“Gloria solar, inmortalidad, realeza, incorruptibilidad, orgullo. La resplandeciente majestad de la exhibición del pavo real macho es el origen de su asociación con la inmortalidad. En las antiguas tradiciones de la India, y posteriormente en Irán, la radiación como rueda de esta exhibición era símbolo del sol “que todo lo ve” y de los ciclos externos del cosmos. Como las serpientes eran enemigas del sol en el simbolismo iraní, se decía que el pavo real las mataba y usaba su saliva para crear los “ojos” iridiscentes verde bronce y azul-dorado de las plumas de la cola. A esta leyenda se añadió la idea de que la carne del pavo real era incorruptible. Conforme se extendía la fama del ave y se exhibía en el mundo mediterráneo, se convirtió en emblema no solo del renacimiento (como en el primitivo simbolismo cristiano) sino también del firmamento lleno de estrellas, y en consecuencia, de la totalidad cósmica y de la unidad. La unidad en la dualidad (el sol en el cenit y la luna llena) se retrata mediante el diseño islámico de dos pavos reales frente a frente junto al Árbol Cósmico.
En la tradición clásica, el pavo real se consagró a la diosa griega Era (Juno en la mitología romana), de la que se decía que le concedió los cien ojos del asesinado Argos Panoptes (“todo lo ve”). Los pavos reales se consideraban ampliamente como emblemas de realeza, poder espiritual y apoteosis. En Roma, el pavo real era el ave del alma de la emperatriz y sus princesas, como el águila era el emperador. La corte persa era el “Trono de Pavo Real” y también se asociaban estas aves con los tronos de la diosa hindú Indra, Amitabha (que preside el paraíso chino budista) y las alas del querubín que sostiene el trono de Jeová. El pavo real es acompañante o montura de varias deidades hindúes, en especial Saravati (dios de la sabiduría, la música y la poesía), Kama (del deseo sexual) y del dios de la guerra Skanda (el cual también podía transformar venenos en el aire de la inmortalidad).
Como emblema budista de Avalokiteshvara (Guan Yin en china), el pavo real representa la vigilancia compasiva, y tenía un significado similar en la iglesia cristiana. A veces los pavos reales aparecen en el arte cristiano en la Natividad de Cristo o bebiendo de un cáliz, ambos diseños de vida eterna. Sin embargo, las doctrinas cristianas de humildad condujeron a una analogía entre el pavo real y los pecados de orgullo, lujo y vanidad (asociaciones inspiradas en el texto científico del siglo II d.C., Physiologus). Aunque el pavo real personifica principalmente al Orgullo en el arte occidental, la mayoría de las otras tradiciones lo consideraban un símbolo totalmente positivo de jerarquía y dignidad, en especial en China, donde era emblema de la dinastía Ming. Las danzas de pavo real en el sur de Asia se basan en la idea original del ave como emblema solar, y su “muerte” actuada atrae las lluvias.
Fuente:
Tresidder, Jack. Diccionario de los símbolos. Grupo Editorial Tomo. México, 2003. pp. 182-183
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