Retomamos el relato del camino que hace pocos meses caminé algunas de las poblaciones del Valle Central de Puebla, sitio en el que nos hace falta tiempo para poder visitar la cantidad de templos y conventos, éstos últimos levantados, principalmente, por franciscanos, tres por dominicos y dos por agustinos.
Nos fuimos enterando, poco a poco, de esa vida "liviana" según la catalogó el dominico irlandés, Thomas Gage, cuando visitó la Nueva España y, desde que fue alojado el primer día de su recorrido por los franciscanos de Veracruz notó que allí aunque se tenían hechas las promesas, es decir, las reglas de humildad, castidad y alguna más, éstas, especialmente la de la humildad no se ejecutaba como se hacía en Europa pues notó (y lo anotó) el uso de vestimentas que más bien eran prendas de lujo, en la abundante mesa y, sobre todo, en las libertades que se daban en el tiempo de ocio, especialmente a la hora de jugar.
Al poco llegaría el recién nombrado Obispo: don Juan de Palafox y Mendoza, obispo que sustituyó al virrey por algunos meses y que, ya instalado en Puebla, ejecutó la encomienda que traía, la de secularizar las parroquias que estaban en manos de las Ordenes Regulares. Es muy interesante ese pasaje de la historia, en los artículos relacionados a los conventos del estado de Puebla te he dado más datos y, sobre todo, enlaces a estudios realizados por autoridades en el tema, es conveniente leerlos para tener un mejor panorama.
Lo que ahora vemos es el que supongo es el templo parroquial de Huatlatlauca, dedicado a San Nicolás Tolentino, con esta dedicación notamos la clara influencia que los agustinos ejercieron en la zona, ya que el convento de Santa María de los Reyes era precisamente de su propiedad, siendo afectados al igual que las otras ordenes, cuando se da la secularización.
Asumo que esta se convirtió en la Parroquia de la población dado que, encontramos en la parte superior del arco de entrada el escudo de la Corona española.
Huatlatlauca no se encuentra en el Valle Central, sino en la región que conocemos por Mixteca, es por allí que comienza y en cosa de seis o siete kilómetros luego de pasar la población de Molcaxac vemos un cambio dramático en el paisaje, prueba inequívoca de que entramos en la mixteca.
Algo que me llamó enormemente la atención es que en esta poblado, siendo de pocos habitantes, vemos una buena cantidad de templos en escasos cuatro kilómetros cuadrados. La capilla de la Candelaria es uno, la capilla de San José es otro, está la capilla de San Francisco y la de San Pedro y San Pablo pero, además, vemos templos en los ranchos cercanos, cuyos nombres y dedicaciones desconozco.
Lo que hoy comparto contigo son las fotografías de toda esa cantidad de templos, capilla y ermitas que vi por el rumbo, me es difícil identificar cual es cuál. Me parece que son construcciones (las antiguas), de una gran belleza, parece ser que en uno de ellos se realizaban ejercicios espirituales, esto lo deduzco por la construcción anexa al atrio. Corrí con mala suerte, todo ocasionado por un accidente en la carretera de acceso, en donde un vehículo de carga estuvo atravesado por largas horas, esto me redujo tiempo para conocer más a fondo Huatlatlauca, especialmente el convento, el cual guarda, tengo entendido, una buena cantidad de arte en su interior.
Capilla de San Francisco, aquí es donde hay esa construcción que presumo era para los ejercicios espirituales.
Es innegable que la capilla de San José es la más fácil de reconocer, por el uso del verde y el amarillo en su pintura decorativa.
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