Hay un edificio que en sí es muy interesante pues muestra los razgos característicos de la arquitectura que por el noroeste del país se desarrolló, esto es en Todos Santos, Baja California Sur. Actualmente alberga al Centro Cultural Néstor Agúndez. El edificio fue construido en el primer año de la década de los treinta del siglo XX y el 20 de enero de 1931 se inauguró para ser la sede de la Escuela Normal Rural Melitón Albáñez. Cinco años después los propios alumnos auxiliarían a los maestros pintores que plasmaron una serie de conceptos propios de la época en sus muros: la educación socialista.
Los murales que se ven en la amplia entrada de la que fuera Escuela Normal tienen la firma de sus autores y están en mejores condiciones que los que hay en los pasillos, en es mural central apreciamos la hoz y el martillo, símbolo inequívoco del socialismo soviético, del cual, en cierto modos, atravesó el océano y llegó a México para instalarse justo en el artículo tercero de la Constitución el cual habla de la educación y fue entonces que se volvió no solo obligatoria, gratuita y laica, sino: única, emancipadora, científica, técnica, racionalista y de trabajo, además de socialmente útil, desfanatizadora e integral.
Conceptos por demás ambiciosos y que en el papel brillaron pero en la realidad no se aplicaron del todo. El artículo 3° rezaba a mediados de los treinta: "la educación que imparta el Estado será socialista, y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y la vida social".
Las pinturas nos remiten de inmediato a los razgos tan usados por Diego Rivera, el cual puso muy en alto, no solo el nombre, sino el pincel mexicano y, por si esto no fuera poco, él, Rivera también comulgaba con las ideas socialistas en plena ebullición mundial de las entreguerras.
Ese trabajo excepcional que se muestra en los muros del Centro Cultural de Todos Santos bien valdría la pena rescatarlo para ver en todo su esplendor lo que es un período tan representativo no solo del arte en México, sino de las ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario