Charo, ciudad matlatzinca enclavada en Michoacán

El padre Basalenque nos introduce a Charo de este modo: “Antes que lleguemos a tratar de este pueblo y su doctrina, es necesario llevar sabido que la gente deste pueblo no es tarasca, y es de una lengua singular que se llama pirinda, por estar en medio de los tarascos, y por otro nombre se llaman Matlatzinca trayendo la denominación de Toluca, de a donde vinieron, y a los cuales los mexicanos llamaban mataltzincas porque les hacían las redes con que ellos paseaban en su laguna...”

Los matlatzincas era el pueblo asentado en la laguna que formaba el manantial del río Lerma en el valle de Toluca por alguna razón que desconozco había un asentamiento fuera de la zona que se ubicaba precisamente en territorio del Calzonci en la zona llamada Mechuaca. Leemos en el museo local que:

La región de Charo “fue una excepción en territorio michoacano, pues es incluido en el marquesado del Valle, que eran tierras que Carlos V había concedido a Hernán Cortés. Entre los territorios escogió los de Toluca; como los habitantes de Charo provenían de Toluca incluyó a esta población denominandola Villa de Matlatzinco de Michoacán. Esta sería una particularidad.”

Volvemos a Basalenque. “en tiempos antiguos de la gentilidad hubo un rey en Tzintzuntzan a quién llamaban Characu, que quiere decir el rey niño, en cuyo tiempo le iban haciendo guerra y entrando por su reino por la parte del poniente una gente llamada teca, y otros con ella diéronle tanto en qué entender, que tuvo necesidad de valerse de los vecinos extraños y envió a Toluca, que conocidamente era gente belicosa y extraña de los mexicanos aunque les pagaban tributos”.

De la mano de Basalenque sigamos entendiendo el por qué de la presencia matlatzinca en tierras del Calzonci… “pidióles socorro y salieron a Toluca seis capitanes, hechos conciertos de los que les habían de dar. Llegaron a Michoacán, y fueron muy bien recibidos del Rey y despachados a la guerra en compañía de los suyos. Pelearon los matlatzincas tan bien, que conocidamente ellos alcanzaron la victoria. Así se lo confesaron al Rey de la gran matanza que habían experimentado los buenos temples de la tierra y el agrado de los tarascos, trataron con el Rey que les diese tierras de su reino y les servirían en las guerras que se le ofreciesen”.

No se tu, pero ese modo, de pronto rebuscado, de pronto redundante del siglo XVI me traslada a la época, recuerda que este libro se escribió en 1673. Continuamos: “Túvolo el Rey a muy buena suerte, y dioles a escoger y escogieron desde los terminos de Tiripetío hasta los de Andaparapeo. Concediéndolo el Rey con mucha voluntad, pues las familias más nobles fundaron en Charo por los tres ríos que le cercan, las menores nobles en Santiago Undameo, por gozar de aquel río, las ínfimas en los altos que llamamos agora de Jesús y Santa María; y por haber escogido el medio del reino se llamaron los pirineas, y el Rey honoró la cabecera poniéndole su mismo nombre Charao, que es la tierra del rey niño. Esto es en cuanto a la antigüedad antes de la Conquista”.

Volvemos a lo que dice una de las explicaciones en el museo local: “la segunda característica importante es su estrecha relación con Valladolid. Muy pronto se establecieron relaciones de comercio y abastecimiento a la capital del obispado, así fructificó la estrecha relación de la Orden Agustina en materia de evangelización, impulso a las artes, conocimiento y práctica de la lengua matlatzinca…

La evangelización de Charo fue encomendada a la Orden de San Agustin, el pueblo se encontaba más bien cerca de Zurumbeneo, fray Pedro de San Jerónimo fundó el convento donde ahora se encuentra. Fray Matías de Escobar en su America Thebaida relata que fue fray Juan de San Miguel quien rebautizó a la antigua capital pirinea muy posiblemente para 1528-1529 con el nombre de San Miguel Charo…

El convento fue el séptimo de la Mechoacana Thebaida. Era muy rico cuanto a sus utensilios para el culto e imágenes religiosas de Cristo y otros santos. Sobresale El Señor de la Lámpara, Cristo muy milagroso, elaborado en los talleres de don Vasco de Quiroga con la técnica de pasta de caña de maíz…

Este convento se convirtió en un centro cultural importante para la orden monástica Agustina. De las grandes aportaciones literarias que en este lugar se escribieron podemos rescatar la Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, Arte de la lengua matlatzinca, entre otras, de fray Diego de Basalenque quién vivió y murió en este convento. El soneto “no me mueve mi Dios para quererte” del poeta y fraile agustino Miguel de Guevara fue escrito aquí…

Fray Pedro no concluyó la iglesia, las bóvedas y adorno interior se deben a fray Juan de Baena. La capilla del Sagrario se secularizó a finales del siglo XVIII, quedando encargados el cura y dos vicarios del clero secular…” es decir, los agustinos fueron “invitados a abandonar” Charo, unos años más tarde España sería invadida por Francia, Fernando VII prisionero, la debacle del imperio para luego dar paso al movimiento Insurgente, el cual, por cierto, pasó dos veces por esta población.

Los textos, como se marcan, fueron tomados precisamente del libro escrito en este mismo lugar, el de Fray Diego de Basalenque. Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán, desorden de N.P.S. Agustín. Dedicada a la misma Provincia de San Nicolás de Tolentino. Hízose el año de mil seiscientos cuarenta y cuatro. Imprimióse, siendo provincial en dicha provincia el M.R.P. Presentado Fr. Simón Salguero. Año de 1673.

Los otros textos, según se marca, fueron tomados del pequeño museo que se encuentra a pocos pasos del Jardín Principal, el cual en ese momento presentaba una exposición de Los Toritos, no se si será permanente, pero si vas a Charo, no dejes de visitar el museo.

Bueno, tal vez te estarás preguntando que en dónde queda Charo, pues es fácil si andas por el rumbo de Zinapécuaro agarras rumbo poniente como que fueras a Morelia, primero pasarás por Indaparapeo, donde fue el encuentro de Hidalgo con Morelos y unos kilómetros más adelante está Charo.

Ahora bien, si estas por el rumbo de Morelia, te vas a la salida, siguiendo el acueducto y a unos quince kilómetros está Charo, lugar en donde se encontraron Hidalgo con Morelos…

Por fin ¿fue en Charo o en Indaparapeo donde se dio el encuentro? Pues mira, tanto en Charo como en Indaparapeo hay un monumento que lo marca, en el primero es una especie de obelisco, en el segundo es una estatua de los dos héroes, los de Charo dicen que fue en Charo y los de Indaparapeo que fue en Indaparapeo… lo que más bien sucedió fue que… bueno, para qué te lo cuento si lo puedes leer en http://cabezasdeaguila.blogspot.com