La imagen, que por cierto no corresponde a la ciudad de México sino a Cuautitlán, nos dice de como la Semana Santa en Nueva España era una de las celebraciones más sentidas, encontramos testimonios abrumadores al leer sobre la vida de Fray Pedro de Gante que, en una de sus caras escribe: "Y porque me he detenido en este discurso, abreviaré lo de las procesiones que salen de la capilla de S. José, contando cómo salieron en este presente año de mil y quinientos y noventa y cinco. El Jueves Santo salió la procesión de la Veracruz con más de veinte mil indios, y más de tres mil penitentes, con doscientas y diecinueve insignias de Cristos e insignias de su pasión. El Viernes salieron en la procesión de la Soledad más de siete mil y setecientos disciplinantes, por cuenta, con insignias de la Soledad. La mañana de la Resurrección salió la procesión de San José con doscientas y treinta andas de imágenes de Nuestro Señora y Nuestra Señora y otros santos, todas doradas y muy vistosas. Iban en ella todos los cofrades y entrambas cofradías arriba dichas de la Veracruz y Soledad (que es gran número), con mucho orden y con velas de cera en sus manos, y demás de ellos por los lados gente innumerable de hombres y mujeres, que cuasi todos también llevan candelas de cera. Van ordenados por sus barrios, según la superioridad o interioridad que unos a otros se reconocen, conforme a sus antiguas costumbres. La cera toda es blanca como un papel, y como ellos y ellas van también vestidos de blanco y muy limpios, y esto al amanecer o poco antes, es una de las vistosas y solemnes procesiones de la cristiandad. Y así decía el virrey D. Martín Enriquez que era una de las cosas más de ver que en su vida había visto. Hacen otras muchas procesiones solemnes entre año, en especial dos, con el mismo aparato de todas las andas; la una de día de la Asunción de Nuestra Señora, a una iglesia que se llama Santa María la Redonda, barrio principal de los indios mexicanos, y la otra el día de San Juan Baptista, a la Iglesia de San Juan de la Penitencia, donde hay convento de monjas de Santa Clara, y es también barrio principal de los indios de México. Y por esta misma forma hacen sus procesiones en todos los pueblos grandes de esta Nueva España, y en algunos va tanta o poco menos gente, y aparato de andas y Cristos que en la de la Veracruz, como es Xuchimilco y Tezcuco y otros semejantes. Y más gente irá en la de Tlaxcala; a lo menos en un tiempo solían ir quince o veinte mil disciplinantes”. (1)
El testimonio que de Fray Pedro de Gante al finalizar el siglo XVI nos dice de la participación de indios que había en las procesiones en ese 1595, quizá aun manteniendo el recuerdo de las fiestas que en el antiguo México se realizaban, pero, considerando que ya habían pasado tres cuartos de siglo de presencia española y de la consecuente evangelización, los participantes eran las generaciones nacidas ya con la nueva religión. Este antecedente lo pongo para entender mejor lo que pasaba, ya en el siglo XVIII por el rumbo de lo que hoy es la Avenida Juárez, en la ciudad de México, justo frente a la Alameda Central en donde estaban colocadas las Estaciones del Rosario que, especialmente, cada Semana Santa salían los participantes en el rezo del Rosario del Convento Grande de San Francisco, con más precisión aun, de la Capilla del Tercer Orden, en donde se rezaba la primera estación para seguir luego a la Capilla de la Segunda Estación y luego a la de la Tercera Estación, localizadas dentro del mencionado convento, para luego continuar por la Alameda en donde se localizaban las otras capillas; en la parte superior de esta imagen vemos siete de ellas. El mapa fue elaborado en 1767.
131.- Capilla de la Segunda Estación. "El capitán Cristóbal de la Plaza, Secretario de la Real Universidad, fabricó a su costa una capilla a la entrada de la iglesia grande de San Francisco, de doce varas de largo y seis de ancho con dos puertas, cubierta con tres bóvedas, adornadas con lienzos murales de la Pasión, en sus marcos, llamada de la Segunda Estación, porque fue construida precisamente con el fin de que en ella se rezara. (2) En el plano de 1767 vemos lo que era el Convento de San Francisco, arriba la calle de San Juan de Letrán, que era la entrada principal al recinto, frente al templo era donde se ubicaba esta capilla.
132.- Capilla de la Tercera Estación.- Lo que vemos ahora es lo que se puede apreciar dentro de la actual Capilla de Guadalupe, antes de Balvanera, en el muro colindante con el templo grande. En el altorrelieve superior se ve una escena de la Pasión, quizá aquí estaba localizada alguna de esas capillas, pero no hay datos concretos. "Semejante a esta capilla hicieron otra los hermanos del Orden Tercero, de catorce varas de largo, y seis de ancho, con dos puertas y dos altares, adornada, como la el capitán Plaza, con pinturas semejantes. Situaron esta capilla al lado de su iglesia, en el gran patio, hacia la puerta que del que sale para San Juan de Letrán, y allí se hacía la Tercera Estación". (3)
133 y 134.- Capillas de la Cuarta y Quinta Estación. En esta toma lo que vemos es el andador oriente de la Alameda, al fondo está el Teatro Hidalgo. Más o menos por aquí era en donde se encontraban las capillas en donde se rezaba la cuarta y quinta estación el rosario, razón por la cual llevaban esos nombres, al respecto, Marroquí comenta que: "Otras dos capillas del mismo tamaño se hicieron después en la calle, al lado de la Alameda, por los capitanes D. José de Retes y D. Domingo de la Rea, de bóvedas, con dos puertas, una de entrada y otra de salida, altares dorados y lienzos muy hermosos; cada una de ellas costó más de cuatro mil pesos. De las otras seis capillas no tenemos noticia individual, de donde suponemos que la Hermandad del Tercer Orden las haría, para desahogo de su devoción". (4)
135, 136, 137, 138, 139 y 140.- Capillas de las Estaciones.- Lo acabamos de leer, de las otras capillas no hay noticia de cómo eran o de quién las mando construir. Como quiera, el mismo autor va dando datos de lo que era el conjunto de las Estaciones en la Alameda. La imagen que ahora vemos corresponde al monumento conocido como Hemiciclo a Juárez, lugar en el que, de cada lado se encontraban dos de las Capillas de la Estaciones, las cuales llegaban hasta donde actualmente se localiza la glorieta conocida como "El Caballito", en donde estaba la capilla de El Calvario, que era en donde se rezaban las últimas tres estaciones del rosario, de la cual ya dimos cuenta en el número 12 del conteo que venimos haciendo.
"De las nueve capillas que estaban en la calle del Calvario, solamente dos tuvieron licencia de misa, que fueron la tercera, que se hallaba casi frente a la iglesia del Corpus Christi, en la cual, mientras no se fundó este convento, celebraban los vecinos del barrio de la Alameda una fiesta anual, y la novena, que era la mayor de todas, en la cual se realizaban las tres últimas estaciones, de donde se le dio el nombre de Calvario. (...) Eran los alrededores de las ocho cabillas, depósito de inmundicias, y por las noches abrigadero de faltas de policía y aun de malhechores, razones, que unidas al mal estado que se hallaban, movieron a destruirlas desde fines del siglo pasado. (...) Las ermitas y la fuente eran el único adorno que esta calzada tuvo hast el año de 1798: el 26 de marzo de ese año, en junta de ciudad, celebrada con el superintendente de Propios y Árbitros, se acordó que el asentista de la Alameda plantara fresnos de ermita a ermita, llevando cuenta exacta de ello, para avisar al Juez de Paseos y que se le pagara. Circuladas las ordenes correspondientes, se procedió a la plantación, pero escaseando sin duda los fresnos, el acuerdo no fue cumplido en cuanto a la calidad de los árboles, pues en la hilada de las capillas, desde el principio de la Alameda hasta la ermita del Calvario se pusieron 35 fresnos, treinta álamos y 142 sauces. Con el tiempo estos árboles se fueron secando sin que tengamos noticia de que jamás fuesen repuestos, llegando hasta nuestros días la calzada en completa desolación y abandono con uno que otro árbol que pudo sobrevivir.
"El 29 de noviembre de 1820, el Sr. Cervantes, marqués de Salvatierra, propuso al Cabildo de la ciudad la demolición de las capillas, informando que los padres franciscanos estaban conformes en ello. (...) En agosto de 1825 las capillas fueron demolidas. Suprimido el Vía Crucis, la capilla del Calvario quedó sin culto, cerrada enteramente; solo se abría en las mañanas que algún reo iba a ser ejecutado de última pena, ejecución que por ley se hacía antes de las ocho, y de ordinario en las inmediaciones de la cárcel de la ex Acordada. En esos días desde que el momento en que el reo salía de la capilla de la prisión para el cadalso, las campanitas del Calvario, comenzaban a tocar una triste rogativa, que le acompañaban en todo su camino, y cesaba con su último aliento. En este tiempo también se estaba celebrando en la capilla abierta, una misma por el alma del ejecutado. (5)
"Entre las ocho capillas que estuvieron a lo largo de la Alameda, para las estaciones del Vía Crucis, había una mayor que las otras, situada precisamente frente a la casa núm. 7 de esa calle; era, de las del tránsito, la única que tenía licencia de misa, y en ella celebraban los vecinos del barrio una función anual a la Purísima Concepción el día de San Juan Evangelista; con misa cantada, sin sermón. De la Santa Veracruz venían los eclesiásticos enviados por el Cura a celebrararla, y a él se le pagaban ocho pesos por derechos. En la tarde sacaban la imagen en procesión de Rosario, y en el tránsito había luces cohetes y loas con gran concurso de gente, cosas todas que demoraban el curso de la procesión, siempre hasta muy tarde, a veces hasta las diez de la noche. Pareciendo esto gran exceso al Cura Tirso, prohibió las loas, como más ocasionadas a la demora, y envió en términos de que entrara antes de anochecer. Concluido el rosario, algunos de los vecinos guardaban en su casa la imagen, todo aquel año, hasta el siguiente". (6)
"La capilla del Vía Crucis a que nos hemos referido, estaba situada, como todas las otras, de Oriente a Poniente; a su espalda y no lejos, había una fuente de medianas dimensiones y forma circular, levantada sobre tres escalones; quedaba frente a la casa de los PP. Capellanes del convento, que estaba al Oriente de la iglesia. Casi frente a esta, algo más al Poniente de la fuente, hubo una casita destinada al administrador de la Alameda, con puerta particular de comunicación con el paseo. Inconvenientes que no se expresan, obligaron al Presidente del Ayuntamiento el año de 1824 a encargar al Regidor comisionado de Paseos que mandase cerrar dicha puerta; el año 25 que se demolieron las capillas del Calvario, fue también demolida esta casa, quedando la calle si no limpia, por lo menos amplia". (8)
En esta imagen vemos, al lado izquierdo lo que fuera la prisión de La Acordada. Frente a ella se ve una capilla, creo es una de las que correspondían a las del Calvario.
En este mapa de la cuarta década del siglo XIX vemos al centro la Alameda, abajo a la derecha está el Convento de San Francisco, sitio en el que, con el número 1 se localizaba la Capilla del Tercer Orden; el número 2 indica la Capilla de la Segunda Estación, el 3 corresponde a la Tercera Estación. El 4 y 5 son, según lo acabamos de leer, capillas de las mismas dimensiones de las número 2 y 3. del 6 al 11 son capillas que, deduzco, eran más sencillas y, la número 12 corresponde a la conocida como El Calvario, sitio en el que se rezaban las últimas tres estaciones del Rosario. Todas desaparecida.
Fuentes:
1.- De la Torre Villar, Ernesto. Fray pedro de Gante, maestro y civilizador de América. Estudios de Historia Novohispana. Volumen V. Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM. México. 1974. pp.30-31
2.- Marroquí, José María. La ciudad de México. Tomo II. Imp. y Lit. La Europea. México, 1900. p.18
3.- Ibid. p.19
4.- Ibid. p.19
5.- Ibid. pp.24-27
6.- Ibid. p.205.
7.- Ibid. p.208
Ojo Benjamín: la primera imagen corresponde a Cuautitlán, no Tlanepantla. Puedes verificarlo comparando la cruz atrial
ResponderEliminarGracias por la corrección, JLB.
Eliminarexcelente aportacion, un favor me pudieras precisar el lienzo primero de donde es y/o quien lo pinto, gracias saludos desde Puebla
ResponderEliminarDifícil pregunta, David, no lo recuerdo, son tantos los sitos que consulto diariamente que muchos de ellos no los recuerdo, quizá te pueda averiguar el dato con el Cronista de Cuautitlán.
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