Creo que muchos en México tenemos la intriga de saber el origen de las palabras que usamos coloquialmente, las cuales entre nosotros sabemos interpretar y sabemos cuándo y en dónde decirlas para que no quede duda de lo que decimos, pero, al final, al menos a mí, me ha quedado una duda. La de saber por qué le decimos a las cosas con un sobrenombre, como es el caso de decir lana, feria o baro al dinero. Lo de la feria va más enfocado a la morralla, pues cuando uno va (mejor dicho cuando íbamos, ya que ahora todo está caro), se requería llevar moneda fraccionaria para comprar sin dificultad lo mucho que allí se vende; lo del baro está más complicado, pues, se acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua, significa pesantez', y, por ext., 'presión atmosférica'. Sabemos bien que en México confundimos la V con la B, y al buscar varo, nos refiere varar, que nada tienen que ver con algún valor o costo, quizá baro viene de la contracción de barato, no lo sé.
Esta historia comenzó hace poco, cuando, platicando con un amigo, salió a colación la razón por la cual le decimos lana al dinero, me contaba de aquellos años de gloria, cuando el siglo XVIII comenzaba y el que luego se volvería marqués de Jaral de Berrio, platicaba con el que ya era conde de San Mateo y Valparaíso, y, a sabiendas que ambos tenían enormes extensiones en donde abundaba el ganado menor y los borregos les proporcionaban enormes riquezas se jactaban de cuánta lana tenía el uno y cuánta el otro. Esto, sin lugar a dudas es una leyenda por demás interesante, más aun en la manera tan bien relatada en que mi amigo me la contó, pero el origen de la idea de que la lana era dinero la podemos ubicar con mayor antigüedad, cuando el primer Virrey de Nueva España, don Antonio de Mendoza, implementó el uso del vellón en México.
Pero vamos por partes, la palabra vellón no es del todo conocida, tiene varias acepciones, una de ellas, nos indica sobre una aleación de plata y cobre, en la España medieval existían dos tipos de aleaciones; en el siglo XV una de ellas se conocía como pobre, pues era en la que el cobre superaba a la plata, y se le denominaba vellón rico cuando la plata era mayor al cobre en esa aleación; ocurrió que, apenas se había fundado la Casa de Moneda de México, cuando se da la orden de emitir vellones novohispanos; leo en México a través de los siglos:
"Como los mexicanos no tenían aprecio por el cobre, aquella moneda les pareció sin valor alguno, comenzaron a resistirse para recibirla en cambio de sus mercancías, tanto más cuanto que las ordenanzas de Mendoza decía que debían admitirse hasta por valor de cuatro pesos. El virrey pretendió obligar a los indios a recibir la moneda de vellón, imponiendo penas de azotes y otras a los que se negasen a aceptarla. Recibieron entonces aquella moneda los indios pero, con un dispendimiento y una constancia admirables, iban todos todas las tardes al retirarse a sus pueblos, a arrojar al fondo de los lagos cuanto en el día habían reunido de cobre en cambio de sus mercancías. No pasó mucho tiempo sin que el virrey tuviese conocimiento de lo que acontecía, y persuadido de que era inútil todo esfuerzo para conseguir la circulación de aquella moneda, la sustituyó con piezas pequeñas de plata del valor de medio real que se llamaron cuartillas; pero tampoco este arbitrio dio buen resultado.
"Por ser tan pequeña, con gran facilidad se extraviaban esas monedas, y disgustados por esto los indios volvieron a emprender su trabajo de amortización, reuniendo unos las cuartillas y fundiendo el metal para hacer barras de plata o arrojándolas otros a los lagos. El virrey comprendió que no era posible todavía establecer la moneda de vellón y más que todo que no podía imponerse a los mexicanos la circulación de ninguna contra su voluntad. Después de estos infructuosos ensayos, volvió a quedar en los mercados de mexicanos la circulación de ninguna contra su voluntad. Después de estos infructuosos ensayos, volvió a quedar en los mercados de México como moneda fraccionaria para las pequeñas transacciones, el cacao; aunque algunas veces no sólo servía para compra de cosas menudas sino aun para negocios de importancia. Esta moneda se conservó en México hasta los años del presente siglo (se refiere al XIX).
"El señor García Icazbalcera, en una de las eruditas e interesantes notas conque ha enriquecido su traducción de los Diálogos de Cervantes de Salazar, trae respecto de la moneda de cacao las siguientes noticias:
"Conforme al sistema numeral de los mexicanos, la base para contar el cacao era el número 20: así 400 cacaos (20x20) formaban un zontle, que quiere decir en mexicano cuatrocientos, (y hasta hoy es costumbre vender en México la leña por zontles de cuatrocientas rajas), veinte zontles, o sean 8,000, un xiquipilli, y tres xiquipilli una carga, la cual, por consiguiente, tenía 24,000 granos. Como esta cuenta era difícil y daría lugar a abusos, se prohibió en cabildo en 28 de ener de 1527, vender cacao por cuenta, salvo por medida sellada con el sello de la ciudad o colada;" aunque años después prevaleció otra opinión y en 24 de octubre de 1536 se mandó vender contado "e no de otra manera".
"Por auto de Audiencia se computaron 1,600 cacaos como valor correspondiente a un pesos al hacer la transacción de los tributos del pueblo de Técpán. Tan hábiles eran los indios para la falsificación de la moneda, que no solo la de plata, sino aun el cacao falsificaban, llenando, según parece, con greta las cáscaras vacías. El virrey Mendoza envió al emperador unas muestras de tostones de plata y de cacao falsificadas en México". (1)
Muchas ideas nos deja en la cabeza esta lectura del México a través de los siglos, para entenderlo mejor debemos anotar que eran varios los problemas que sucedían en Nueva España en el tema de pagos y liquidez, pues la moneda venía, en un principio de España, y era confuso hacer las transacciones, circulaban Doblones, Castellanos, Ducados, Doblas, Escudos, Coronas y Blancas. Luego se implementaría la moneda local, cuyo nombre genérico era el de Peso, pues se trataba de un peso determinado y así se implementaron los Pesos de oro, los de oro de minas, los de oro ensayado, los de oro común, los de oro tepuzque. Además del tomín de oro y el real de oro. Muchas monedas, muchas operaciones aritméticas y muchas complicaciones en el comercio, es entonces que aparece el Vellón.
"Menos afortunado anduvo el rey en lo relativo a la moneda de vellón. El 28 de junio de 1542 dispuso Mendoza, conforme a la autorización que tenía de la reina gobernadora, que labrasen "doce mil marcos de vellón sin ley de moneda..." (1)
Pues sí, al recurrir de nuevo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua, vemos que vellón, significa lana. "La zalea, también conocida como vellón, es el cuero de oveja o carnero curtido de modo que conserve su lana1 para ofrecer así a su usuario protección contra la humedad y el frío". (Wikipedia.) Y es así como llegamos a la conclusión de que si el vellón fue una moneda que se implementó en México al poco de haber sido creada la Casa de Moneda, y por vellón entendemos lana, es fue fácil asociar, desde entonces, al dinero, con la lana. ¿No lo crees así?
Fuente:
1.- Riva Palacio, Vicente. México a través de los siglos. Tomo V. Editorial Cumbre. México, 1986. p.24
Me voy a permitir recomendar su blog en un foro en el que participo; tenía mucho que no entraba ahora me tengo que poner al día. Excelente trabajo, muchas felicidades.
ResponderEliminarExcelente artículo, bien explicado, felicidades por la sencilla redacción
ResponderEliminar"Vellón" (moneda) viene del francés "bille" (tronco de madera) de donde viene también "billete" (vea la segunda acepción en el diccionario de la RAE). Puede ser que por su homografía con "vellón" (en el sentido de "lana", viene del latín "vellus") haya influido en que ahora tenga el sentido de "dinero".
ResponderEliminarYo quiero saber de donde viene baro
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