domingo, 23 de septiembre de 2012

Una visita a la Sierra de la Laguna luego de las lluvias, en Baja California Sur.

Seguramente recordarás, si es que has leído los artículos del mes de agosto, que te conté sobre una cosa que, si vives en otra parte de la República que no sea el Noroeste te será de lo más común, pero que aquí, en Baja California Sur, estando en el desierto es algo tan sorprendente que, la gente local, la de tradición, suele decir cuando llueve: "llovió bonito", refiriéndose a una lluvia abundante que es más bien extraña en la zona, en donde, en el mejor de los casos, llueve una docena de veces a lo largo de un año. Y sucedió que un buen día (agosto 7) la lluvia comenzó y no dejó de llover hasta el día 10, tres días completos de "llover bien bonito" o tan, pero tan bonito que, los resultados de ella, los estamos disfrutando ahora.

Y sucedió que, luego de esos torrenciales aguaceros, los daños aparecieron por todos lados. Cada quien, en casa, contaba el número de goteras que aparecieron pues, (insistiré), como llueve muy poco, no todos se toman la precaución de impermeabilizar y las consecuencias están ahí. Los daños no son sólo dentro de las casas, sino en equipos de comunicación, por ejemplo; razón por la cual, fui acompañando a un buen amigo a una remota comunidad justo en los límites de los municipios de La Paz y Los Cabos, arriba, en la Sierra y que se llama "Ángel de la Guarda", no confundirlo con la Isla de ese nombre, que eso está bastante retirado de aquí. 

Y ¿qué sucede si llovió "bonito"? Pues que nos deja una deliciosa humedad a la cual no estamos acostumbrados y que vuelve todo acto de caminar, aunque sea un paso, en un tormento que se convierte en un abundante sudor, pero, igual, hacia allá vamos, por el rumbo de Los Barriles, y luego hacia arriba de la Sierra. Y llega el momento en que las vistas son de una inaudita y espectacular belleza. 

Eso que ves aquí, por ejemplo, es justo el punto en donde, allá en el horizonte, la Carretera Transpeninsular dobla, luego de dejar toda la región del Cabo del Este, y se adentra en la Sierra por San Bartolo; pues bien, ese punto es lo que se ve arriba, del lado izquierdo.

Si tu decides visitar Baja California Sur en meses que no sean agosto o septiembre, esto que ves ahora será difícil que lo veas, pues este verdor dura dos, o a lo máximo tres meses, luego comienza a secarse y todo se convierte en secos matorrales, hojarasca, ramas y arena por todos lados, el verde, prácticamente desaparece.

Y aquí llegamos al punto en donde acaba el municipio de Los Cabos, ese jeep que ves a la izquierda fue en el que llegamos y lo que se ve en el horizonte es el mar de Cortés por el rumbo de Cabo del Este.

Los cactus, que habitualmente son los que resaltan con su perenne verdor, ahora están ocultos entre el follaje abundante de cientos y cientos de plantas que, por más secas que estén, todas reverdecen en tan solo tes días luego de la lluvia, un espectáculo impresionante. 

Los caminos, siendo de tierra, son transitables todo el año pues, (lo digo una tercera vez), como llueve tan poco, toda vereda se vuelve camino para vehículos adecuados, del tipo todo terreno. Cuándo llueve en las dimensiones en que fue esta lluvia hay que tomar las debidas precauciones pues de la sierra bajan docenas y docenas de arroyos y estos, en ocasiones deshacen el camino.

Aquí un ejemplo de eso que te digo de los arroyos y los caminos...

Y este verdor es único, pero durará unos 100 días solamente...

El árbol que ves allí es un Torote, creo que también le dicen Zalate; te darás cuenta de que a tiene follaje, y la lluvia apenas había pasado hacía una semana.

Y, claro es, si hay abundancia de agua, hay abundancia de flores...

Hasta los cactus florecen

Y el palo más seco, saca sus ramitas verdes...

Por ese rumbo abundan las piedras y rocas del tipo "marmolina".

Si te metes al artículo que publiqué sobre San Dionisio, las fotos que allí tomé fueron en marzo, y te darás cuenta de la enorme diferencia que es el paisaje seco, a lo que ahora ves luego de la lluvia.

Ponle atención a esta foto. En la punta de los dedos de este cactus se ve un tono rojizo, o medio naranja, esas son las espinas que crecen luego de la lluvia, pues ahora el cactus almacenó suficiente agua como para seguir  verde hasta el próximo año o aun más tiempo sin que encuentre agua... sorprendente.

Desde lo alto de ese punto de la Sierra de la Laguna, vemos al centro, el pueblo pesquero de La Rivera, y hacia la derecha está Cabo Pulmo.

Hacia adentro de la Sierra....



Y seguimos bajando... y llenándonos los ojos de pura belleza.

Mejor ejemplo no te puedo poner. Si no eres o conoces estos rumbos, no te hará mucho sentido lo que aquí te digo, pues bien, fíjate como el camino es de tierra y de pronto arena, así como se ve el puro camino, es como se ve todo la mayor parte del tiempo, ahora entenderás la razón del "llover bonito".




Y llegamos hasta el pueblo de Buenavista, esta es una zona pesquera muy afamada, llegan cientos de pescadores deportivos de los Estados Unidos, la temporada es en el mes de Octubre y en el de Mayo.

Y ahora nos enfilamos de regreso a San José del Cabo, sigamos disfrutando la belleza que la Sierra de la Laguna nos ofrece en estos días...







En los próximos días iré nuevamente a la Sierra, ya verás como ahora está aun más verde...

3 comentarios:

  1. Si los humanos respondemos a los estímulos positivos, con más razón la naturaleza. A veces poco, pero contundente, hace una diferencia.

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  2. Que buen viaje amigo !!

    Lo disfruté mucho, al punto de añorar esa mi tierra.

    Abrazo para ti.

    Faro Viejo

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