De las caricaturas que te hacen pensar tenemos claramente definido que ellas son las que se conocen como "caricaturas políticas". En la actualidad tenemos maestros en ese arte, como Naranjo, solo por mencionar uno. Seguramente en estos días varios niños están entendiendo el acontecer de nuestro país a través de los trazos de estos artistas que hacen de una sola imagen toda una historia, habrá algunos que, al pasar el tiempo recordarán a Trino; hay otros, ya adultos que fueron influenciados por Helio Flores. Los de mi generación y más jóvenes, lo han sido por Rius y hubo uno más cuya creatividad fue tal que llegó a ser contratado por las revistas más importantes en ese tiempo en los Estados Unidos, me refiero a Abel Quezada.
Como inocentes podemos catalogar lo que en sus cartones mostraba, pero en realidad lo que estaba haciendo era una sátira de la vida cotidiana del México de los cincuentas y sesentas. Me parece sorprendente que una de las fuentes de consulta más usadas en México, Wikipedia, no tenga la biografía en español de Abel Quezada, pero sí la hay en francés:
Abel Quezada (né le 13 décembre 1920 à Monterrey, Nuevo León - décédé le 28 février 1991 à Cuernavaca) était un artiste mexicain : illustrateur, caricaturiste, dessinateur, conteur, peintre, écrivain et journaliste pour de nombreuses publications mexicaines et américaines parmi lesquelles Ovaciones, Cine Mundial, Últimas noticias, Excélsior, Novedades, La Jornada, The New Yorker et The New York Times.
En esta fotografía que tomé del blog Breves Culturales, vemos una parte de lo que fue la exposición que sobre el artista hubo en el Museo de la Ciudad de México de Diciembre de 2010 a Abril de 2011. La nota allí publicada es interesante, la puedes ver en este enlace: http://laculturaesasi.blogspot.mx/2010/12/codice-aq.html De su obra, lo que más recuerdo, además de los personajes bien definidos que tenía, como El Tapado, don Gastón Billetes y el Charro Matías, están los carteles que se publicaron en ocasión de los XIX Juegos Olímpicos de México en 1968.
"Abel Quezada nació en Monterrey, N.L., el 13 de diciembre de 1920. Abandonó la carrera de ingeniero mecánico y electricista para dedicarse al periodismo. Se especializó en el dibujo de historietas y cartones satíricos. A los 26 años de edad trabajó en Nueva York para la agencia Kennedy Associate, Inc.; después lo hizo en México para varias publicaciones, especialmente para Excélsior (1956-1976) y Novedades (desde 1976). Ha creado varios personajes típicos de la idiosincrasia mexicana, entre ellos el Charro Matías y Gastón Billetes. Ilustró algunas ediciones de la Secretaría de Obras Públicas. Muy al principio de la televisión mexicana, produjo para el Canal 4 el programa Rayo Veloz, y en diciembre de 1976 fue nombrado director del Canal 13, puesto que sólo desempeñó durante seis días. También ha ilustrado portadas de publicaciones internacionales como The New Yorker y The New York Times Magazine, y publicado los libros El mejor de los mundos posibles y Nosotros los hombres verdes (1985), ambos con cartones seleccionados. En el año de 1985 presentó su primera exposición de pintura en el Museo de Arte Moderno; sus cuadros fueron reproducidos en el libro La comedia del arte, editado el mismo año". (1)
El Charro Matías.
Gastón Billetes.
El Tapado. Por cierto, el origen de este personaje es de la época colonial que se revivió en los cuarentas con el PRI, esa historia luego la veremos.
1.- Enciclopedia de México. Tomo XII. Secretaría de Educación Pública. México, 1988.
Enlaces:
Para ver sobre el "Monero Mayor" de México, Eduardo del Río, Rius, entra aquí:
http://vamonosalbable.blogspot.mx/2009/07/recordando-al-monero-mayor-de-mexico.html
El sitio oficial de Abel Quezada nos deja ver toda su obra, es intersantísimo el folleto que diseñó a American Airlnes para que los turistas disfrutaran mejor su visita a México, lo puede ver aquí:
http://www.abelquezada.org.mx/
Un prolífico dibujante cuyas obras (así como muchas otras criticas a los personajes de la política de epocas pasadas) se mantienen con una actualidad que de alguna manera nos revela que siempre hemos "cojeado del mismo pie". Sus libros son parte fundamental (y le quitan lo solemne) de cualquier biblioteca.
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