México es fascinante, me refiero al buen México y a los buenos mexicanos, que somos la inmensa mayoría, que estemos pasando por malos momentos y que el futuro no sea nada promisorio, es otra cosa. Pero, como de ese tipo de notas las encuentras profusamente en la prensa diaria, en este espacio llamado El Bable, nos enfocamos a lo mejor que vamos encontrando en México y vamos escarbando, en medida de nuestras posibilidades en libros (especialmente antiguos), revistas (especialmente las no comerciales) y sitios electrónicos (especialmente los de instituciones culturales) información sobre sitios en los que, gracias a buenos amigos, me llevan a conocer, como es el caso de lo que hoy comparto contigo. El pueblo de Nextipac.
Varios son los conceptos que debemos entender para asimilar bien lo que hoy veremos. Uno de ellos el de Pueblo. Por pueblo, regularmente entendemos aquella comunidad pequeña, alejada, en la zona rural. En efecto, esa era la denominación que hace varios siglos existía en México. Ciudades eran pocas las que contaban con ese privilegiado título, seguían las Villas, luego los Pueblos, después estaban las Haciendas y los Ranchos, es decir, siendo 5 las distintas categorías, los Pueblos estaban justo a la mitad de las mismas. Ni tan chico, pero tampoco tan grande. Esas categorías se basaban, en buena medida, en el número de sus habitantes, solo que en aquellos tiempos virreinales, ni idea tenía de lo que sería la explosión demográfica que se vivió luego de la Revolución de 1910, más concretamente en el tiempo de "las entreguerras", 1930-1940.
México fue, desde el virreinato, un pueblo esencialmente rural, lo que abundaban eran los pueblos, ranchos y haciendas, en la década de los cincuenta del siglo XX se llegó a la par, 50-50, ya casi por terminar esa década la proporción de población se cargó a la parte urbana hasta volverse, en nuestros días, una proporción un poco alarmante de 80% urbano y solamente 20% rural. Es alarmante porque eso implica el abandono del campo y la consecuente insuficiencia en alimentos... no nos extrañemos que dentro de poco todo venga del extranjero, que nos volvamos dependientes de nuestros alimentos en campos de otras naciones.
Y ocurrió que, antes, tiempos virreinales, eso que hoy conocemos como Delegación Iztapalapa, era un núcleo poblacional que se conformaba de dos "semi pueblos" (término medio extraño) que eran el de Axomulco y el de Atlalico. Eso en lo que concierne propiamente al pueblo de Iztapalapa, pues la región consistía en otros 15 pueblos: Aculco, Atzalapa, Aztlahuacán, Acahualtepec, Acatitla, Culhuacan, Meyehualco, Mexicalzingo, Nextipac, Tetepilco, Tomatlán, otro Tomatlán, Tezonco, Tecoloxtitlan, y Xicoténcatl. Algunos de estos pueblos, se subdividían en Barrios, pero no hago la lista porque se volvería muy larga la lectura de nombres de la antigua lengua.
Por Iztapalapa ocurrieron cosas muy interesantes, por ejemplo fue por ese rumbo por donde entraron las tribus del norte, esas que venían del mítico Aztlán, en busca de la señal aquella de "un águila parada sobre un nopal y devorando una serpiente", antes de encontrar, justamente la señal y fundar la ciudad que se volvería la capital de un Imperio y que es en la actualidad la capital de País. Por Iztapalapa sería también la entrada de los Conquistadores, sería la Calzada de Iztapalapa la que sorprendiera a Cortés y que Bernal Díaz describiría para nuestro regocijo.
Pues ese es el sito que ahora visitamos, evidentemente que la visita la hice justo el 2 de Noviembre, queda más que claro en las imágenes de tan coloridas tumbas, que no son tumbas, sino que fueron tumbas de un panteón ya inexistente que se ubicaba en el atrio de la capilla, ahora Parroquia, de San Juan Bautista, que, con amor, sus moradores cambiaron el nombre a San Juanico, agregando el emblemático Nextipac, como apellido, si se quiere ver así, como símbolo ineludible de la identidad tan arraigada en todo el valle de México.
Me maravilló, me sorprendió ver un estilo de altares tan bien dispuestos, aparecieron en esos días de nuevo las tumbas que antes hubo, pero además aparecieron con un colorido y un arte sumamente especial en el que, entre flores y pétalos de otras flores, se fueron creando formas y alegorías, alegorías aunque se esté recordando la muerte y la desaparición de alguien, seguramente muy querido y muy próximo.
Habrá que anotar que este rumbo de Nextipac era una de las tantas islas que había en los cinco lagos que del Valle de México, y era la parte sur, sur-oriente por donde estaban los lagos de agua dulce, por lo tanto las cosechas eran buenas y abundantes. Y la profusión de flores era mucha, por lago, un poco más al sur de ese rumbo, se llamaba Xochimilco, además eran esos pueblos, pueblos chinamperos y el gusto por las flores y la convivencia con las flores era mucha.
"Fue construido de 1880 a 1897 sustituyendo una capilla que se dice era del siglo XVIII, sin embargo, se conserva una pila bautismal monolítica con basamento labrado, restos de dos columnas y una escultura de San Matías del siglo XVI. Las campanas tienen fechas de 1689, 1700 y 1750. La casa cural la construyó el Arquitecto José Gorbea Trueba. La planta basilical, el cuerpo central así como el presbiterio y sus laterales son antiguos, los cuerpos laterales son modernos, la fachada tiene ornamentos de cemento". (Tomado de SecturDF)
"Antes de la desecación lacustre, la sierra y el cerro de la Estrella formaban la península que dividía las aguas dulces de las saladas, Iztapalapa, Villa Real gobernada por Cuitláhuac; era un vergel y abastecedora principal de la Gran Tenochtitlán. La cultura azteca se basaba en su capacidad para convivir, conservar, encausar, explotar y mantener a raya los cinco lagos. Ligados a su entorno campestre y propiedad comunal, mantenían un orden propio coherente. La distancia que separaba las comunidades de la ciudad eran 5 leguas. Nextipac era un pueblo al SE de la ciudad que ahora está casi en el centro."
"Los mexicas logran huir a Mexicalzingo de donde son echados, terminando en Iztacalco, hace 700 años. En venganza, los culhuas queman todo el asentamiento para no dejar rastro de ellos. Una vez dominando el valle, los mexicas, regresan, la reconstruyen y la bautizan Nextipac. Su toponimia resulta de las palabras náhuas nextli: ceniza; e icpac: en lo alto, arriba o sobre, “Sobre las cenizas”. Esta afirmación la respalda el códice Aubin que narra la historia azteca entre 1168 y 1576 registrando sus asentamientos durante su peregrinar mencionando a Nextipac como indican el siguiente fragmento de este códice y su traducción:“8 calli xihuitl, ic onmiquanique in Nexticpac in Mexica. 11 tecpatl xihuitlipan nauhxiuhtique in Mexica in oncan Nexticpac.”“Surgiendo el año 8 Calli, los Mexicas fijaron su residencia en Nextipac. Allí permanecieron 4 años. Fechado el año 11 Tecpatl".
"Lo especial de Nextipac radica en todo lo siguiente. Es un lugar donde su Dios les indica que su asentamiento definitivo será en otro lugar. Es aquí donde nace la leyenda de la Diosa Madre. Es aquí donde levantan sus armas para mostrar su valentía. Es aquí donde pierde su nombre original del cual sólo quedan conjeturas. Y es aquí donde resurge el pueblo como el ave fénix, sobre sus cenizas." Esto que acabamos de leer es apenas una corta idea de lo que fue Nextipac, está escrito por una persona que firma como Chonpipe, te recomiendo leer el artículo completo aquí.
Muchas son las tradiciones que sobreviven en México, algunas de ellas van creciendo, se van difundiendo más y más, como las de del Día de Muertos. Eso es bueno, aunque alguien por allí me dijo que eso es un invento de Lázaro Cárdenas; no dudo que lo haya sido, pero es un modo de volver a ese México que se nos está escapando de las manos...
Y este amigo que tuvo a bien llevarme a conocer estos rumbos de Nextipac, lo hizo con un firme propósito, el ver lo que apenas en Septiembre de 2014 se había descubierto allí, a un costado de la parroquia, durante las excavaciones que, para la cimentación de la nueva plaza comunal del pueblo se estaban realizando: los vestigios del pueblo original que allí había, mucho antes de la llegada de los españoles.
24 de octubre, 2014.- "A sólo 40 centímetros de profundidad, los vestigios de lo que fue un antiguo conjunto habitacional del señorío de Iztapalapa comenzaron a surgir. Un grupo de arqueólogos mexicanos localizó los restos de al menos tres estructuras prehispánicas que sirvieron como dormitorio a los primeros habitantes del pueblo de San Juanico Nextipac, una de las poblaciones más añejas que se asentó al sur del lago de Texcoco. Los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han identificado entre las ruinas los entierros de tres infantes que fueron colocados según la práctica mesoamericana, bajo los pisos de los dormitorios. Los arqueólogos piensan que pudo haberse tratado de ofrendas que sirvieron para realizar alguna ceremonia, pero los enigmas de la región apenas han comenzado a revelarse." (Nota de Excélsior.)
Efectivamente, en la ciudad también hay pueblos, pueblos dentro de la ciudad que siguen manteniendo sus costumbres y sus tradiciones, son los llamados Pueblos Originarios.
Cuando gustes te invitamos a conocer mas de nuestro pueblo y todas sus costumbres y festividades
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