Esta vez te invito a que, a través de El Bable, hagamos un viaje, como siempre, al pasado, pero esta vez con testimonios impresos. Testimonios que nos dicen de una época distinta a la que vivimos, por ejemplo de cuando había un restaurante de alcurnia en donde todos los día se preparaba exquisita sopa de tortuga.
Antes, hace varias décadas, en esos días infantiles de desocupación, meterme en las tardes a esos enormes cuartos oscuros en donde una pequeña ventana apenas iluminaba y las gigantescas y pesadas puertas requerían de cierta habilidad para poderlas abrir, me dejaban volar a mundos desconocidos del pasado. Revistas llegadas de Estados Unidos, algunas mexicanas, retratos empolvados y extraños ropajes eran parte del entrometimiento que ocasionalmente hacía al ropero que guardaba infinidad de tesoros.
Ahora, en el 2013, gracias a los portentos tecnológiocos y a las largas, muy largas, noches de desvelo, voy atisbando en las bibliotecas electrónicas que varias Universidades, mexicanas y norteamericanas, han tenido a bien digitalizar y abrir esos preciosos documentos, antes limitados a los privilegiados, a todos los mortales como tú y como yo. Hojeando uno de esos libros, la Guía General Descriptiva de la República Mexicana (1), encuentro el dato que corrobora aquello de que don Porfiro Díaz tenía problemas dentales tan severos que ni el Dr. Joseph Spyer pudo solucionar pues, cuando don Porfirio llegó a Europa en 1911 en calidad de exiliado, una de las primeras cosas que hizo fue ir a Suiza a que le arreglaran la dentadura. Veamos.
"Entre los anuncios de la Capital de México encontrará el lector dos que no pueden menos que ser de gran interés para el público en general; aludimos a los del Sr. Dr. Joseph Spyer. Por medio de una de ellos anuncia el estimable é inteligente doctor, que ha tenido la fortuna de descubrir durante su permanencia en México, entre las plantas indígenas del país, una que dice es la mejor de cuantas ha encontrado en su larga experiencia de muchos años para conservar y hermosear la dentadura. Deseando aprovechar tan valioso descubrimiento prepara ó confecciona para ella una pasta oriental, la cual la obtuvo una hermosa medalla de premio en la última Exposición Universal de París, en 1889. El Señor Presidente Díaz, el Sr. Romero Rubio y la mayor parte de la selecta sociedad mexicana hacen uso de la pasta oriental del Dr. Spyer.
"Por medio del segundo anuncio, entra al público el buen doctor del gran invento, hecho por él mismo, de una dentadura automática. Este sistema suyo, está plenamente probado ya, es superior a todos los demás sistemas de dentadura artificial descubiertos hasta el día, y tanto es así que en la actualidad el más recomendado por los médicos de los Estados Unidos y Europa. Hace cuatro años que el justamente afamado Dr. Spyer partió de Filadelfia, su ciudad nativa, con el fin de radicarse en esta capital, y como el verdadero mérito es pronto reconocido en todas partes, nada tardó en contar con una numerosa y selecta clientela en la culta ciudad de México. De cuanto aquí decimos pudimos convencernos en una visita que tuvimos el gusto de hacerle en sus elegantes oficinas situadas en la calle de la Palma, Nº. 3: con dificultad podía prestar su atención a todos los que acuden a verle; su atención a todos los que acuden a verle; pero su estilo caballeroso y agradable sacaba gran partido de la escasez de su tiempo y todos quedaban al fin atendidos y contentos. No hay que olvidar, pues, el lugar en donde pueden obtenerse dos cosas de tanta valía: donde pueden obtenerse lo necesario para conservar y hermosear: la dentadura natural, y donde pueden obtenerse así mismo la mejor dentadura artificial una vez se ha tenido la desgracia de perder la primera.
"La de los Sres. Zolly Hermanos, cuyo anuncio aparece en la siguiente página, e otra de esas casas que se recomiendan siempre con positivo gusto y con entera confianza al público. La acertada dirección que supo dar en todo tiempo a sus negocios y la buena fe que guía todas sus transacciones la han colocado al frente de cuantos establecimientos de su clase hay actualmente en el país. Establecida en la capital de la República desde 1844, larga es ya la serie de años que ha venido disfrutando de un crédito tan envidiable como honrosamente adquirido". (1)
Cuando vemos cosas "viejas" y no analizamos, dudo que aprendas mucho de ello. Para sacarle provecho a esto que ahora estás viendo te sugiero veas con calma (espero alcances a leer lo que dicen los anuncios) y verás cosas tan sorprendentes como este de Martin C. Kastle, de la Compañía Universal de Comisiones, que organizaba viajes para ir a la Exposición Universal de París en 1900. Lee con atención y verás el uso de lenguaje que entonces se estilaba.
Del tema de la publicidad turística hemos hablado en varias ocasiones, así mismo sobre el desarrollo del negocio del Turismo en México, pues bien, aquí tres ejemplos de anuncios de hoteles en Aguascalientes, Zacatcas y Tampico, en donde, además de precios cómodos se pactaban "arreglos convencionales".
En San Luis Potosí había esta importante fábrica de puros y cigarros.
Los órganos se vendían en Estados Unidos y desde allá publicaban sus anuncios en México.
Ahora vemos el de una empresa en Denver, que vendía fotografías tomadas en México.
Un anuncio del Banco Nacional de México, sucursal Oaxaca.
Los litografistas de Buxton & Skinner. La imagen del ferrocarril siempre daría la idea de modernidad.
El controversial proyecto del Tansítsmico o Ferrocarril Nacional Interoceánico.
Para quienes gustan (como yo) del tema de las haciendas, aquí un anuncio interesante, de la casa Koppel que vendía los ferrocarriles portátiles, usados en muchas haciendas, especialmente en las henequeneras del Yucatán.
Desde entonces había ya el "Mexican Curios"... pero se les decía Curiositees.
¿Del grafófono habías oído? yo no.
Este de las Fábricas de Francia en Guadalajara merece mención especial pues viene publicado en francés, ni más, ni menos.
Y aquí, aunque no se ve con claridad, notamos la tradición hotelera que sigue aun vigente en nuestros días, eso de que el Gerente sea extranjero, como es el caso del New Palace Hotel en la ciudad de México, ubicado en Puente del Espíritu Santo Nº. 10. Philip Bony era el propietario y Julius Mittermayer el gerente.
Fuente:
Tanto de los textos en cursiva como de los anuncios: J. Figueroa Domenech. Guía General Descriptiva de la República Mexicana. Barcelona, 1899.
Qué publicaciones! Sorprendente la cantidad de temas, la calidad de la investigación. Crea adicción leer tantas entradas interesantes!
ResponderEliminarUna pregunta cual fue el primer Fabricas de Francia del país? Y cuáles continuaron?
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