Los molinos fueron importantísimos al menos en dos siglos y (casi) medio del periodo virreinal. A muchos de ellos se les llamaba "de pan para llevar", esto quería decir que eran donde se producía la harina de trigo. Los hubo también de aceite, aunque con la prohibición que había de tener olivos, estos eran un poco clandestinos. Ya para los tiempos de aparente paz, luego de la Independencia y la Reforma florecieron nuevamente los molinos, ahora con el brío propio de los años de mayor prosperidad en el porfiriato.
De molinos son ya varios los ejemplos que hemos visto, para comenzar el que había aquí, en Salamanca, el de los agustinos que se llamaba justo Hacienda del Molino pero que la vox populi lo denominó como Hacienda del Molinito; no muy lejos, a 15 kilómetros en dirección poniente estaba la Hacienda del Molino de Sarabia, de la que, por cierto, estoy preparando una historia que te sorprenderá. Hacia el sur había un molino, en términos del valle de Santiago, el de la Hacienda de San Diego. Una vez fui objeto de una invitación a conocer Vistahermosa, Michoacán, y allí vi su antigua Hacienda del Molino. En otra ocasión mis amigos de Jilotepec me llevaron a ver el Molino de Tandejé. En esta ocasión mis amigos de Teocaltiche me llevan a ver uno de los dos molinos que por allí quedan, ambos abandonados.
Apenas en el artículo anterior te comentaba del desastre que hubo aquí cuando, al no medir fuerzas, a don Celio Ramírez, propietario del Molino de La Concepción, mejor conocido como El Molino de Arriba, el gusto de tener su presa le duró poco, no se hasta cuando estuvo funcionando el molino de don Celio pero lo vemos aparecer como uno de los personajes más importantes de Teocaltiche al concluir el siglo XIX, así lo menciona don J. Figeuroa en su Guía Descriptiva (1), junto a don Celio aparece don Francisco Aguilera Chávez con su fábrica de Jabón.
Con estos antecedentes estamos junto al río Teocaltiche, adentrándonos en las entrañas de lo que fue en algún momento el próspero negocio de don Celio y que ahora está en el abandono y, lamentablemente, ya andan por allí los que creen que todo edificio viejo tiene escondido un tesoro y la han comenzado a desbaratar. Al visitar este sitio, de pronto, notamos este halo la foto fue tomada a las 12:08 y eso que a la izquierda es el copete de la fachada, seguramente allí estaba grabada la fecha en que fue concluida la obra, como lo marcaba la tradición.
Aquí ha pasado lo que en todo sitio en desuso y semiescondido: llega la gente y se lleva puertas, ventanas y todo lo que pueda cargar, siempre y cuando estén al nivel del suelo y puedan ser arrancadas, las que están en alto sobreviven pero... la acción del tiempo, más el viento, más la lluvia, dan por resultado esto que ahora estamos viendo. Una magnífica obra que, por gracia no se está viniendo abajo pero por desgracia los humanoides la están deshaciendo piedra por piedra, en este caso, cantera por cantera.
Encuentro en el periódico tapatío El Informador un artículo que habla de una hacienda no distante del Molino de la Concepción, se trata de la Hacienda de San Isidro de las Juntas y en él nos dice el Sr. García Remus el dato de la dimensión de la propiedad de don Celio que ahora estamos visitando: 521 hectáreas, y fue, además propietario de la hacienda de las Juntas. Me atrevería a pensar que tuvo algunas otras también.
"Nicolás de Anda Sánchez nos platica: “La Hacienda San Isidro de las Juntas, encontramos que el primer propietario de ella, en 1652, fue don José de Anda Altamirano, la vendió en 1696 al capitán Francisco de Faría Telles, fue embargado en 1707 y en 1708 la adquirió en remate el capitán Cristóbal Jiménez de Cañas, heredó a su hija doña Agapita Leocadia, casó con el capitán Antonio de Parga Ulloa, quien enviudó y vendió en 1730 a Juan de Lattodi Echenique. En 1748 Pedro de la Mazuca Ahedo la compró, al morir en 1759, la heredó a su viuda María González Hermosillo y a su hijo José Manuel, en 1790 seguía siendo de él. A principios del presente siglo (1900) el dueño era Celio Ramírez Jiménez”. Y contaba 594 hectáreas, que también tenía el Molino de la Concepción con 521". (2)
Sé de sobra que estas fotografías te causarán indignación y que surgirá la eterna pregunta del ¿cómo es posible? y la consiguiente sentencia: "el Gobierno debería hacer algo..." Bueno, las respuestas me he cansado de darlas, una de ellas, que, el triunfo de la Revolución Mexicana, que no fue en 1920, ni en el 1921, si es que seguimos el patrón de los 11 años de la Guerra de Independencia; ese triunfo lo entienden algunos que se dio en 1935 cuando Lázaro Cárdenas inició el reparto agrario y expropió todas y cada una de las haciendas que había en México, eran 8,341, luego se creó el Ejido. Ahora yo te pregunto, ¿de ese número cuántas has visto en pie?
Con lo gastado en el elefante blanco de Los Cabos, el Centro de Convenciones, ese que se construyó para el G20, más la Estela de la Luz, quizá se hubieran recuperado unas 100 haciendas y tendríamos un producto turístico inigualable que ofrecer al mundo pero, eso no sucedió, las haciendas que hay en México se siguen desmoronando una por una...
Mejor sigamos viendo lo que fue el Molino de la Concepción, alias el Molino de Arriba en Teocaltiche, Jalisco.
Fuentes:
1.- Figueroa Domenech, J. Guía General Descriptiva de la República Mexicana. Imprenta de Henrich y Compañía. Barcelona, 1899.
2.- García Remus, Vicente. Villa de Órnelas. Artículo en el Informador. 3 de Junio de 2012
Con cuánta armonía arquitectónica se construía antes. Detalles, materiales, diseño. Un conjunto perfecto que al ver ahora en semejante abandono, nos hace repetir la pregunta que incluso mencionas: ¿Por qué...?
ResponderEliminarDa mucha pena imaginar el esplendor de antaño, reducido a estos muros que intentan sobrevivir.
Como siempre, además de maravillosos artículos, textos y fotos, un buen motivo para reflexionar.
Por cierto, el resplandor del sol en la cuarta foto, muy especial.
ResponderEliminarMi familia es originaria de Teocaltiche, hoy por casualidad encontre tu pagina con bellas fotografias e historia de la Hacienda del Molino. He querido conoser la Hacienda y hoy a traves de tus fotografias puedo decir que ya la conosco a despertado tanto mi interes que este Verano voy a conoser la Hacienda, gracias por maravilloso articulo
ResponderEliminarmi tatarabuelo fue don celio ramirez me gustaria tener mas informaccion de el
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