Las pilas de agua de Pátzcuaro, Michoacán

Recorriendo las calles de Pátzcuaro, en estos Caminos de Michoacán, encontramos los vestigios de lo que era la distribución del agua en las ciudades coloniales. Eran los tiempos en que cada quién se tenía que surtir de agua directamente de las pilas comunales, si es que no se contaba con un pozo en casa. En Pátzcuaro encontramos cinco de ellas, a una no pude llegar pues me confundí en las calles.

La de Santa María, como todas las demás, tiene su leyenda, se dice que ante la necesidad de más agua, Tata Vasco golpeó con su báculo una piedra y de allí surgió agua. Relato poco creíble que nos acerca mucho a la devoción y cariño que hacia él se tiene. Se localiza en la parte más antigua de la ciudad, en la calle de Alcantarillas, justo frente al Colegio de San Nicolás, el que diera origen a la Universidad michoacana. Como lo ves en la foto, era por ese gran tubo que bajaba el agua que surtía al Colegio, el que se ve a la derecha. Al centro está la Pila de Santa María.

Cuando estuve en Pátzcuaro estaban en obras de reparación en el lugar en donde se dice aconteció el milagro, de ello se da fe en la placa que se ve al centro de la pared, justo detrás de la que seguramente fue la ventosa de ese acueducto.

Cruzando la calle de Alcantarillas esta el lugar que distribuía el agua, hacia al caer en este aljibe proveía al Colegio de San Nicolás, de allí otra parte bajaría hacia la fuente pública.

Y es esta la fuente o pila de Santa María, allí hay una placa que dice: “En esta caja se distribuye el agua manantial que el gran padre Vasco de Quiroga hizo brotar con su báculo pastoral en 1540. Cuando esta agua fue insuficiente para la población, Lázaro Cárdenas (ilegible)…. San Gregorio, 1940. Pátzcuaro guarda gratitud a sus bienhechores”. Por las mañanas se vende pan, como lo puedes ver aquí. Por cierto, me llamó la atención ver en las plazas y, sobre todo, en los portales la vendimia de pan y no en panaderías.

No lejos de allí, en la antigua Plaza de San Agustín, actual Plaza Gertrudis Bocanegra, encontramos la pila del Torito, ésta guarda también su historia, se dice que fue condenada por asesinato, ya que en la colonia un caballo desbocado que no pudo ser controlado por su jinete pasó entre la pila y la pared, pero el jinete murió. Razón por la cual fue condenada… cuando vayas a Pátzcuaro pide que te cuenten esta historia, ya verás…

Una de las tantas casualidades fue pasar por allí justo en el momento de que los fogones se encendían, esto me remitió a la historia de Curicaueri, que más adelante te contaré.

La pila de Ibarra está dedicada al duranguense Pedro Antonio de Ibarra, benefactor de la ciudad en el siglo XVIII, por su estilo podemos presumir que es de construcción más reciente.

Por todos lados de Pátzcuaro nos encontramos recordatorios a Tata Vasco.

Cerca del templo franciscano de la Tercera Orden encontramos la Pila de Guajes, de forma octogonal.

El agua elemento indispensable se surtía públicamente en las fuentes y pilas de las ciudades Novohispanas, en la actualidad debemos pagar por ella, cada vez precios más altos pues más que agua, pagamos el envase plástico… ¿sabes de la contaminación que la venta de agua embotellada está provocando? Todo esto nos hace reflexionar un poco…

"En cuestión de 30 años el agua embotellada ha pasado de no ser prácticamente nada a que se hable de ella como la segunda o tercera mercancía que más dinero mueve en el mundo, después del petróleo y el café"

http://www.fp-es.org/geopolitica-del-agua-embotellada