domingo, 12 de agosto de 2012

El calendario lunar.

 Seguimos en este agobiante mes de Agosto tratando de entender mejor el Calendario. El motivo es uno, la razón por la cual me interesa entender un poco más allá de lo que ha sido la medida del tiempo a lo largo de la historia es porque dentro de poco los medios se volcarán sobre el tema. Mientras más nos aproximemos al cambio de Era, más se hablará y, seguro estoy, se dirá, especialmente en la televisión, una cantidad impresionante de mentiras, de imprecisiones y de absurdos que, más vale irnos informando para llegar al momento cumbre, cuando el reloj marque las 05:12 del 21/12/12 se dará el equinoccio de Invierno, pero tengo entendido que el cambio de era será a las 11:12 es decir a las 11 de la mañana con 12 minutos, pero no estoy totalmente seguro del dato.

 Si fuiste aficionado a las películas de vaqueros, tan abundantes en los sesenta, recordarás que siempre hacían mención de las lunas cuando había diálogos entre las tribus indígenas norteamericanas. Se decía que hace tantas lunas ocurrió tal cosa, esto como referencia calendárica; evidentemente se referían a un calendario lunar el cual, en números sencillos se forma de 28 días, tiempo que dura la aparición de una luna llena, pero científicamente son 29.53 días los que pasan entre una y otra luna llena. De allí que el 9 se vuelva un número importante ya que son 9 lunas las que dura una gestación humana. Esto lo conocieron muy bien los mayas y todos los pueblos mesoamericanos, razón por la cual todas las pirámides principales están formadas siempre de 9 plataformas, más aun, en la tradición Católica tenemos las novenas, sea para los santos que para los muertos... ¿por qué? pues porque ese 9 nos da la idea de volver al punto de origen.

 Pero mayas y aztecas llevaron una cuenta diferente, ellos calculaban 13 meses de 20 días que sumaban 260 días que si los divides entre las 9 lunas te da 28.88, es decir, nueve lunaciones tardaba en recorrer ese nuevo ser desde el mundo de lo desconocido en llegar a este mundo que habitamos. Pero no solo los mayas llevaron calendarios lunares, lo hicieron también los árabes, los hebreos y los balineses, solo por mencionar algunos.

 Si hoy en día, cuando tenemos la oportunidad de ver una luna llena en toda su magnitud y esplendor nos maravillamos, imagina lo que era hace miles de años cuando el mundo no estaba saturado de humos contaminantes ni había luz artificial que impedía ver con claridad el espectáculo mayor que era el cielo. Supongo que ese fue el motivo por el cual se mantuvo siempre la atención al firmamento para irlo entendiendo y disfrutando.

 Pero hay que entender una cosa, la aparición de las lunas llenas no eran las que indicaban el inicio del mes, lo eran las lunas nuevas y, caso específico de los árabes, este inicio del calendario lo marcan tres días después, cuando aparece el cuarto creciente, de allí que para ellos el símbolo de su pueblo sea precisamente ese, la luna creciente y, por cierto, su calendario no está marcando el 2012 como en el nuestro, el Gregoriano, marca el año 1433 y para los hebreos su calendario está marcando el año 5772, esto debido a que la cuenta del tiempo va asociada a eventos religiosos.

 Para nosotros lo que nos marca el calendario en el 2012 es que esa cuenta va desde el nacimiento de Cristo, el d.C. Para los árabes su cuenta calendárica comienza con la Hégira, que es cuando Mahoma se traslada de la Meca a Medina y para los hebreos por que ellos cuentan desde el Génesis del Mundo. Cosas que ocurrieron, en el caso de los árabes, el 16 de julio del año 622 y el 7 de octubre del 3761 a.C. con los hebreos.

 Esta secuencia de fotos que estás viendo las hice el 1 de agosto de este 2012, la octava luna llena del año en San José del Cabo, Baja California Sur.


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