viernes, 5 de diciembre de 2014

Los recibimientos de don Hernando. Las entradas triunfales de Hernán Cortés. Su visita al Monasterio de Guadalupe.

De las páginas del México a través de los siglos extraemos estos pasajes que nos dejan ver una parte no del todo conocida de lo que era la persona del conquistador Hernán Cortés. La primera referencia es de la salida que hace de México hacia las Hibueras, la segunda es la de su regreso.  Hay un detalle que me sorprende aun más, cuando estando en España, en el primero de los dos regresos que hizo, el segundo, por cierto, para morir allá; de cual era el alcance de su fama y lo que el boato en su rededor era:

   "Llevó en su compañía imprudentemente a Cuahutémoc, al Señor de Tacuba al hermano del Tzintzicha, rey de Michoacán, y a otros muchos principales caciques y señores de México, Tlaxcala, Michoacán y otras provincias. Acompañáronle de los españoles el factor Gonzálo de Salazar, el veedor Chirino, Gonzálo de Sandoval, Luis Marín, Pedro Irisio, Alonso de Grado, Juan Jaramillo, Alonso Valiente, Diego de Mazariegos y otros muchos principales, ya de los viejos conquistadores, ya de los que nuevamente habían llegado a la colonia. Fray Juan de Barillas, fraile de la Merced, un clérigo y dos frailes franciscanos eran también de la expedición; Cortés llevaba por mayordomo a un llamado Carranza; por maestresalas a Juan de Yasso y Rodrigo Mañueco; era su botiller Cerván Bejarano; San Miguel llamábase su repostero Guinea, el despensero; Salazar, el camarero; Pedro López, el médico; Diego de Pedraza, el cirujano, y el joven Francisco de Montejo, hijo del Adelantado, el jefe de los pajes de servicio.

   Tello de Medina iba encargado de las abundantes vajillas de oro y plata que llevaba Cortés; Gonzálo Rodríguez de Ocampo era el caballerizo; llevaba además dos pajes de lanza, ocho mozos de espuela o de estribo, dos cazadores halconeros, cinco músicos tocadores de chirimías, otros varios de sacabuches y dulzainas, un volteador o maromero, otro que hacía suertes de manos y títeres, y además de toda esa gente una gran multitud de indios para el servicio, muchas acémilas y una gran piara de puercos para ir matando y comiendo en el camino. Desde que salió Cortés de México, recibiéronle todos los pueblos del tránsito con grandes fiestas y extremadas manifestaciones de respeto y cariño, y tan numerosa llegó a ser la comitiva del conquistador, que temiendo éste la falta de víveres hizo partir a muchos por distintos caminos con orden de esperarle en Goatzacoalco. 

   Siguió el resto de la comitiva, entre fiestas y diversiones, sin más acontecimiento notable que el casamiento de la interprete doña Marina con Juan de Jarmillo en un pueblo cerca de Orizaba; treinta y tres o treinta y cuatro leguas antes de llegar a Goatzacualco, encontraron a Cortes el ayuntamiento y la mayor parte de los vecinos españoles de la Villa del Espíritu Santo que habían salido allí a recibirle. El paso del río de Guatzcualco se hizo en mas de trescientas canosa grandes, y al llegar al espíritu santo había levantados arcos triunfales y estaba regado de flores el camino. Los festejos que en aquella villas le hicieron al conquistador fueron notables; fuegos, alardes, simulacros de combates entre moros y cristianos y cuanto podía alegrar y divertir a los huéspedes. (1)

   Cortés regresó de las Hibueras, (lo que conocemos como Honduras) entrando por Veracruz casi casi derrotado y "tan flaco e inconocible estaba Cortes que tardaron los alcaldes y vecinos mucho en cerciorarse en quien era; pero reconociendo al pronto a fray Juan de Barillas y a otros de los que allí venían comprendieron que eran Hernán Cortés y cambiando inmediatamente la escena arrojando todos las armas, atropellábanse por llegar a abrazarle y besarle las manos. Profundamente conmovido Cortés abrazaba a todos y les llamaba por sus nombres, y les decía muchas palabras cariñosas.

   Díjose en seguida la misa, llevaron a posentar a Cortés a las casas de Pedro Medrano y comenzaron las fiestas y regocijos. El camino de Cortés a México fue una verdadera marcha triunfal: por toda partes salían a encontrarle los naturales del país, llevándole de regalo joyas de oro, mantas y ropa de pluma y algodón, gallinas, y frutas de todas clases; limpiaban y aderezaban el camino, regánbanolo de flores, y a la entrada de los pueblos salían músicas y danzas a recibir al conquistador. Extremáronse y distinguiéronse en aquellas manifestaciones los de Tlaxcala y los de Texcoco. Al llegara esta última población presentóse a Cortés el contador Albornoz con una grande y lucida comitiva de españoles de los alrededores, y dos leguas antes de llegar a México, el tesorero y el ayuntamiento hicieron detener a Cortés y su comitiva para preparar la solemne entrada del día siguiente.

   Quedóse Cortés en Ixtapalapan, y al siguiente día salieron a recibirle el tesorero Estrada con el ayuntamiento y todos los principales conquistadores y vecinos, connotados en soberbios caballos ricamente enjaezados, y con magníficos vestidos, porque en ese tiempo era verdaderamente escandaloso el lujo de los españoles en México. Acompañando aquella brillante cabalgata, venían muchos caciques de México y de Michoacán con numeroso acompañamiento como ostentando los más fantásticos trajes que usaban los naturales de la tierra, y multitud de músicas de españoles y de indios. Llenóse la laguna de canoas, llenas de indios armados, simulando un gran combate, y por todas partes aparecían grandes comparsas de indios mexicanos ejecutando complicados y difíciles bailes y danzas. Durante el día no cesaron los regocijos y diversiones, y por la noche todas las casas se iluminaron y se pusieron grandes fogatas en las calles y plazas. Al día siguiente los franciscanos hicieron una función solemne y una gran procesión en acción de gracias por la llegada de Cortés." (2)

   Tendría que ir a España a rendir cuentas, por así decirlo, ese primer viaje lo realiza entre 1528-1530, llega al puerto de Palos en mayo de 1528 y hace una visita por demás emblemática, al santuario más importante que había (y sigue habiendo) en Extremadura: el de Guadalupe, habrá que remarcar, una vez más la fecha en que esto ocurre, junio de 1528, tres años antes de las apariciones de Santa María de Guadalupe en México. Llevaba Cortés un ex voto, una pieza que mandó hacer en oro y pedrería que se conoce como el Alacrán de Yautepec.

   "Por todo el camino había sido Cortés objeto de la más ardiente curiosidad y de las más entusiastas manifestaciones de aprecio y consideración. Desde lejanos pueblos llegaban multitud de personas sólo por conocerle y ver desfilar su comitiva que, a semejanza de las que acompañaban a los monarcas  de las Indias Orientales, excitaba la admiración por el número de personas que la componían, por la riqueza, novedad y bizarría de los trajes, por los animales extraños y desconocidos que llevaba, y por la significación que en Europa tenían aquellos hombres, representantes de un mundo y de una raza hasta entonces ignorada y sometidos a la corona de España por el esfuerzo y audacia de Hernán Cortés. (...) y dirigióse en seguida al monasterio de Guadalupe, sin duda para cumplir alguna promesa o voto religioso..." (3)

   Claro es que hay la discusión de que si es verdad lo del ex voto de Hernán Cortés entregado en el Monasterio de Guadalupe, Exrtremadura. Se dice que ocurrió que estando en Yautepec, en el estado de Morelos, fue picado por un alacrán, pero lo que vemos en la imagen no es un alacrán sino un reptil, y es allí en donde se origina la duda. Hay un estudio publicado al respecto por el IIE de la UNAM, lo puedes ver aquí. Y esto, lo que me recuerda es otro pasaje de la historia, el que se conoce como Caballero del Lagarto, pues se dice que un español, (Gerónimo López) conquistador también, cuando regresó a España, para mostrar su riqueza, mandó fundir varios lingotes de oro en forma de lagarto, razón del apodo que recibió.

Fuentes:

1.- Riva Palacio, Vicente. México a través de los siglos. Tomo IV. Libro I, Capítulo XII. Editorial Cumbre. México, 1987. pp.106-107.

2.- Ibid. Capítulo XV. p.139

3.-  Ibid. Capítulo XX. p.180

1 comentario:

  1. Asi como tácitamente se insinúa en este articulo, la Virgen Guadalupe, legado que nos dejo Hernán Cortes. Basta con ver la imagen en el recinto del coro de la Guadalupana Extremeña y la imagen del estandarte que trajo consigo Hernán Cortes que hoy dia se resguarda en el castillo de Chapultepec.

    http://www.conocereislaverdad.org/images2/extremadura00.jpg

    "Hasta el Monasterio han llegado obispos de México a visitar a nuestra señora de Guadalupe, pues saben que aquí está la raíz de la Virgen mexicana. El hoy cardenal Javier Lozano Barragán, quien, siendo obispo de Zacatecas, realizó una visita a nuestro monasterio dijo: "Aquí están nuestras raíces". Claro que ya en público cambian su discurso"

    http://cofrades.sevilla.abc.es/profiles/blogs/kkhkhj.
    http://www.conocereislaverdad.org/Guadalupextremadura.htm

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