Guadalajara, 1780 ca. El convento franciscano era, al igual que el de la ciudad de México, un espacio enorme que incluía, además de la "casa", es decir, el propio convento, el templo principal, dedicado a San Francisco, y seis capillas, tres de ellas de considerable tamaño, dedicadas a la Virgen de Aranzazu, San Roque y San Antonio. Las otras tres eran las del Calvario, Cenáculo y la del Santo Sepulcro, que era doble ya que en la planta alta estaba la del Noviciado. Una cruz atrial se levantaba al centro del recinto.
Guadalajara 2017. Solamente sobreviven el Templo de San Francisco, del lado izquierdo y la capilla de Aranzazu a la derecha, el resto fue demolido poco a poco como consecuencia a la Ley Lerdo que en su momento fue aplicada. El que era el acceso principal al recinto, en donde había un arco, es actualmente la avenida 16 de Septiembre.
Para leer buena parte de la historia del convento franciscano de Guadalajara, entra aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario