Mientras que la gran mayoría andaba en celebraciones, fiestas, abrazos, brindis y demás cosas propias de las celebraciones de los últimas semanas de año yo me encontraba en un agradable retiro, no a puerta cerrada pero sí con una eficiente línea de Internet, que me permitió acceder a cientos de páginas de los libros bautismales de Salamanca haciendo uso del magnífico servicio que proporciona Family Search. Pude navegar durante un largo mes desde 1680 hasta 1740... fue cansado, fue tedioso en ocasiones pues mi tarea comenzaba a las 10 de la mañana y la terminaba a las 2 o 3 de la mañana del día siguiente, claro es que hacía los recesos pertinentes para el café de la mañana, para limpiar la casa, para comer y para ver algo de televisión (por cierto, me convencí de que la televisión no la aguanto).
Todo esto lo hago (creo ya te lo he comentado) porque desde hace 5 años comencé a documentar sobre Salamanca, su pasado y el desarrollo que hubo a lo largo del XVII, XVIII y XIX. De algo que estoy convencido luego de hurgar en archivos de México, Morelia, Guanajuato, Irapuato y, claro es, en el local, la cantidad de información que tengo me da la base para sacar una historia verdadera (no soy Bernal) de lo que por aquí ocurrió. Es por eso que muchos de los artículos que de ahora en adelante publicaré van asociados, de algún modo, a eso que estoy investigando, como lo que hoy comparto contigo, algo de las minas en Guanajuato que de forma indirecta llegaron a tener una relación con Salamanca, de eso te enterarás cuando esté el libro publicado, por lo pronto hoy nos adentramos un poco al origen minero del Real de Minas de Santa Fe de Guanajuato. Estos, mis apuntes, están apoyados en las Efemérides del canónigo Marmolejo.
“Desde el año de 1548, en que fue descubierta la primer veta de plata en los contornos de este lugar, es muy probable que se hayan construido algunas pequeñas casas, en donde se albergaran los pocos individuos que comenzaron a trabajar en ella y en algunas otras; pero, sin embargo, la fundación oficial, digamos así, solo se cuenta desde 1554, porque en este año fueron establecidos los reales o campamentos, que se consideraron indispensables para la defensa de la población, constantemente amagada por los chichimecas y guachichiles. Se le dio el nombre de real de minas, lo mismo que a los otros minerales, que por entonces fueron descubiertos en el país, no en el sentido de que fuera pertenencia del Rey, como algunos equivocadamente han entendido, sino en el de que era un sitio donde se levantaba un fortín o campamento de tropas. Los fortines establecidos en Guanajuato fueron cuatro: uno estuvo en Marfil, el cual progresó medianamente, habiéndose formado al derredor de él la población que lleva su nombre, y que ya no es hoy otra cosa, que un suburbio de la capital: se llamó real de Santiago, y se le agregó poco después la denominación de Marfil, única con que es ya conocido, por ser este el apellido del propietario de la primera hacienda de beneficio que allí se construyó; lo cual consta en los títulos de la hacienda de Cuevas, expedidos en 1561.
"Otro fortín estuvo en Tepetapa, y este no adelantó sino al cabo de muchos años, que completamente absorbido por la ciudad, vino a formar una misma cosa con ella. El tercero fue colocado en Santa Ana, y sobre él se fijaron por entonces todas las miradas, porque era, según se dice, el destinado para cabecera y centro del mineral. El último en fin, situado en la falda del cerro del Cuarto, progresó de una manera admirable, y fue el origen de la vasta ciudad, objeto de nuestras investigaciones.” (1)
“1550.- Es descubierta la riquísima y célebre mina de San Juan de Rayas, que tanto debía después influir en la prosperidad de Guanajuato. Su descubridor, lo mismo que los de S. Bernabé, fue un arriero que dio á la mina su propio nombre, pues se llamaba Juan de Rayas, el cual, después de haberla trabajador por algún tiempo, la vendió a Diego de Ahedo y socios, Ambos usaron todavía para su laborío del método llamado de lumbradas, pues ignoraban la aplicación de la pólvora en el cohete o barreno, que se introdujo algunos años después, por el tercer dueño D. José de Sardaneta y Legaspi. Hablando de la prosperidad á que llegó en manos de este nuevo propietario, se expresa así el diccionario universal de historia y de geografía (T 6 pág. 829.) “Si esta remota antigüedad le daba una merecida celebridad a la mina, mayor adquirió con su nuevo dueño, inteligente y emprendedor minero, y a quien este ramo de prosperidad nacional debe adelantos importantes y debidamente encomiados. Bajo su dirección la mina de Rayas logró un nombre, según se expresa en un escrito de principios del siglo pasado, célebre en América y Europa; y mereció tanto la atención del rey de España, tan solícito en el ramo interesante de minería, que le constituyó un juez privativo, que no tenía ninguna otra mina, ni aun de las más notables." (2)
“Este día, 15 de abril de 1558, según refiere el Barón de Humboldt, en su Ensayo político sobre la Nueva España [t. 3 P pág. 43] dan principio los trabajos de apertura del tiro de Mellado, cuya mina, poco tiempo antes había sido registrada en Yuririapúndaro. Al día siguiente que los de Mellado, dan principio los trabajos en el tiro de la mina de Rayas, según el citado autor. Ya entonces tenía ocho años de descubierta, y es por lo mismo de suponer que ya había en ella emprendidas diversas obras importantes, y que en este día, alguna nueva empresa, o algún nuevo dueño con elementos de que los anteriores carecían comenzó de una manera decisiva sus tareas de explotación. Acaso haya sido este D. Diego de Ahedo, segundo propietario de la mina.” (3)
“Para dar de ella alguna idea insertaremos a continuación lo que dice el Boletín de la sociedad mexicana de Geografía y Estadística (t. 1 0 pág. 47.) […] "La primera veta que se trabajó en lo que es hoy Guanajuato, fue la de San Bernabé, pertenencia actualmente, de la famosa mina de la Luz, que en varias épocas ha tenido bonanzas, aunque nunca tan considerables como la de éstos últimos seis años. La veta de San Bernabé, situada cerca del cerro basáltico del Cubilete, fue descubierta en el año de 1548, por unos arrieros, según se asegura, que caminaban de México a Zacatecas. Más tarde se trabajaron Mellado y Rayas, y cavando sus pozos, se descubrió la veta principal, llamada Veta madre, en 1558, desde cuya época ha sido atacada en varios puntos, formándose las minas de Valenciana, Tepeyac, Cata, Santa Ana, Santa Anita, Fraustos, y otras muchas que han dado inmensas riquezas, pues en una larga serie de años, hasta el de 1810, en que por la guerra se paralizaron los trabajos, sus productos fueron generalmente de cinco a seis millones de pesos por año. Está singular abundancia de metales preciosos, no puede menos de interesar en el conocimiento de la formación de la veta que los ha producido, influyendo necesariamente, en todos los ramos del Estado y aun en muchos de la nación entera." (4)
Fuentes:
1.- Marmolejo, Lucio. Efemérides Guanajuatenses. Tomo I. Imprenta del Colegio de Artes y Oficios, a cargo de Francisco Rodríguez. Guanajuato, 1883. pp.146-147
2.- Ibid. pp. 144-145
3.- Ibid. p.165
4.- Ibid. pp.165-166
Yacimientos.
ResponderEliminarMe pregunto si la extracción masiva de metales y minerales, afecta en alguna medida la rotación... Probablemente no sea significativo el impacto/escala humano/a...
Los metales. Atraen al hombre. :)
Un gusto leerle :)
No es necesario publique mi comentario.
ResponderEliminarDisfruto de investigar y leer y re-leer la historia, observarla a través de distintos ojos.
E inventar los huecos... Reconstrucción-fantástica.
Avellana, todo comentario es importante, gracias por hacerlo.
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