En El Bable la mesa está servida...

  Estamos por acabar esta serie de artículos por la Tierra Caliente y no podía faltar la serie de fotografías relacionadas a la comida. La comida se vuelve parte esencial del viaje, sea a donde sea, a donde uno vaya siempre encontraremos algo que comer que sea ligeramente distinto a lo que suele ser nuestra dieta habitual. Me tengo impuesta una dieta en la cual no incluyo carne pero, en ocasiones las opciones son limitadas y en todas la carne va dentro del platillo así que, esto implicará el caminar más, el sudar más, para eliminar lo contraído, claro es que, si agregamos las delicias culinarias mexicanas en las cuales tenemos siempre presente el maíz, el adquirir peso será cosas inevitable en cada salida que hagamos al lugar que sea.

   Hace algunos años mi presupuesto comenzó a disminuir, ahora lo debo de cuidar al extremo, lo primero que eliminé fueron los Restaurantes y encontré en comida callejera y fondas opciones excepcionales, es cosa de ver con atención el lugar, ver en dónde tienen depositada el agua, en dónde lavan los trastes y cómo es el manejo de los platos y del dinero. Cosa que te lleva pocos minutos y te dice que tan limpio será el lugar,a sí que, con esa norma nos salimos a comer y esto es lo que encontramos, por cierto, no esperes encontrar aquí platillos elaboradísimos y recetas secretas, se trata de la comida cotidiana de esa de todos los días.

   En Ciudad Altamirano, Guerrero, encontré que en la plaza principal, se instalan varios puestos de comida, uno de ellos atendido por cuatro señoras, dos que sirven, una que toma la orden y cobra, y una más que hace unas tortillas extraordinarias. El platillo: Pechuga de Pollo a la Plancha, el Arroz y los Frijoles eran de campeonato.

   Ahora no hay pueblo en México en el que encontremos un restaurante chino atendido por gente china, regularmente es el mismo menú en todos lados. Esta vez encontré, también en Ciudad Altamirano, la excepción con este Pulpo a la no sé que, estaba bastante bueno. La Yoli es característica de Guerrero.

   Si llegas a ir por Ciudad Altamirano, y te ocurre lo mismo que a mi, de entrada pensarás que no hay lugar en donde comer, pues bien, en la calle que conduce al "Zócalo" una cuadra antes de llegar, frente al Mercado Municipal, verás la Fonda los Girasoles, no dudes en entrar, el sazón que hay allí es inigualable y los postres son dignos de un restaurante de postín.

   Los domingos en Ciudad Altamirano se vuelven algo así como la fiesta del pueblo en torno al Zócalo, se colocan una buena cantidad de puestos de comida y, si estamos en Guerrero, es indispensable comer un Pozole, los sirven con el tipo de carne que prefieras, evité la lengua, trompa y oreja, preferí la maciza.

   Luego de comer lo que comí en Los Girasoles, al día siguiente regresé para deleitarme con unas Enchiladas, tan buenas como los Chilaquiles, y, de nuevo lo anoto, los postres que allí preparan: Flan, Arroz con Leche, Duraznos en crema y Manzana al Limón son excepcionales, los probé todos.

   En Huetamo no vi muchas opciones para comer y con el calor que hacía no me atreví a entrar al Mercado, lo digo porque con el calor elevado la comida se echa a perder con facilidad, así que sólo encontré un restaurante en un portal, creo era también la plaza del pueblo, allí comí este Mole, bueno, sin más comentario.

   En Carácuaro o comes allí o comes allí, no hay opciones, al menos no vi otro restaurante más que este rumbo a la entrada del Santuario del Señor de Carácuaro, Pollo en Chipotle, esta vez las tortillas se llevan todas las alabanzas. En la noche, andando por ahí dí con un puesto en una calle "del otro lado del río" servían Enchiladas o Tacos Dorados, pedí lo segundo, bastante buenos, y, cuando pregunté ¿cuánto es? me dice: Diez pesos ¿qué? sí, son diez pesos.... di 15, no lo pude creer.

   Ya de vuelta a la vida urbana, en Morelia, y para curar los males de la ingesta de grades cantidades de carbohidratos, nada mejor que una Ensalada.

   Pero los carbohidratos son deliciosos, así que en la noche me fui al portal de San Agustín, pedí unas Enchiladas... hummm.... tenía hambre, me las comí, pero no me gustaron.

   En cambio este Atole de Guayaba era delicioso.

   Y para acompañarlo nada mejor que un Buñuelo.... hummm... no son buenas las comparaciones, pero, en cualquier fiesta patronal de Salamanca son infinitamente mejores.

    Estando en Morelia, nada mejor que un Gaspacho al estilo moreliano, excepcionalmente bueno.

   Cuando salgo, creo te habrás dado cuenta, si es que has visto los artículos y fotos que publico sobre comida, sabrás que mi debilidad son los Chilaquiles, bien, estos en una restorancito de por el rumbo de San José, estaban de 10.

    Para todos en México nos son comunes los Esquites, pues bien, en Morelia crearon una nueva versión que se vuelve de los imperdible cuando se visita esa ciudad. Les llaman Vasolotes; nada del otro mundo, son Esquites tal cual son los Esquites, pero, incluyen una barra de aderezos tanto dulces como salados como picantes o extremadamente picantes, además de unos mini totopos aderezados en chile pasilla que los vuelven únicos.

   Y ya para despedirnos de Morelia, en otro sitio por el mismo rumbo de San José, más bien, frente a la Plaza de San José, de nuevo, Chilaquiles. Notarás que por acá le ponen lechuga; buenos, bastante buenos.

   Ya para el desempance, y no por Michoacán, sino en León, Guanajuato, el destino me lleva a visitar, luego de montones de años de no vernos, a una amiga de la infancia. La comida, a manera de festa de mis ya cacaraqueadas seis décadas, fue con un menú libanés...

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