Quienes leen periódicamente El Bable sabe que soy originario de Salamanca y que aquí se venera a un Cristo que, de acuerdo a la tradición, llegó hace 454 años, en 1560, a la capilla de una estancia de nombre Barahona, que años más tarde sería transformada en la Villa de Salamanca. Para el 450 Aniversario de la llegada de la imagen, fui comisionado para investigar que tanto de historia documentada hay en torno a la leyenda de ese peregrinar otomí, eso me llevó a ir al punto en donde el relato se origina: Jilotepec, en el Estado de México; no encontré mucha información pero hice muy buenos amigos y me sorprendió ver los vestigios fabulosos que allí hay, especialmente en lo que a cruces atriales se refiere.
No es una ni son dos, son cincro cruces las que hay en Jilotepec, una es la que vemos en la imagen donde comienza este artículo la cual es de las más imponentes que he visto en México, se llama la Cruz de Dendho, conocida también como el Humilladero, la otra es la que vemos ahora, se trata de la cruz del atrio del ex convento de San Pedro y San Pablo. En ese mismo lugar, al fondo y hacia la izquierda, hay otra cruz, en donde se dice que fue sepultada la Malinche y, a espaldas de donde tomé esta foto existe una más, en mitad de lo que fuera la huerta del convento.
Fue Jilotepec uno de los primeros establecimientos franciscanos que hubo hacia el norte de la ciudad de México, cuando esa zona se consideraba como frontera y, además, se decía que ese era el inicio de la "Tierra Adentro", queriendo decir con ese nombre que era lejano y desconocido para los españoles que no tenían la menor idea de hasta donde llegaba el territorio del imperio recién conquistado. Sobre las cruces atriales mucho hemos hablado (o escrito) en este espacio, pero, tratándose de Jilotepec, esa cruz asociada a la idea de la Malinche me llamó en particular la atención, ahora puedo decir que encontré ya el fundamento a esa leyenda. Ahora lo comparto contigo:
"Jilotepec fue fundado con licencia del Virrey Don Luis de Velasco. En 1.585 estaba ya acabado el convento, con su claustro, iglesia, dormitorios y huerta, en la cual entra un buen golpe de agua y se dan muchas nueces y peras y otras frutas y muchas hortaliza, estaba pegada al convento una ramada muy grande y suntuosa, donde se juntaban los indios, se les predicaba y decía misa. Sobre el origen de la antigua devoción de los pueblos de Jilotpec a la Santa Cruz, he aquí como se expresa el cronista de la Orden Dominica:
"Era el pueblo de Jilotepec de la nación Mexicana, quiso el Guardián de San Francisco alentar la devoción que aquel pueblo tenía a una Cruz que estaba cerca del convento, y viendo que cada día estaba delante de la Cruz hecha una calle, barrida y regada y adornada de flores, dijo a los Indios que hiciesen allí una ermita a la Santa Cruz. Favoreció esto Da. Beatriz de Andrade, Encomendera de aquel pueblo, que había reparado varias veces en la limpieza y criosidad con que hallaba el Calvario de aquella cruz y todo el camino, cuando ella le hacía para venir a la Iglesia. Esta señora fue castísima, y edificó a su costa el convento y la iglesia de San Francisco de México, que es obra que vale más de cien mil pesos: y pareciéndole acordado hacer la ermita desta Santa Cruz en su pueblo, se quizo hallar a la traza que se daba para abrir los cimientos.
"Mandó el Guardián que se abriera por cierta parte, lo repugnaron los Indios tan fuertemente, que su mucha porfía ofreció ministerio: y abriendose al fin por donde ellos no querían, se descubrió una mina falsa, donde había muchos ídolos y sacrificios que se les habían hecho, y se conoció que la curiosidad y devoción que parecía en reverencia a la Santa Cruz, había sido en servicio del demonio. Hízose la Ermita con mucho cuidado, y (a lo que se entiende) no ha habído mas idolatría en aquel pueblo."
"Desde este convento, en los principios, se visitaban y administraban muchos pueblos, y tuvo por visita a San Juan del Río, que es hoy beneficio populoso de españoles y naturales. En el siglo XVII había cuatro cofradías: El Santísimo Rosario, la Concepción, las Ánimas, San Antonio y hermandad de San José. Residían en él cinco religiosos con ministro cura colado. La industria principal de este pueblo es la agricultura y la cría de ganados, pero algunos vecinos se dedican a fabricar frazadas y varios tejidos ordinarios de lana, otros a la arriería y otros a la hechura de trastos de loza ordinaria". (1)
Creo que con este testimonio del padre dominico cambia en mucho la leyenda que en Jilotepec se tiene de que fue allí la tumba de la Malinche. Y esto que ahora vemos es la pila del agua bendita, de entrada da la impresión de ser una mariposa, pero al verla con detenimiento notamos que se trata de una granada, símbolo del amor divino y de la unidad en la Iglesia Católica.
Si te estás preguntando quién fue Beatriz de Andrade, aquí la respuesta: "Hija de Leonel de Cervantes Tello y doña Leonor de Andrade y Salas, formó parte del grupo familiar que por orden de su padre, ya instalado en México, llegó para consolidar la colonización a través de la fundación de familias. En aquel grupo, además de Beatriz llegaron Ana Cervantes, que contrajo matrimonio con el alférez real Alonso de Villanueva; Isabel de Lara, que casó con el capitán don Alonso Aguilar y Córdoba; Catalina de Andrade, con el capitán Juan de Villaseñor Orozco; María de Andrade, con el capitán Pedro de Ircio, y Luisa de Andrade con Juan Cervantes Cassaus. Fundadora del mayorazgo de La Llave, era una de las mayores fortunas mexicanas hacia 1585. En 1531 se casó con Juan Jaramillo "el Viejo" viudo de Malinalli, de quien heredó la encomienda de Xilotepec, que Luis de Quesada, viudo de María Jaramillo se la disputó. El Consejo de Indias, tras un largo litigio les hizo repartir la encomienda de Xilotepec en dos mitades. Doña Beatriz contrajo un segundo matrimonio con Don Francisco de Velasco, Caballero de Santiago y hermanastro del virrey Don Luis de Velasco. Al morir sin descendencia, dejó como heredero del mayorazgo a su sobrino Leonel de Cervantes, hijo mayor de su hermana Luisa". (2)
Una quinta cruz hay en Jilotepec, es esta, que se localiza en el patio del que fuera el convento, ya reconstruido.
Fuente:
1.- Vera, Fortino Hipólito. Itinerario parroquial del Arzobispado de México. Imprenta del Colegio Católico. Amecameca, 1880. pp.114-115.
2.- Junta de León y Castilla, página electrónica de Arte e Historia.
2.- Junta de León y Castilla, página electrónica de Arte e Historia.
pues hay dos leyendas sobre los restos de la malinche, una como mencionas el articulo, y la otra se dice que yacen en la hacienda de la llave muy cerca de San Juan del Rio. segun este articulo, las dos leyendas quedan descartadas... cierto?
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