Janíchu es como se pronuncia en purépecha lo que hemos castellanizado como Janitzio... hay por allí una película catalogada dentro de las mejores 100 que se han hecho en México que se llama precisamente así Janitzio, si tienes oportunidad de verla hazlo… te darás una idea, por un lado de la cinematografía blanco y negro, de cuando se hacían obras de arte aquí y de la historia de las comunidades ribereñas. La frase Ces Januè Xanichu me la dijo una persona que iba hacia la isla y que habla la lengua original.
La diosa lunar enseñó a las mujeres a hilar y a bordar su vestimenta de gran lucimiento y distinción. Las guares de Janitzio visten el guanengo, una blusa bordada en punto de cruz. El peso del ropaje obliga a que las mujeres caminen con firmeza y parsimonia. Por las noches la falda de una mujer es la cobija para toda la familia”. (Lo anterior escrito por Luffy, tomado del sitio: www.ejemplode.com)
Averiguando un poco más sobre Janitzio y su importancia en
Zizispandaquare también fue quien puso parte del tesoro de Curicaueri (las "joyas" obtenidas en las conquistas) en las islas del lago de Pátzcuaro (en Apupato, Janitzio y Pacandan) de donde las sacaron posteriormente los españoles.”
El tema es interesantísimo, así que seguimos averiguando más y entramos a l sitio de
La población purhépecha se concentra sobre todo en 22 municipios: Coeneo, Charapan, Cherán, Chilchota, Erongarícuaro, Los Reyes, Nahuatzen, Nuevo Parangaricutiro, Paracho, Pátzcuaro, Periban, Quiroga, Tancítaro, Tangamandapio, Tangancícuaro, Tingambato, Tingüindín, Tocumbo, Tzintzuntzan, Uruapan, Zacapu y Ziracuaretiro; sin embargo, los hablantes de la lengua purhé se distribuye en 95 de los 113 municipios del estado. Las localidades indígenas se caracterizan por tener un asentamiento de tipo compacto; hay municipios y poblados que tienen anexos, esto es, localidades periféricas con unas cuantas viviendas, por lo que en tal caso, se puede hablar de asentamientos mixtos. La población mestiza vive sobre todo en los centros urbanos que rodean el área”.
Seguimos en la red escolar de
Existen dos variantes mayores y tal vez doce menores; la división principal se da entre el área del lago y el altiplano volcánico. Los hablantes fácilmente identifican la región de otros hablantes por su habla, y aún el pueblo de origen. Se sienten orgullosos de continuar hablando su variante nativa incluso si se han ido a vivir a otra parte de la región purépecha. Sin embargo, las diferencias dialectales son relativamente recientes, y los hablantes consideran todas las variantes como partes del mismo idioma”.
Si me has seguido en este espacio y eres observador, habrás notado que evito al máximo retratar gente, son pocas, poquísimas veces en las que aparecen personas en mis fotos; habrás notado que en este artículo son varias las fotos de personas, esto es debido a que me llamó mucho la atención sus códigos, sus atuendos, sus colores. Es sorprendente ver la imagen de
El escote, los hombros y los bordes de las mangas están bordadas en lana, con flores y estrellas en lila y negro en punto "satín", "ojal" y "atrás". Años atrás, se solían hacer estas prendas con algodón hilado a mano y luego tejido en telar de cintura, en dos lienzos y con bordados en hombros, escote y mangas en color "solferino" (rosa mexicano). La falda es un largo enredo o enagua, de lana azul marino con pliegues en la parte de atrás, enrollado y anudado en la cintura, con una faja. Por debajo de ella llevan una enagua blanca de algodón”.
Y siguiendo por estos Caminos de Michoacán encontramos una soberbia sorpresa, soberbia como pocas veces, esto lo leemos en El Universal del 14 de Octubre de 2008, cuando se anunció que Jean-Marie Gustave Le Clézio era el ganado del Nóbel de Literatura. “Le Clézio se topó con Michoacán por una pequeña crónica, La relación de Michoacán, atribuida al fraile franciscano Jerónimo de Alcalá. Ese manuscrito, titulado Relación de las ceremonias, de los ritos, de los pueblos y del gobierno de los indios de la provincia de Michoacán, encargo del virrey Antonio de Mendoza al propio fray Jerónimo de Alcalá (el original se encuentra en
Continua Germán Martínez en su artículo en El Universal titulado Nóbel Michoacano: “Eso encontró Le Clézio en Michoacán, un pueblo purépecha que compartía mitos, tragedias, pasiones y desamores con los mismos dioses. Igual a la civilización griega o la sumeria. Le Clézio, junto con otros “michoacanólogos” como Francisco Miranda (especialista en Jerónimo de Alcalá), John Benedict Warren (biógrafo de Vasco de Quiroga), Carlos Herrejón Peredo o Luis González, el autor de Pueblo en vilo, encontró en los pueblos purépechas, en sus costumbres y sueños, uno de los motivos para su escritura.
La conquista divina de Michoacán de Le Clézio, editada por el Fondo de Cultura Económica, es un repaso de los dioses tarascos a sus fiestas, a su cielo, a su relación con sus fieles y, finalmente, a su caída. Es la epopeya espiritual purépecha viva, todavía, en la memoria de los actuales habitantes. Ese pequeño libro recuerda el asesinato del último rey michoacano, Tanganxoan, a manos del sanguinario conquistador español Nuño de Guzmán, que no logró romper la alianza que los purépechas tenían con sus dioses, entre ellos el del fuego y la guerra, Curicaveri. Y deja constancia del indomable carácter purépecha frente al pueblo español”.
Definitivamente ya tengo dos tareas, una encontrar el libro de Le Clézio y dedicarme a leer “La conquista divina de Michoacán, del nuevo premio Nobel de Literatura, es un homenaje al heroísmo michoacano, al coraje de un pueblo por relacionarse con sus dioses, por defender sus tierras y sus lagos, por afirmar sus alianzas guerreras y protegerse en sus sagradas montañas. Le Clézio quedó prendido para siempre del embrujo michoacano, del valor de Tariácuri, de la astucia de Tzitzipandacuri, del poderío de Xarátanga, la diosa de las islas del lago; del dios cojo de Cumachen, de Uaricha, el fantasmal espíritu del viento. Abrevó en esa inmortalidad, en esos sueños que todavía hoy se sienten en Janitzio, en Santa Fe de
Lo que más destaca en la isla, desde que se puede ver entre los bosques que rodean al lago, es
No cabe duda, andando por los Caminos de Michoacán aprendemos más y más cada día…
¿Te interesa entrar en
http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/publicaciones/publi_mexico/publicaciones.htm
La conquista divina de Michoacán de Le Clézio, algo más de ella aquí:
http://www.jornada.unam.mx/2008/10/10/index.php?section=opinion&article=a04a1cul
Excelente redacción y muy buenas fotos.
ResponderEliminarMéxico es precioso!
Saludos desde Piedras Negras, Coah.
VIGILANTE DE JANITZIO
ResponderEliminar“El prócer Morelos murió sin recelos.”
Magnífico monumento,
te digo mi sentimiento,
cuarenta metros de altura,
de Morelos tu estatura.
Escultura colosal,
coloso sensacional,
toneladas de grandeza,
que dan fe de tu entereza.
Estátua e imagen,
estilo art decó,
mestizo tu origen
que el sol resecó.
Mil quinientos bloques,
el clima da estoques,
la cantera rosa
triunfa glamorosa.
Cuadrícula blanca,
de conciencia franca,
efigie que nos asombra,
el árbol no te hace sombra.
Que estructura original,
tus venas son de metal,
fibras de hormigón, de alambre,
tejidas como el estambre.
Desde Pátzcuaro te veo
y acercarme ya deseo,
el lago rinde homenaje
con lo bello de su oleaje.
Aposento hermosa Isla,
por élla siempre legisla,
Morelos, noble patricio,
vigilante de Janitzio.
Tu mirada altiva
apunta al oriente,
vista fugitiva
hacia el horizonte.
Saludas al cielo,
como rascacielo,
fuerte, cual granito,
puño al infinito.
Su hueco es un mirador
que nos acerca al Señor,
se domina así la cuenca
y al ave que ahí se acerca.
En cabeza, el paliacate,
del villano es acicate,
la túnica que te cubre
es la coraza del pobre.
La justicia que te honra
de la injusticia es deshonra,
fiel Siervo de la Nación,
te brindo mi corazón.
Espada de la victoria,
que empuñas con mano izquierda,
fue recta tu trayectoria,
que este país no se pierda.
No desenvaines el arma,
que brille, al filo de tu alma,
con valor y patriotismo,
la gloria de tu heroísmo.
En tu regazo las leyes,
también un bello rosario,
tú si fuiste rey de reyes,
Dios te hizo el escapulario.
Tu figura acampanada
me recuerda una alborada,
sonidos de libertad
de un pueblo mayor de edad.
La base piramidal
nos transporta a algo ancestral,
esa hermandad de los hombres,
dignos, como tú . . . enormes.
¿Recuerdas Valladolid?,
fue tu cuna de adalid,
haber nacido en Morelia,
diciendo no a la miseria.
¡Hay “Niño” de las entrañas,
dispara balas de salva!,
Michoacán: ¿la paz extrañas?,
que aparezca pronto el alba.
Escaleras de espiral,
la vida del insurgente,
fue venciendo al cruel rival,
postrarse ante tal valiente.
Murales en tu intestino,
proyectan triunfal destino,
no repitamos la guerra,
sembremos con bien la tierra.
Libro abierto, Carta Magna,
¡mi México se desangra!,
Cura Morelos, bendito,
venid, que te necesito.
A esta Plaza, a su atrio,
hacen falta tus principios,
¡ondea lábaro patrio!,
olvidemos los prejuicios.
Retomemos sin temor
“Sentimientos de Nación”,
hagámoslo con valor
y con mucha devoción.
Si la violencia no ceja,
si la impunidad escala,
poner fin al vil Calleja,
la maldad así se acaba.
En espalda ventanales,
cinco en espina dorsal,
tú sí entraste a los anales
de la historia universal.
Cañones de artillería,
llamados León y Leona,
muy prestos, con gallardía,
hacen guardia en tu casona.
A propios y extraños:
no causar más daños,
dentro del recinto,
¡respeto al extinto!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Michoacán, 18 de abril del 2011.
Registro INDAUTOR No. 03-2011-041513462700-01
Gracias, Lic. Ramos, por haberme hecho llegar este poema justo el día del CCL Aniversario de Morelos, me he permitido reproducirlo en un espacio que tengo dedicado a la Guerra de Independencia, se llama Cabezas de Águila, allí podrá ser conocido por más personas.
EliminarMuchas gracias, Señor Benjamín Arredondo, por su amable atención a mi poema: "VIGILANTE DE JANITZIO". Para mi es muy importante que personas, como Usted, valoren lo que escribo. Saludos. Que siempre esté bien. Le envío otro poema dedicado a la Isla de Janitzio, espero sea de su agrado. Hasta luego. Estoy a sus órdenes.
EliminarISLA DE JANITZIO
Eliminar“Pareces media naranja, posada sobre sus gajos,
seguiré la acuosa franja, para estar entre tus brazos.”
La diestra en lo alto,
a tu gloria exalto,
el puño en el cielo,
buscando un anhelo.
Isla de Janitzio
de la paz resquicio,
cabello de elote,
el lago tu escote.
Lugar de unos cuantos,
algunos muy santos,
de sangre lacustre,
territorio ilustre.
De Pátzcuaro orgullo,
Michoacán es tuyo,
México y el mundo
te siguen el rumbo.
Estás presente en la mente
del viajero, de la gente,
Jarácuaro y Urandén,
no sienten por ti desdén.
¡Porque engrandeces el sitio!,
porque estás desde el principio
al centro de la región
y en turismo eres bastión.
Desde arriba patos,
que vuelan muy gratos,
me dan bienvenida
hasta mi partida.
Te miro junto a Tecuena,
donde quise a mi morena,
bella Yunuen y Pacanda,
a esa virgen una manda.
Tu acuático lirio
querer con delirio,
como terso anzuelo
para un desconsuelo.
Mariposas redes,
quedo a sus mercedes,
mi enamoramiento
hasta el firmamento.
La barca se mece,
el verte enternece,
en el frente el faro
y un lecho preclaro.
Las boyas me guían,
pues en mí confían,
hacia vida aislada
por agua rodeada.
Cintilan las luces
de tu alrededor,
la corte de peces
se forma en tu honor.
Janitzio y montañas,
canto a sus hazañas,
bóveda celeste,
firmamento agreste.
De plata es la luna,
con figura de uña,
que, como ninguna,
tu destino acuña.
En comercio y pesca;
gente pintoresca,
amable, agradable,
¡que su casta hable!
Purépecha idioma
que el oído aroma,
lengua cantarina
que la voz afina.
Son blancas tus casas,
algunas grisáceas,
rojizas sus tejas,
focos candilejas.
Todo hermano visitante
se encariña, en un instante,
de tus lindos rinconcitos,
de tus oleajes bonitos.
Cualquier alma apasionada
busca en ti cordial posada,
tierno amor a la medida
que no tenga despedida.
Muchas fiestas,
baile, orquestas,
la comida ni se diga,
¡Jesucristo te bendiga!
En noviembre, día de muertos,
brillan tumbas, frescos huertos,
redimidos corazones
con latidos de ilusiones.
Te llevo en mi pensamiento,
te lo juro que ya siento . . .
la ilusión de ver a Dios
antes de decir . . . ¡adiós!
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Isla de Janitzio, Michoacán, 02 de noviembre del 2010.
Reg. INDAUTOR No. 03-2011-041513462700-01
Muy hermosos poemas, un orgullo Mexicano.👼👼👼
ResponderEliminarMil gracias, Rocío, por la amabilidad de apreciar mis versos. Saludos afectuosos. Que siempre esté bien.
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