En el artículo anterior anotábamos lo sucedido en México una vez que se logró sacar del país al General, ese que se autonombró Su Alteza Serenísima, Antonio López de Santa Anna. Con la astucia que le caracterizaba, luego de recibir siete millones de pesos por la venta de La Mesilla en 1854 Ignacio Comonfort se pronunció en su contra, surgió el Plan de Ayutla, al poco, atrincherado en el Fuerte de San Diego en Acapulco, ambos se enfrentaron, saliendo victorioso Comonfort, era el 20 de abril y todo ese año fue de levantamientos en distintos puntos del país. Los cuales continuaron a lo largo de 1855, para agosto Santa Anna, antes de abandonar México en una especie de auto-exilio nombra un triunvirato el cual designó a Martín Carrera como Presidente Interino. Los pronunciamientos se seguirían uno a uno por los cuatro rumbos de México, el 4 de octubre es nombrado otro Presidente, también en calidad de Interno: Juan Álvarez.
Poco duró Álvarez, pues el 11 de diciembre es nombrado Ignacio Comonfort como Presidente Sustituto, él, a su vez, da el cargo a Manuel Siliceo de Ministro de Fomento, donde se incluían las comunicaciones y los transportes, sector que estuvo en el abandono durante poco más de cuatro décadas. Aquellos emblemáticos Caminos Reales sufrieron las consecuencias de una década de guerra por la independencia y de tres décadas de inestabilidad política, prácticamente habían caído en el abandono, pero tenemos noticias de que a lo largo de 1854, 1855, 1856 y el primer semestre de 1857, hubo mejoras y adecuaciones, al menos en el tramo que va de México a Lagos es decir, en varios tramos de lo que fue en su momento el Camino Real de Tierra Adentro.
Contamos con información de cantidades invertidas en la reparación del Camino Real, que ya solamente se le conoce como 5ª. Línea, en los tramos de México a Querétaro, de Querétaro a Guanajuato y de Guanajuato a Lagos, los datos los obtiene el Ministro de Fomento de parte de los Directores de cada tramo, algunos enviaron toda la información solicitada, otros algo de la información y otros más, nada. Por lo tanto, las sumas son en esa base. Como quiera nos da una idea de la situación vivida en el periodo en que hubo una docena de levantamientos, otra de pronunciamientos, tres Presidentes de la República y mucha inestabilidad. En 1857 fueron $53,491.00 los invertidos en los tramos mencionados. $34,718.00 en 1855; $25,044.00 en 1856 y en el primer semestre de 1857, $12,922.00. Es notorio que la vida política afectaba directamente las condiciones del camino.
Número de gente que trabaja, sus sueldos y jornales.
“Se emplean en la obras de éste tramo (México-Arroyozarco), dos sobrestantes con sueldo de cuarenta pesos cada uno, y otro con el de treinta: cuatro capataces a seis reales diarios, uno a cinco y tres a cuatro. Tiene cuatro albañiles, ganando 4 reales diarios, y los otros tres reales cada uno: un guarda herramientas con jornal de dos reales, dos carreteros, que ganan tres reales diarios y ciento veinte peones a dos reales diarios cada uno.
Se emplea en los trabajos (del tramo Querétaro-Guanajuato), un sobrestante mayor, con el sueldo de sesenta pesos mensuales, y otros dos sobrestantes de cuadrilla, con el de treinta al mes cada uno: tres capataces cuyos jornales varían de cuatro a seis reales diarios: un albañil que gana diez reales, y 116 peones a dos y medio y tres reales diarios. Hay además un escribiente de la dirección con el sueldo de treinta pesos mensuales.
En el tramo de Guanajuato a Lagos se emplea en este camino actualmente, un sobrestante con sueldo de 24 pesos mensuales y ocho peones a dos reales diarios: hay además un escribiente con el sueldo de 40 pesos por mes".
“Se empleaban en este camino, un sobrestante con el sueldo de 30 pesos, un albañil que ganaba 5 reales diarios, y 13 peones a dos y medio reales diarios. Había además un escribiente de la Dirección con el sueldo de 50 pesos también al mes.
"Últimamente, y cuando esta Administración se ocupaba de reorganizar los trabajos en él, tuvo los mismos inconvenientes que para el tramo de Guanajuato a Lagos; en consecuencia de los cuales carecía absolutamente de recursos para las obras. La circunstancia de haberse separado el Director D. José María Alcocer, por no jurar la Constitución, nulificó completamente las obras de éste camino que continúan paralizadas en espera del nombramiento de nuevo Director, aunque tal vez sería más conveniente comprender la reforma de este tramo en la general indicada para el establecimiento de peajes en el Estado de Guanajuato.
Las obras mientras existieron estuvieron reducidas a allanar el camino, destruir atascaderos, recomponer las calzadas antiguas, recoger piedra suelta, y sobre todo impedir los perjuicios que ocasionan las lluvias".
Para no tener dudas en cuanto a cómo afectó la perenne inestabilidad vivida durante el largo periodo presidencial de Santa Anna (considerando entro y salió como Presidente once veces, algunas de tan sólo dos semanas), lo que el Ministro Siliceo anota en lo relativo al tamo de Lagos a Zacatecas es contundente:
“En toda esta línea, sólo de éste tramo ha intentado encargarse la Administración general, y para proceder a la compostura estableció en 1855, Recaudaciones de Peajes en Zacatecas y Aguascalientes, pero como ese establecimiento coincidió con los acontecimientos políticos de la época, las Recaudaciones se suprimieron muy poco tiempo después de establecidas. Terminados dichos acontecimientos políticos, la administración a mi cargo ha continuado en su propósito de llevar a efecto la compostura del mencionado tramo, estableciendo las Recaudaciones que antes existieron; pero la tenaz obstinación de los gobiernos de Zacatecas y Aguascalientes es no admitir el impuesto de peajes, no obstante tenerlo establecido el primero de dichos gobiernos por cuenta del Estado ha impedido hasta hoy, que la Administración cumpla su propósito. En consecuencia carece absolutamente de antecedentes para dar respecto de esa Línea de este tramo las noticias pedidas”. (1)
Una de las tantas herencias que recibimos de los tres siglos de presencia española es el enorme aparato burocrático, los caminos no serían la excepción. Para el año que ahora estudiamos, 1857, en las postrimerías de otro conflicto político desatado por el Plan de Tacubaya a consecuencia de la proclamación de la Constitución Política de 1857, vemos que había un Administrador General de Caminos, era Benito Quintana, él contaba con dos Oficiales, un Escribiente, cuatro Auxiliares, un Portero y un Mozo, todos ellos en la ciudad de México. Había, además, 12 Directores, 2 Sub Directores, 7 Sobrestantes, 1 Encargado de Obras, 43 Recaudadores, 39 Celadores, 65 Guarda Trancas, 46 Escribientes, 32 Guardas Vigilantes, 6 guardas y 1 Celador Extramuros, todos ellos distribuidos en distintas parte de los Caminos de los que hay información. El total es de 274 personas en la parte administrativa y operativa, hay que considerar lo que arriba anotamos que eran los que trabajaban en las reparaciones. Todo esto en el consabido “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.
Creo será interesante ver un poco de los sueldos. El caso de los Recaudadores, que eran aquellos que estaban en las Garitas cobrando los Peajes, los cuales no eran por personas o vehículos que transitaban, sino por la mercancía que llevaban, algunos tenían un sueldo fijo, el cual variaba de 80 a 40 pesos, dependiendo el punto del camino en donde trabajaran, siendo el más alto el de Querétaro. Pero había algunos que ganaban por porcentaje, el cual variaba mucho, dependiendo también del punto del camino. Los Escribientes ganaban de 40 a 15 pesos, dependiendo del punto del Camino. Los Guardias Vigilantes de 30 a 18 pesos. Los Guarda Trancas de 12 a 8 pesos. Los Celadores de 40 a 30 pesos y los Directores de 166 a 100 pesos.
No sé tú, pero yo, al escribir esto, siento como si hubiera hecho un recorrido por el Camino Real de Tierra Adentro, aclarando algunas deudas que tenía, pero generando más interrogantes; como, por ejemplo esa de lo que siguió luego en el tiempo, cuando Juárez salió con su “Presidencia Itinerante”, casi siempre a través del Camino Real, y luego cuando la Invasión Francesa y el montón de documentos que el ejército galo levantó en cuanto a mapas se refiere del Camino Real, con sus ranchos, haciendas, pueblos, villas y ciudades. Nos queda mucho por estudiar.
Sobrestante: m. El que dirige a cierto número de obreros y realiza determinadas obras bajo la dirección de un técnico.
Fuente:
1.-Siliceo, Manuel. Memoria de la Secretaría y Despacho de Fomento, Industria y Comercio. Imprenta de García Torres. México, 1857. pp. 5-77
2.- Norma. Diccionario de la lengua española. Básico. Editorial Norma. Colombia, 2001. p.698
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