Cada vez son menos las construcciones de adoble levantadas en las ciudades, una a una han sido derribadas, sea porque al paso del tiempo, las herencias van dividiendo las fincas. Originalmente las manzanas incluían tan solo cuatro casas, eran aquellas enormes que tenían patio y traspatio, corral y accesorias, luego de una generación fueron divididas, quiza en dos fracciones, tal vez pasó a una sola mano y se conservó en su tamaño original. Aunado a esas divisiones llegó la modernidad que consideró obsoleto el adobe como material de construcción, siendo que es el más adecuado para resguardarnos del frío y aislarnos del calor. Todas esas casonas fueron suplantadas por casas de ladrillo y, peor aun, de bloques de concreto. De los diseños ni que decir.
Es por eso que ahora, que pude visitar una vez más, ranchos, pueblos y haciendas en los que el dominante que vemos en sus construcciones son el adobe y la piedra. Esta colección de imágenes de eso trata, de ver las texturas que la combinación de elementos tan simples, aderezados por inclemencias de tiempo, el abandono, el estilo de vida que predomina en la actualidad nos harán voltear atrás para imaginar el tiempo en que los espacios eran grandes y la sana convivencia con la naturaleza marcaba el modo de vivir la vida.
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