viernes, 22 de septiembre de 2017

La presencia dominica en Oaxaca: El recuento de los daños

   Ahora viene el recuento de los daños. INAH ha informado de al menos una veintena de edificios catalogados que sufrieron daños, sea en la Ciudad de México que en Morelos, Puebla, Oaxaca y Chiapas. Justo la zona por donde comenzaron los primeros reconocimientos de tierras, luego de la conquista. La región, bien se sabía, era sísmica, se tuvieron las precauciones que el conocimiento arquitectónico de la época se tenían: edificios bajos, paredes más gruesas de las de por sí gruesas que se hacían con regularidad.

  “La enorme tarea de evangelización de los naturales de lo que ahora es Oaxaca recayó fundamentalmente en la orden de los dominicos, encargados de las tierras del sur, región a la cual no habían llegado los franciscanos. Los primeros dominicos en llegar a este territorio después de la autorización otorgada por el emperador Carlos V, hacia 1528, fueron los frailes Bernardino de Tapia y Gonzalo Lucero. Una vez establecida la provincia de Santiago en México, otros religiosos españoles fueron enviados a Oaxaca; fray Lucero, a la zona de la Mixteca y fray Tomás del Rosario, a Antequera (hoy Oaxaca). Ya a fines del siglo XVII existían dos vicarías: la de la Mixteca, que contaba con 18 casas y sede en Yanhuitlán, y la Zapoteca, con 20 casas y sede en Antequera. A fines de dicho siglo existían ya conventos por todo el estado, divididos en lo que los dominicos llamaban naciones. En la nación Mixteca había 18 conventos, en la Zapoteca 23, en la región Mixe 5 casas, en la Chontal 4 parroquias y en la región Huave 1 parroquia; en total, 51 casas y una gran cantidad de iglesias y ermitas. Además de los dominicos, se establecieron en territorio oaxaqueño los jesuitas, los mercedarios, los carmelitas, los agustinos, los betlemitas, los juaninos, los franciscanos y el clero secular, entre otras órdenes.

  La etapa de máximo esplendor de estos conventos fue a mediados del siglo XVII, en la cual se practicaban diversas actividades en las casas dominicas, que eran a la vez talleres y escuelas de artes y oficios. Los templos, conventos y recintos construidos en Oaxaca durante el periodo de la denominación española fueron concebidos en los más diversos estilos, con características arquitectónicas muy definidas. En cuanto a su estructura, es común que los templos sean de baja altura, sumamente pesados, con muros de gran espesor y pocas ventanas de pequeñas dimensiones; son en su mayoría de piedra, cantera aparente, ya sea en forma de morrillos o sillares combinados con tabiques de barro recocido, características obligadas porque Oaxaca se encuentra en una zona de alta sismicidad, por lo que prácticamente no sobrevive templo alguno que no haya sido modificado en su estructura y estilo originales. La ornamentación interior se basa en una pintura con amplia gama de recursos, que van desde un cuadro hasta los dibujos con motivos de que vegetales que cubren inclusive las flautas de los órganos, figuras caprichosas, rosetones, etc., pasando por pinturas al óleo y los frescos aplicados directamente en los muros, que representan con frecuencia motivos dominicos. Por otro lado la escultura representa personajes bíblicos, santos y mártires". (1)

  Las imágenes que obtuve del portal del periódico El Universal corresponden al ex Convento de Santo Domingo en Tehuantepec, Oaxaca.

Fuente:

Delgado Parros, Gustavo. Órganos históricos de Oaxaca. Fomento Cultural Banamex, México, 1999. p.22

1 comentario:

  1. Es triste ver ladestruccion y la perdida historica de estos lugares. Gracias por la informacion.

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