"En 1945 fue creada la UNESCO, como agencia de las Naciones Unidas con la misión de mantener, incrementar y difundir el conocimiento, asegurando su protección y accesibilidad para las generaciones futuras. El programa de la UNESCO para la preservación del patrimonio audiovisual se inició luego de haber sido adoptada, durante la Conferencia General de Octubre 1980, la Recomendación para la Protección y la Preservación de las Imágenes en Movimiento. Esto marcó un momento histórico en que el cine, la televisión y las grabaciones de sonido fueron reconocidos como parte del patrimonio cultural nacional de la misma manera como lo venía siendo la información textual (impresa) desde siglos atrás. Aunque hacía años que en varios países ya existían archivos fílmicos, la Recomendación fue útil al agudizar la conciencia de su patrimonio fílmico en los demás países miembros de la UNESCO.
"Las bibliotecas y los archivos son casas de tesoro que contienen el registro de nuestro pasado, los caminos que hemos recorrido para construir nuestro futuro y darle forma a nuestra identidad. Sin embargo, esta memoria es perecedera; su pérdida significa el empobrecimiento de la humanidad, y debe preservarse y mantenerse accesible para las generaciones futuras. La UNESCO estableció por lo tanto el programa Memoria del Mundo en 1992, con el fin de minimizar las pérdidas reales o potenciales del patrimonio documental del mundo por medio de la preservación de las colecciones y del acervo en peligro. Esto cubre libros, manuscritos, periódicos y otros textos de información; mapas, impresos e información no-textual consignada sobre soportes relacionados al papel; grabaciones auditivas, imágenes fijas o en movimiento, grabaciones de tradiciones orales e historia así como bases de datos informatizadas.
"Los
objetivos básicos del programa son proteger el patrimonio documental en peligro
y asegurar su accesibilidad. Los proyectos seleccionados recibirán el
distintivo de Memoria del Mundo en reconocimiento a su contribución a la
preservación de una parte significativa de la memoria del mundo. El programa se
fundamentará en una lista de las colecciones de biblioteca y el material de archivos
en peligro. En reconocimiento del impacto del cine sobre el mundo se decidió,
como parte de las celebraciones del centenario, compilar y publicar una lista
de aproximadamente quince películas consideradas por cada país como parte
integral de su patrimonio fílmico nacional más significativo.
"¿Cómo se define una obra cinematográfica “significativa”? En 100 años se han hecho incontables films, “‘buenos” y “malos”: obras maestras del arte, importantes registros de la historia y documentales, obras de propaganda subversivas, films experimentales y films cultos, etc. y muy a menudo películas que aun siendo generosos, lo mejor que se pueda decir es que no se deberían haber hecho. Con todo, colectiva e individualmente, todos estos films son de una manera u otra, un testimonio de la vida en el siglo XX tal como nosotros la conocemos". (1)
Acabas de leer un extracto interesantísimo de lo que en 1995 la UNESCO propuso al mundo para integrar la cinematografía al Patrimonio Cultural de la Humanidad. Cada país presentó 15 de las que considera sus mejores películas en términos de vida social, arte, y momento histórico que debe ser considerado como un momento especial de la vida nacional para integrar parte del catálogo de la humanidad. Esto que sigue a continuación son las primeras 7 de las 15 películas que México propuso.
El automóvil gris. 1919. (Restaurada en 1937). Producida por Azteca, Rosas y Co. Dirigida por Enrique Rosas, Joaquín Coss y Juan Canals. Actores principales: Juan Canals, De Homes, Joaquín Coss, Juan Manuel Cabrera, Miguel Ángel Ferriz, María Teresa Montoya. 35 mm. Ficción. BN. Muda. Filmado originalmente como una serie de 12 episodios, re-editado en 1933 y 1937 y sonorizado con diálogos en español.
Santa. 1931. 81 minutos. Producida por Compañía Nacional Productora de Películas. Dirigida por Antonio Moreno. Actores principales: Lupita Tovar, Carlos Orellana, Juan José Martínez Casado, Donald Reed, Antonio R. Frausto, Mimi Derba, Rosita Arriaga, Raúl de Anda. 35 mm Ficción. BN. Primera película mexicana con banda sonora.
La mujer del puerto. 1933.76 minutos. Producida por Eurindia Films y Servando C. de la Garza. Dirigida por Arcady Boytler. Actores principales: Andrea Palma, Domingo Soler, Film basado en un cuento de Guy de Maupassant acerca del incesto. Joaquín Busquets, Consuelo Segarra. 35 mm. Ficción. BN.
Redes. 1934. 65 minutos. Producida por Secretaria de Educación Pública (SEP). Dirigida por Emilio Gómez Muriel y Fred Zinnemann. Actores principales: Silvio Hemandez, David Valle González, Rafel Hinojosa, Antonio Lara. 35 mm. Ficción. BN. El director de orquesta Carlos Chávez invitó a su amigo y fotógrafo canadiense, Paul Strand, para que hicieran esta película, y éste a su vez invitó a Fred Zinnemann y a otros directores para que ellos también colaborasen en esta obra de la época izquierdista de la cultura mexicana.
Allá en el rancho grande. 1936. 100 minutos. Producida por Bustamente y de Fuentes. Dirigida por Fernando de Fuentes. Actores principales: Tito Guizar, René Cardona, Esther Fernández, Lorenzo Barcelata. 35 mm. Ficción. BN. Una película taquillera que motivó a la iniciativa privada a producir films de calidad.
María Candelaria (Xochimilco). 1943. 101 minutos. Producida por Fims Mundiales y Augustin J. Fink. Dirigida por Emilio Fernández. Actores principales: Dolores del Río, Pedro Armendariz, Alberto Galán, Margarita Cortés, Miguel Inclán. 35 mm. Ficción. BN. Este film (con fotografía de Gabriel Figueroa) ganó la Palma de Oro en Cannes como mejor film y mejor director.
Fuente:
1.- Springer, Joie. Memoria del mundo: Patrimonio cinematográfico nacional. Programa General de Información y UNISIST. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. París, 1995, pp. III-VI
2.- Ibid, pp. 49-50
Fuente:
1.- Springer, Joie. Memoria del mundo: Patrimonio cinematográfico nacional. Programa General de Información y UNISIST. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. París, 1995, pp. III-VI
2.- Ibid, pp. 49-50
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