miércoles, 28 de octubre de 2009

Dicen que murió de frío, yo se que murió de amor… Las mujeres guerreras.

De la más de docena de años que llevo viviendo en San José del Cabo, fue hasta hace poco que oí una leyenda que me dejó impactado: Hay en el panteón local una tumba que, especialmente las adolescentes visitan, llevan una rosa roja y le dejan regalos a la que murió de amor, dicen que ella ayuda a aquellas personas que tienen alguna dolencia de esas de amor, que une parejas, que ayuda a encontrarlas. Esta muchacha murió hace muchos años, al parecer venía de Europa, su padre era muy severo y le ahuyentó al novio que tenía, ella no resistió esa separación y murió.

A partir de ese momento me llené de preguntas, pero sobre todo, me vino a la memoria de inmediato una canción de Oscar Chávez que cantaba en los inolvidables años setenta, basada en un poema del apóstol cubano José Martí. Incluso llegué a pensar que Martí quizá escuchó la leyenda y de allí se inspiró para su poema.

Fueron dos meses, de averiguar con toda la gente nacida aquí que conozco, a todos y cada uno de ellos les hice la pregunta y la respuesta fue exactamente la misma: “ah si, he escuchado algo de eso, pero no me acuerdo”. Hubo alguien que me dijo que no era tan vieja como para acordarse. Y hubo quien no tenía la menor idea de lo que le estaba hablando. Hubo quien me dijo le preguntaría a su “nana” como le dicen acá a las abuelas y no corrí con suerte. Finalmente un muy estimado amigo me hizo llegar un link a un blog llamado “Cañada de los Perros” en donde me dio la pauta para averiguar más al respecto.

Evidentemente que lo primero que hice fue ir al panteón, entrando a la derecha, me dijo alguien, la encontrarás, cosa difícil en un mar de tumbas, de excepcional forma, por cierto. Encontré al vigilante y le pregunté, ah si, me dijo, está por allá y me señaló el sitio. Atrás de la cruz. ¿Cuál?, pregunté, en un lugar donde hay unas 2000 cruces necesitaba saber exactamente cual. Venga, se la mostraré. Enfilamos entre las tumbas y la señaló estando frente a ella. Esa es. ¿Y usted que sabe? Le pregunté. Pues no mucho, parece que venía de Dinamarca y que su papá la encerró en su casa y cuando quiso casarse el le ahuyentó al novio y ella se murió. Creo esa es la historia.

Era ya la segunda tercera versión que oía, pero lo bueno es que en ese blog de la Cañada hacía referencia a un nombre que podría ser la clave de todo, el Profesor Fernando I. Cota Sandez, persona de grato recuerdo en la región. En la primera oportunidad que tuve, luego de tres huracanes seguidos que padecimos, fui a la biblioteca municipal y dí con un pequeño libro, de esos muy comunes en los pueblos, los que se editan en la conmemoración de algo para preservar la memoria local. Lo que encontré fue esto: “la historia de esta beldad se puede explicar de la siguiente forma: Juan Mouet –francés- contrajo matrimonio con Priscila Ceseña, procreando 12 hijos, entre ellos Adelina, quién casó con Pablo Seguín –portugués- Adelina y Pablo se quisieron entrañablemente hasta que ella murió joven y enamorada de su esposo, en el justo momento del parto del primer hijo”. Relatos, anécdotas y forjadores del Municipio de Los Cabos. Fernando Cota, 1996.

La historia cambiaba drásticamente, Adelina no murió de amor, murió en el trabajo de parto, esto me remite a una de las cosas mas interesantes que hay en la cosmovisión azteca, el Cinacalco o “casa del maíz” lugar donde descansan estas mujeres que eran consideradas como guerreras, pues dar a luz es una batalla y si un guerrero azteca moría en la contienda era considerado un héroe, igual privilegio tenían las Chihuapipiltín “mueres valientes”. Al morir en el parto las almas eran recibidas por unas palomas que les indicaban el camino a la casa del maíz; comenta el Arqueólogo de la UAZ, Alfredo Carrillo que recibían también el nombre de Mocihuaquetque, mujeres guerreras, “se les daba esta denominación porque se pensaba que el dar a luz era una especie de batalla de la cual se podría salir triunfante o muerta. Se les llamaba también Tzitzimeh, mujeres monstruo. La muerte al dar a luz, se equiparaba con los logros de un guerrero cuando capturaba prisioneros y por ello la casa donde moran los guerreros y las mujeres es de igual importancia”.

Tonatiuh, el sol, era acompañado en su diario camino por dos ejércitos, el de las almas de los guerreros muertos desde el amanecer al medio día y por las Cihuateteos, las mujeres muertas de parto, del mediodía hasta la puesta del sol. Y era el privilegio mayor que se podía tener en la vida, recordemos que para los aztecas la muerte era mas importante que la vida. Así pues Adelina está presente aun, pues del mediodía en adelante ella brilla allá en lo alto en los días tan calurosos del verano josefino. Pero… ¿Qué hay de la vida de Adelina?

Otro de los ilustres personajes sudcalifornianos nacido en la comunidad de Santa Anita, Pablo Leocadio Martínez tiene, además de uno de los estudios históricos mas importantes de toda las Baja Californias, la del Norte y la del Sur, un documento excepcional. El se dedicó a recabar toda la información de nacimientos, defunciones y matrimonios existentes en las notarías desde Ensenada hasta San José del Cabo y allí se pueden verificar las ramas genealógicas de todos los habitantes de la península del siglo XVIII y XIX, Guía familiar de Baja California 1700-1900, publicado por el Instituto Nacional de Migración, México 2002, allí encontramos que:

El nombre completo es Adelina Serapia Mouet Ceseña, nació el 3 de Septiembre de 1854. Su padre es Juan Nicolás Mouet, nacido en Francia en 1818, muerto en San José del Cabo el 9 de mayo de 1883. Su madre es Prisciliana Ceseña, nacida en San José del Cabo en 1839. Pablo Seguín nació en La Paz en 1856, es descendiente, tal vez, de portugueses, su padre es Pedro Seguín y Mariana Pedroza. Adelina y Pablo casaron en San José del Cabo en Septiembre de 1876, murió a los 22 años el 5 de abril de 1878. Al parecer Adelina fue la hija mayor, sus hermanos documentados son 8: María Melisa de Jesús (25 nov 1856); Guadalupe (12 dic 1859); Juan Eduardo (12 oct 1861); Eduardo (17 oct 1863); Francisco (17 oct 1870); Vicente (7 ago 1872); Celso Alfredo (18 oct 1876); Prisiciliana (6 mar 1879).

¿Y que hay con la que murió de amor? Pues esa era la Niña de Guatemala, se llamaba María García Granados, era hija de Miguel García Granados, Presidente de Guatemala y murió a los 17 o 18 años, se enamoró apasionadamente del cubano José Martí, cuando el vivió en ese país entre 1877 y 1878, y fue precisamente cuando el regresó a Guatemala luego de haber pasado una temporada en México que volvió casado y ella, simple y sencillamente, murió de amor, su historia la cuenta José Martí en una de sus mejores poesías en el libro publicado en Nueva York en 1891, Versos Sencillos.

A la conclusión que puedo llegar es que la memoria colectiva de un pueblo necesita de leyendas, de esas historias tan particulares que antes las abuelas solían contar a sus hijos y nietos y que nos identifican con el lugar donde vivimos. Mientras la gente siga aferrada al televisor, las historias que tenemos se nos escaparán de la memoria, esa riqueza de tradición oral que existe en México debe ser rescatada también.

Como nota final no creo que la tumba haya sido traída de Portugal, todos los panteones que he visto en la península de Baja California, que son espléndidos, por cierto, tienen lápidas hechas en Mazatlán y Guaymas, además de las locales.

Todas las fotos de este artículo fueron tomadas en el panteón de San José del Cabo, a excepción de la del busto de Martí que tomé en La Paz, BCS.

Por si no conoces a la Niña de Guatemala, aquí te dejo la versión de Oscar Chávez.

http://www.youtube.com/watch?v=_f2ZZ4Oy_Tg

10 comentarios:

  1. Estupendo trabajo de investigación!

    Adelina, la que murió hace más de 130 años, de amor, de parto, una guerrera al fín.

    Gracias Benjamín por toda esta cronología histórica, aunada al misticismo con el que has enriquecido este excelente trabajo.

    Al fín, la identidad de esta deidad, ha sido revelada. La leyenda convertida en Historia.

    Un abrazo.
    Arturo Abud

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  2. estupendo trabajo, cerca de esa tumba esta la de mi madre que tanto quiero y extraño. Lo felicito por ser de los pocos investigadores que se han preocupado por rescatar estas historias tan importante para los que nacimos y queremos esta tierra hermosa. gracias

    hermelinda vargas espino

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  3. Gracias por la Informacion Benjamin Xocoyotl, grata leyenda. Hermoso camposanto, ojala y tuviese la chance de visitarlo algun dia.

    Trajiste un recorte del libro de Pablo L Martinez sobre Adelina Mouet de Seguin, y como pude enterarme, ahi aparece un antepasado mio, en la foto de la pagina se lee: Francisco Marron..., etc.
    Probablemente abuelo de mi abuelo, o tio-abuelo de mi abuelo.
    Ahora que vaya a Tijuana tratare de adquirir esa magnifica referencia de Pablo L Martinez y otra que se titula Sergas Californianas.

    (Estoy preparando un arbol genealogico de mis antepasados y me seran muy utiles)

    Van mis abrazos amigo.
    David Marron


    .

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  4. No puedo más que quitarme el sombrero ante usted señor, excelente trabajo de investgación.

    Le doy las gracias por mencionar nuestra dirección de "La cañada de los perros", ese es un espacio que entre unos amigos y yo alimentamos con inquietudes, tradiciones y uno que otra broma local, de nuestro municipio (Los cabos), esta historia de la mujer qu murio de amor, era una inquietante que mis amigos y yo teniamos.

    junto a vijori racing, posteamos ese pequeño artículo que procedía de nuestra inquietud, como diría el buen aLex de Large en Naranja Mecánica, "La iniciativa se ofrece regalada" y siempre tenemos algo por descubrir. Nuestra manera de expresarlo es al mero estilo coloquial y con profundos regionalismos, no por ello significa que somos agenos a la formalidad, a la diplomacia y el protocolo.

    La cañada de los perros es un sitio que se ha convertido en nuestro pasatiempo preferido, nos gusta opinar y dar a conocer, por supuesto no siempre agradando a todos, por sierto nunca ha sido esa nuestro objetivo.

    Nos honra que personas como usted concidere nuestro saber, un saber meramente comunal, no dude en conciderarnos si algún día quisiera de nuevo comentar sobre nuestro querido San josé del Cabo. Menciona el buen Javier López Sánchez, "Todos somos expertos en nuestra cultura" igual en su lengua que es maya-tseltal., algo que se traduce como:

    Tú eres hombre, yo tambien soy hombre, tu algo sabes, yo tambien algo sé, tuú algo no sabes yo tambien algo no sé, entonces...
    Es mejor llevarnos muy en grande.

    Reitero excelente trabajo y muchas gracias por interesarce en nuestra cultural, usos y costumbres.

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  5. Posiblemente si haya muerta de amor. por que si hubo amor antes estar embarazada

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  6. yo sooy choyeraa (:
    y poos qee bonitasta la historiiaa ...

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  7. Don Benjamin, recien descubrí éste sitio y lo felicito sinceramente por la labor de investigación que esta desarrollando.

    Nuevamente felicidades y adelante!

    J. Carlos Cárdenas M.

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  8. Vives con pasión eso es hermoso no cambies sigue así.

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  9. Estoy maravillado con esta investigación estoy muy satisfecho con lo que leeí


    Saludos

    Daniel Moncayo

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  10. Me encanto!!! Así de simple. Que envidia tengo de la forma tan agradable que tienes de escoger las palabras y formar oraciones...

    Saludos
    El Panteonero

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