Después de México... ¿Todo es Cuautitlán?

    Tenía un objetivo claro al visitar Cuautitlán: ver con el mayor detalle posible la Cruz atrial que allí se ubica, construida en 1555, para cerciorarme si esa más que ser del tipo Atrial, es de Humilladero y con esto corroborar que ese era el punto de partida a la tierra adentro. La cruz no la pude ver en su totalidad pues está ahora (febrero-marzo 2015) en proceso de restauración, pero sí pude comprobar que la cruz sí fue colocada en ese sitio y sobre esa plataforma, muy en alto para que la gente se humillara y diera gracias sea por partir que por llegar de la tierra adentro.

    Los humilladeros eran un sitio en donde se hincaba, prácticamente se tiraba uno al suelo para dar gracias al Altísimo, buscando una protección o agradeciendo la protección recibida. Había uno en la ciudad de México, le decían el de Guerrero, estaba un poco más al poniente de la Alameda y el Camino Real tenía su punto cero en la Plaza de Santo Domingo, eso debido a que allí se localizaba la Aduana, un Humilladero, hasta donde tengo entendido no había en ese punto, por lo que, de acuerdo a las tradiciones de la época, siendo este tan necesario para implorar esa protección, el humilladero se localizaba unas 8 leguas más al norte: en Cuautitlán.

    Así pues, el Camino Real se servía de una de las calzadas prehispánicas, para salir, por así decirlo, de las lagunas del Valle de México y entrar en la tierra firme, enfilaba por Nonoalco, Atlepetac, Xocotitlan, Ahuehuetepanco, Tenayuca, Naucalpan, y llegaba a Cuautitlán, que fue, muy al principio de la Colonia, la frontera más norteña del territorio que Cortés ya nombraba como la Nueva España, quizá fue desde entonces que se acuñó la conocida frase: "después de México, todo es Cuautitlán", en franca referencia a que luego de ese punto comenzaba la terra ignota, la tierra adentro...

   Se dice que esta Cruz de Cuautitlán es la más bella de las setenta y tantas que sobreviven en México, sin lugar a dudas tiene una particular belleza, pero habrá que considerar que había una de singular belleza, estaba en el atrio del Santuario de Guadalupe, ahora dentro de su museo. No podemos dejar de mencionar que la cruz atrial de Huichapan es magnífica, y la cruz del humilladero de Jilotpec, de nombre Dendho es bastante bella, así que será bueno decir que la de Cuautitlán tiene lo suyo, todo el discurso completo de la Pasión, recordemos que estas cruces llevaron, en algún momento el nombre de Pasionarias y todas, todas, son bellas.

    La razón por la cuál pienso que no es esta una cruz de Cuautitlán del tipo atrial, sino de humilladero, es porque las cruces atriales estaban en el centro de los atrios, eran una especie de ombligo, en rededor de la que se colocaban las capillas posa, que eran cuatro, marcando con ellas los cuatro puntos cardinales. De ese modo se lograba hacer un sincretismo más al asociar aquella antigua tradición nahua del cuatro más el centro. Pero, volviendo al término de los espacios, de haber sito esta una cruz atrial, estaríamos ante el atrio más grande de toda la Nueva España y no es así.

    En cambio, al ser esta una cruz de humilladero, estaríamos en el punto en donde comenzó hace muchos años la tierra adentro, si bien ya para 1555, cuando se dice se colocó, la tierra adentro ya había desplazado su línea fronteriza un poco más allá del real de minas de Zacatecas, el Camino Real ya se le conocía como el de Tierra Adentro y su trazo, el original, estaba ya bien definido, desde allí continuaría al norte, pasando cerca de Teoloyucan, Tepozotlán, pasaría por Tepeji del Río, Tautla, Jilotepec, solo por mencionar los primeros puntos de su trazo.

   Me quedo con las ganas de analizar la cruz de Cuautitlán, los andamios no permiten verla completamente, supongo que para la Semana Santa de 2015 estará ya completado el trabajo y se podrá admirar con toda su magnificencia, así que continuamos caminando por Cuautitlán, a pocos pasos se localiza el Templo de San Buenaventura, levantado por los franciscanos en 1525.

    Para el siglo XVIII, 1735 aproximadamente, el nuevo templo, ya parroquia, es levantado, junto a él, al lado derecho, como marca la tradición, el convento de San Buenaventura. En la actualidad el templo tiene el título de Catedral, cosa que ocurrió en 1979 y recientemente todo el conjunto fue restaurado, logrando un trabajo excepcional.

    Estoy con tiempo limitado, así que apresuro mi paso para conocer un poco más del centro de Cuautitlán, siempre en busca de descubrir la respuesta a aquello de que si es o no es después de México, Cuautitlán.

   La estación del Ferrocarril Central Mexicano, oprimida entre los tendidos del ahora Tren Suburbano. Las vías rápidas, autopistas, tránsito vehícular intenso... esto no es provincia, ¿o si?

    Cuautitlán, como toda la zona al norte de la ciudad de México fue, durante mucho tiempo, zona agrícola, la muestra la tenemos con la cantidad de haciendas que había, y esta troje es un vestigio de ellas, que aparece por el camino y creo tener ya la respuesta: No, no todo es igual más allá de Cuautitlán, creo que Cuautitlán es la mezcla de la provincia con la gran urbe, todo dependerá hacia donde mires.

O hacia donde puedas mirar.

Te recomiendo entrar en este enlace, pera ver la obra de restauración de la Catedral de Cuautitlán.