Hacía ya rato que no hablábamos de comida...

Si me has seguido por al menos un año sabrás que llegamos siempre al punto en donde reposadamente damos cuenta de algunos platillos o antojos que se nos van presentando en el camino. Esta vez no han sido tan abundantes, será por lo reducido del presupuesto o porque esta vez nos enfocamos a otras cosas y no a la comida, pero el caso es que, esta vez tenemos una mescolanza, para comenzar, la comida que con motivo del segundo aniversario de El Bable tuve con mi hermana, allá por Salamanca. Y otro aniversario, pero esta vez me tocó celebrarlo en San José del Cabo, fue el segundo año del blog El Señor del Hospital, pretendí fotografiar el proceso de preparación pero, solo con la foto inicial me quedé. Como quiera, fue bueno lo que se comió esa vez. Ahora estamos en la ciudad de Zacatecas, comiendo el platillo más característico del estado: El Asado de Boda, es un mole má bien dulce que con un sabor muy característico pues usan un poco de naranja y le da un sabor diferente, la carne es muy suave y la verdad sea dicha, estuvo buenísimo... tanto que... ...así quedó el plato. El nombre se debe, me dijo la mesera, a que se acostumbra en los ranchos que cuando hay boda se prepara este mole y las puertas quedan abiertas para que todo mundo llegue a comer con los novios, y además se llevan algo a casa. El lugar donde lo comí se llama Acrópolis, junto a la Catedral. Esta escena la captamos muy temprano por la mañana en Jalpa, Zacatecas, eran los días de la feria, justo al día siguiente del día grande, asi que era día de crudos, así comenzaba en el comal a juntarse los ingredientes... Esto fue en La Blanca, en el mero centro de la ciudad de México, es una Fabada, tenía años, muchos años, de no comerla nuevamente, fue un auténtico remanso. En las noches solitarias de hotel y con el frío que me tocó en Zacatecas, que mejor que unas Bohemias, no sé si notaste que hubo una "edición especial" de Frida Kalho, la misma cerveza, solo le pusieron en el cuello una imagen de la afamada pintora. Notarás el dramático cambio de presentación, pues bien, estamos ya en Los Cabos, esto es un ceviche de pescado, bastante bueno de Pier 19 en el centro de San José. Y con esto de las "fusiones" en la comida, ahora hacemos a un lado las tradiciones culinarias nacionales, esto es un Tiramisú, de esos que te transportan a la gloria desde que comes el primer bocado. Y, te preguntarás que qué tiene que ver este dibujo de Salvador Dalí con la comida, pues bien, lo encontré en el restaurante de Zacatecas llamado Acrópolis, en donde además de comer, estás dentro de una galería con una auténtica exhibición de todos los pintores imaginables del siglo XX, tanto los magníficos zacatecanos como los extranjeros. Aquí verás la hilera de cuadros, todos puestos a prudente distancia fuera de las manos de los amantes de lo ajeno... ese restaurante me recordó mucho la Gran Vía en Madrid. Y esta es la vista interior de La Blanca, ese restaurante tan tradicional en la ciudad de México, se me hizo caro esta vez, pero bueno, ¿queda algo barato en nuestro país?