mayor. Estaba situado en un lugar periférico de la ciudad, concretamente en un área reservada vecina a la iglesia de Santo Domingo, recientemente erigida por frailes dominicos, en las cercanías de la muralla que daba al río Pásig, de manera que el recinto acotado a los chinos estaba a tiro de arcabuz de la muralla. Además, la proximidad con la iglesia de Santo Domingo tenía un objetivo político-religioso: la conversión de los chinos al catolicismo, tarea que se encargó a los dominicos.
"El primer Parián estaba en el interior de Intramuros y ello le dotaba de unos privilegios considerables. Los chinos no tardaron en hacerse con el control del entramado económico (oficios artesanos, intermediarios comerciales, etc.) de la ciudad y se hicieron indispensables a ojos de las autoridades. La idea de crear un parián tenía como objetivo no sólo tener agrupados a los chinos en un lugar, sino también que desarrollaran allí sus actividades económicas. Con las crecientes prohibiciones a los asiáticos de moverse por Intramuros, el Parián se convirtió en el centro económico y el lugar de visita obligatorio de todo comerciante que viviera o llegase a Manila. Asimismo, se buscó restringir la llegada de chinos y se limitó a 6000 la cifra de residentes chinos en el Parián, número que fue rápidamente superado. (3)
El Parián en Nochistlán fue construido en 1866, el de Ojuelos en 1880, el de Aguascalientes en 1827, el de Tlaquepaque en 1878, el de Puebla es el más antiguo de los que conozco, data de 1760... así que la duda surge ya que, si El Parián fue un concepto que nos llegó desde las Islas Filipinas en el siglo XVII, y de esos parianes que seguramente hubo en las principales ciudades novohispanas solo sobrevive (hasta donde tengo entendido) el de Puebla, ¿cuándo, cómo y por qué se difundió tanto en la segunda mitad del siglo XIX en la región de Jalisco, Zacaecas y Aguascalientes? Eso me lo dejo de tarea por investigar, mientras sigamos viendo otras tomas de El Parián de Nochistlán, Zacatecas.
Fuentes:
1.- Sotomayor, Arturo. La ciudad antigua de México. Siglos XVI-XX. Bancomer, 1990.
2.- Ollé, Manuel. La formación del Parián de Manila. Cap. 2. Univesitat Pmpeu Fabra. Barcelona.
3.- Gomá, Daniel. Control, espacio urbano e identidad en la Filipinas colonial española: El caso de intramuros Manila (Siglos SVI-SVII). Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales.
Muy interesante. Como siempre, Benjamin, con tus artículos aprendo cosas nuevas y despierta la curiosidad por conocer mas.
ResponderEliminarExcelente publicación y las fotografías efectivamente nos invitan a conocer nuestro lindo México...! Felicidades Don Benjamín por su magnífica investigación!!!
ResponderEliminarLos textos son siempre precisos y se queda uno con excelente sabor. En efecto, como dice Denise, aprendiendo mucho, pero también reconociendo ya por la forma de tomar los espacios, que son fotografías con tu sello personal, conjuntando en un solo cuadro muchos elementos.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarMuy interesante la herencia