lunes, 9 de agosto de 2010

Metepec y sus pueblos, uno de ellos, San Miguel Totocuilapilco

La zona cercana a la ciudad de Toluca, es decir, el valle de Toluca está tan poblada, que un pueblo sigue al otro, en ocasiones solo dividiéndolos una calle. Todos esos pueblos, los que ahora son cabeceras municipales mantienen ese ancestral control al estar divididos en barrios y pueblos, tal es el caso de Metepec, en donde, entre otros encontamos a San Lorenzo Coacalco y San Miguel Totocuilapilco; de este último veremos su templo.


Es sorprendente ver en ciudades unos templos abandonados y en los pueblos muy bien cuidados, aquí en Totocuilapilco el templo está relumbrante de limpio, bien pintado, bien iluminado, bien decorado. Se siguen manteniendo aquellas antiguas costumbres de tener personas encargadas, en Michoacán les llaman semaneros, no se si en esta parte del Estado de México exista ese concepto.


Lo que si existe son las mayordomías, las cuales son cargos de honor, incluso que se heredan y en ocasiones hay una enorme lista en donde, dentro de dos décadas le tocará a tal persona hacerse cargo del santo, es decir, obtendrá el título de Mayordomo.


Vemos, además de lo bien cuidado que está el templo, unos vestigios que son notoriamente la fusión, el mestizaje, el sincretismo de ambas culturas. Son prácticamente glifos los que apreciamos, el trazo sencillo, un tanto cuanto pueril nos remite a ciertos códices, ángeles que parecen águilas, una de ellas, bicéfala que nos hace pensar en los austrias y sus escudos… ¿y ese simio? Indudable una reminiscencia a una fecha a como se solía representar antes de la conquista.


Vemos aquí, como lo fuimos viendo en una buena cantidad de lugares, un culto a San Isidro Labrador, claro es, siendo toda la zona agrícola, este santo tiene una notoria representatividad. Lo vemos en su sencillo y colorido altar, del lado derecho, claro es, en el lado de honor. Y es cosa de voltear hacia arriba para encontrarnos ante un artesonado sumamente elaborado, con profusión de dorados.


Sigamos viendo este recinto y pensemos en cuanta riqueza artística y cultural tenemos, cuanto patrimonio tenemos por conserva, asumamos el compromiso, no esperemos a notar las maravillas que nuestro país encierra hasta que vengan a decírnoslo, allí están, es cosa de voltear a verlo.






Para leer más sobre los pueblos de Metepec, te invito a que leas a Bertha Balestra en su blog:


http://berthabalestra.blogspot.com/2007/03/recuerdos-de-la-tlanchana-febrero-2007.html



1 comentario: