Han sido pocos los templos dominicos a los que he entrado, quizá sea porque la presencia mayor de esta orden está más al sur. Del Bajío hacia el norte no es precisamente abundante las fundaciones que ellos hicieron. Hace poco vimos uno que hay en Aguascalientes pero no fue construido por ellos sin adquirido luego de la desamortización, es decir, luego de las Leyes de Reforma. Aquí estamos ante un caso parecido, si bien las circunstancias de la adquisición fueron otras. Será bueno apuntar que arriba en ese luneto tenemos una representación de Nuestra Señora de Loreto.
Aquí en Zacatecas encontramos un recinto construido por los Jesuitas entre 1746-49, años más tarde serían expulsados de los territorios de la Corona Española y el templo dedicado a la Inmaculada Concepción pasó a la administración, junto con el convento anexo, de los Dominicos.
De entrada encontramos un manejo del color un poco distinto al habitual pues hay el uso del verde que delinea los contornos de cada sección de las bóvedas y el color dominante es una especie de amarillo seco tirándole a un verde limón muy suave.
El arco mixilineo de la puerta principal, las columnas jónicas, me hacen pensar en un barroco diferente, alejado de lo estipulado en el estípite pero, la verdad, no se como definirlo. Al centro de la fachada leemos el lema Jesuita "Ad Majorem Dei Gloriam". A los lados se ven las fechas de construcción.
El que vemos ahora es uno de los retablos laterales, el correspondiente a Nuestra Señora del Rosario, Advocación Mariana asociada a la orden de Santo Domingo. Sería interesante saber quiénes son cada uno de los santos representados en su rededor, son cinco.
El altar mayor, como lo hemos visto en otros recintos, no es de la opulencia de los retablos laterales, sino de una manufactura más sencilla, quizá el original sufrió un incendio y fue sustituido, pero ese dato no lo pude corroborar.
De los colores que te comento hay que agregar la abundancia de oro de hoja, dándole al recinto una armonía sin igual. Un extraordinario barroco que, todo lo contrario a la Catedral, vemos que en el interior de este recinto explota en mil formas, manteniendo una fachada un poco más sobria... sobria si la comparamos con la de la Catedral que se levanta a penas a una cuadra de allí.
Inevitable para mí es el pararme debajo de la cúpula, siento una fuerza mayor en ese punto, razón por la cual siempre lo hago.
Otro de los retablos laterales, en este caso el dedicado a Señor San José, custodiado por varias santas. A la única que reconozco es a la de la derecha, Santa Rosa de Lima.
Lo dicho, un manejo de colores bastante distinto al que habitualmente vemos en los templos coloniales.
Ahora estamos frente al altar mayor de una indiscutible línea Neocásica, al centro se levanta la Inmaculada Concepción con su aureola hecha con estrellas. La advocación del templo se respetó, la verdad desconozco las regulaciones que existen para cambiar dedicaciones en los templos pero creo es cosa difícil de hacer.
Hola la imagen del retablo donde dice V. del Rosario, es la V. de la Luz, y está rodeado no por cinco, sino por siete figuras que efigian a los Siete Arcángeles. Gracias por el blog.
ResponderEliminarSanto Domingo ha sido remozado varias veces desde que tengo memoria... fui monaguillo ahí desde el tiempo del señor cura Aguilar, luego de monseñor González, de 1945 a 1951... las fotografías corresponden a la última etapa... el templo era sobriamente jesuita y las columnas estaban pìntadas...
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