Ayer visitábamos lo que es el antiguo atrio y huerto a la vez, que los Franciscanos construyeron en Tzintzuntzan, un lugar de un particular misticismo, por cierto, pues esa conjunción de tierra colorada con el clima estupendo, la cercanía del lago y los centenarios olivos invitan a recorrer el lugar con calma, más bien con parcimonia, para deleitarse en verdad y, el deleite fue supremo cuando entré en el templo del Señor del Rescate.
Era la cuaresma cuando andaba por allí, el segundo martes, de la misma, si mal no recuerdo, el viernes anterior (creo) se había llevado a cabo la fiesta en este templo y, (pensé), si esto es lo que veo hoy, precisamente el día en que levantaban el adorno, me puedo imaginar lo fue durante la celebración. Algo en verdad impresionante.
Este tipo de adornos monumentales eran propios del siglo XIX, cuando se levantaban decorados espectaculares, hechos en base a telas y flores, pensé ya estaban desaparecidos pero, por fortuna, atiné a llegar al lugar, en el momento preciso y ver que aun se conserva tan extraordinaria tradición.
Estos “monumentos” los conocí de niño, se levantaban durante los jueves y viernes santos, para que durante la visita a las Siete Casas se vieran distintos los altares a como normalmente están, siendo estos los días de mayor recogimiento y veneración. Eran esos los días de los “Monumentos”.
Impresionante, sencillamente impresionante. Si de por sí venía ya en éxtasis de caminar pausadamente por el huerto, de descubrir las capillas, cruces, árboles, ahora entrar en este recinto fue… entrar al verdadero paraíso.
felicidades por tus fotografias son excelentes, yo soy de alli pero ahora vivo en oaxaca, me hiciste revivir mis tradiciones,
ResponderEliminarHola las fotos son excelentes y los adornos ni se digan... salu2...
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