XIidóo, tierra sobre tepetate, el que se dice ser el nombre indígena de Salamanca.

El tepetate sigue siendo explotado en Salamanca, hay una abundancia de esta roca ligera.

La zona del Bajío fue poblada principalmente por pueblos bárbaros que no tenían asentamientos propios, el nomadismo fue la práctica común. Se denominó en algún tiempo “frontera tarasca” a los límites tarascos y chichimecas, precisamente aquí, en Salamanca. El limite fue el río que los españoles denominaron Grande al principio para luego darle el nombre de su descubridor, Lerma y que en lengua otomí se llamó Madonté. De los tarascos se sabe mas, pues era un pueblo asentado y con gran organización, sobre todo muy pacífico, en cambio los Chichimecas eran todo lo contrario, razón por la cual no hay grandes vestigios de su vida. Chichimeca fue el genérico para los pueblos conocidos como pames, guamares, zacatecos y guachichiles, la mayoría de ellos eran cazadores-recolectores, los que conocían la agricultura eran los que vivían cerca de ríos o en áreas donde había fuentes de agua. Fueron específicamente los guachachiles los que se asentaron por primera vez en lo que actualmente es Salamanca.

Esta es la escena ideal, la imagen que nos da el ayer y hoy, el ayer con el tepetate que se ve en sus distintas tonalidades en esos pequeños montículos ya procesado y listo para la venta, al fondo el hoy, la vocación industrial de Salamanca, las torres de Pemex, a la izquierda parte de la termoeléctrica de CFE, a la derecha el inicio de la sierra de Guanajuato.

Los otomís crearon asentamientos en el territorio chichimeca, en Salamanca, se denominó Xidóo (se pronuncia "shidó") a esa congregación de indios, seguramente esto sucedió a finales del siglo XV. Xidóo en la lengua otomí significa “tierra sobre tepetate” por existir una abundancia grande de este material poroso. El Tepetatl, voz náhuatl que viene del tépetl, cerro y, at; agua es decir, “roca blanda o de poco peso”. El tepetate es una toba volcánica, un tipo de roca ligera, de consistencia porosa, formada por la acumulación de cenizas u otros elementos volcánicos muy pequeños expelidos por los respiraderos durante una erupción volcánica. En la actualidad tiene varios usos en la construcción, especialmente para techos dada su ligereza, es el material ideal.

Es común ver las ladrilleras cercanas a las zonas de tepetate, ya que el tezontle, la otra piedra volcánica es la que acumula el calor y los hornos conservan mejor la temperatura.

Guachachiles, Otomís, Tarascos, Chichimecas, todos así con mayúscula, aunados a los españoles que luego llegaron, conformaron la enorme riqueza cultural que, aunque muchos no quiere ver, sigue existiendo aquí en Xidóo, en Barahona, es decir, en Salamanca, la de Guanajuato.