sábado, 26 de marzo de 2011

El Bato, el inimaginable origen de esta palabra.


De las tantas riquezas que hemos venido anotando en este espacio electrónico, del arte, de las haciendas, de las tradiciones, de las costumbres, de las ideas, de todo eso que hay en México, debemos incluir una mas: la riqueza del lenguaje, de ese idioma que desde hace 500 años que fue introducido por estos rumbos, ha ido evolucionando al grado tal que, en ocasiones, nos perdemos en el origen de las palabras que lo conforman y sus significados, más aun en el español que en la actualidad, para bien y para mal, se ha vuelto de uso común y corriente, o diré… ¿muy corriente?

Desde hace algunos años, me atrevería a decir que unos diez, el uso y abuso de la palabra bato, tan arraigada en el noroeste de México desde hace mucho tiempo, se comenzó a difundir cada vez más hasta ser, en la actualidad de uso común y (insisto) muy corriente, la palabra bato. ¿Qué es un bato? Eso me lo he venido preguntando desde hace tiempo, sobre todo desde que cambié de domicilio a, precisamente, el noroeste de México.

Nunca dí con el significado, simplemente era una palabra aceptada y de uso corriente, designaba a una persona, del sexo masculino, regularmente de edad media, digamos que de los veintitantos hasta los cuarentaitantos. Pues cuando se tienen menos años, por estas latitudes se es un “morro”, cuando se tienen más se es un “don”, y cuando todos están juntos es “la plebe”.

Hace poco, leyendo algo en lo cual jamás imaginé llegaría a tener la primera referencia de la palabra Bato, me refiero a la Biblia, apareció allí, era una Biblia de esas lujosas, voluminosas, impresas en la España de los cuarenta del siglo XX, justo en el Apocalipsis, no recuerdo en cual versículo pero se hacía referencia a un bato, de allí me fui al diccionario anexo y aprendí que un bato era, en tiempos bíblicos una unidad de volumen. Algo que para nosotros hoy día sería el equivalente a 22 litros.

Averiguando más en las Biblias que se publican de modo electrónico encontré que en el segundo libro de Crónicas, (II Crónicas) capítulo segundo, que habla del pacto de Salomón con Hiram I de Tiro en el versículo 10 menciona a los batos como una medida de volumen:

2:10 Y he aquí, para los trabajadores tus siervos, cortadores de madera, he dado veinte mil coros de trigo en grano, veinte mil coros de cebada, veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite. (1)


Así pues, estamos sacando la primera conclusión, un bato, en la antigüedad, es decir, en el siglo X antes de Cristo, (hace 3mil años), era una unidad de volumen y específicamente corresponde a unos 22 litros en la actualidad. Solo que encontramos un significado más, mejor dicho, varios significados más de la palabra bato, que van de rey a tartamudo a un simple nombre, muy usado, por cierto. Estamos ahora en el siglo VII y VIII antes de Cristo:

Bato I de Cirene (griego antiguo Βάττος Ἀριστοτέλης) fue el primer rey de Cirene desde 631 hasta finales de 590 a. C. Justino dice que su nombre original fue Aristeo de Cirene (griego antiguo Αρισται̂ος). Era hijo de Polimnesto de Tera y supuestamente de una princesa de Creta llamada Frónima. Heródoto dice que el nombre de Bato era una palabra libia que significaba rey. Otras teorías dicen que deriva tal vez del término battarízō (tartamudear). Según Píndaro el auténtico nombre de Bato era Aristóteles. En realidad Bato fue un nombre propio común en la Antigua Grecia”. Y la dinastía sigue con Bato II de Cirene y Bato III de Cirene. (2).

Pensando que el uso de la palabra bato ha tomado carta de adopción en México, me fui al Diccionario de Mejicanismos del poeta, filólogo y lingüista Francisco Javier Santamaría y la definición que él nos da es la siguiente:

“Bato. m. En los nacimientos de Navidad, pastor que forzosamente figura con su mujer Gila a ambos lados del portal. (Varón que interviene en las pastorelas)”. (3)


Esto nos lleva a adentrarnos al teatro medieval y a su consecuencia, el denominado Siglo de Oro en las letras españolas, momento en que el teatro festivo se desarrolla, ese que a México llega a través de los evangelizadores franciscanos que idearon la manera de adoctrinar a los nativos en la nueva religión teniendo como escenario los atrios de los primeros templos en las representaciones de la Novena de Navidad denominada Pastorela.

“Existen dentro de la Pastorela unos personajes típicos a los que hoy día consideramos como parte esencial dentro de este drama. Así fue que, durante el siglo XVII, los demonios fueron incorporados como parte esencial de dentro de la Pastorela. También durante el mismo periodo, Bartolo y Bras se incorporarían definitivamente a la Pastorela. Estos dos nombres de pastores fueron muy usados en España por los autores del Siglo de Oro, que los tomaron prestados de los griegos, Bato, por ejemplo, era un cabrero en la poesía de Teócrito en 285 antes de Cristo”. (4)

La razón del uso de la palabra Bato para determinar a una persona la vamos entendiendo mejor, ahora vemos que a México llegó a través de los métodos de evangelización iniciados por los Franciscanos, principalmente en el centro del país y difundidos por los Jesuitas en esas avanzadas que hicieron a lo que hoy es Sinaloa, Sonora y la Baja California, pues estaba ya bien determinada la asociación de ideas entre Bato y el pastor de ovejas. Pero, estamos en busca de una definición de la palabra Bato y la estamos encontrando en una publicación de la Universidad de Navarra, en España.


“Los personajes entremesiles (los que forman parte del Entremés) pertenecen a un elenco muy tipificado que se reitera. Suelen compartir una baja condición social que implica, por la práctica del decoro, a actuaciones igualmente bajas y registros lingüísticos vulgares. En ese marco general se distinguen varias categorías de actantes, principalmente los burladores y los burlados.

El repertorio potosino es bastante completo y significativo. Se documentan en primer lugar los bobos típicos de la farsa antigua, atraídos como en los casos de los pastores Bato y Ergasto (en “El Pletio de los Pastores”), o Bato y Gila (en “Loa dedicada al Nacimiento”). El mismo nombre de Bato es característico del simple o mentecato. El Bato de la Loa, por ejemplo, posee las cualidades de muchos graciosos rústicos del Siglo de Oro: simpleza general, predominio de instintos primarios (la glotonería y gusto por el vino), cobardía que no impide sus bravatas; lenguaje escatológico y paremiológico (Paremiología), etc. Su objeto vital lo recogen en estos versos:


Comamos, bebamos,
Pongámonos gordos,
Y si alguien dijeren
Hagámonos sordos”. (5)

Impresionante es encontrar una profundidad de tal dimensión en una palabra de un uso tan común y tan corriente como ese de nombrar a una persona, regularmente un joven, con la palabra Bato.


Fuentes:

1.- La Biblia. Crónicas, Libro II. Capítulo 2, Versículo 10

2.- Wikipedia

3.- Santamaría, Francisco J. Diccionario de Mejicanismos. Editorial Porrúa. México, 1992.

4.- Lozano, Tomás. Cantemos al Alba: origins of songs, sounds and liturgical drama of Hispanic New Mexico. Edición Privada. Nuevo México, 2007.

5.- Arellano Ignacio y Rodríguez Garrido, José Antonio, editores. El teatro en la Hispanoamérica colonial, Biblioteca Indiana, Universidad de Navarra. Madrid, 2008.


Nota: Este artículo lo publiqué también en el blog El Senor del Hospital, dedicándolo a José Rojas Garciduenas, al que considero el salmantino más ilustre que hemos tenido.

El día del niño, el mes del niño, el niño en la historia de México

Ayer veíamos la historia de José Lino de Jesús, el niño que bien se puede catalogar de héroe en la Baja California Sur, no un heroísmo patrio, sino un heroísmo humano y más aun heroísmo dentro del circulo familiar, pues él, por amor filial salvó la vida de su padre pero perdió la suya. Erra un niño de apenas once años y ahora, la fotografía que vemos es un niño que en 1913 formaba parte de alguno de los ejércitos formados durante el movimiento denominado la Revolución Mexicana, solo que, revolución ya había habido antes, cien años atrás cuando el cura Hidalgo inició un movimiento revolucionario, en fin, dejaremos para otra ocasión la disertación de las revoluciones mexicanas.

En el blog que decidí desarrollar durante el 2010 para conmemorar, a mi modo y, más bien como una aportación personal a los festejos del Bicentenario en el que recorro la Ruta de Hidalgo marcada con las http://cabezasdeaguila.blogspot.com he ido aprendiendo muchos de los detalles de la vida cotidiana acontecida durante los años de la guerra de Independencia, me sorprende por un lado que no se haya difundido la participación de la mujer durante el movimiento, como quiera nuestra lista, hurgando por todos lados, me ha llevado a tener un registro de 250 nombres, apodos o tan solo referencia, de mujeres que se integraron al ejército Insurgente. Así que 250 nombres conocemos, pero cientos, tal vez miles más desconocemos. Peor aun para nosotros, los desmemoriados mexicanos, solo hemos podido rescatar un solo nombre de un niño que participó activamente: Narciso Mendoza, el niño artillero que formaba parte del ejército infantil denominado Los Emulantes y que comandaba el hijo de José María Morelos, Juan Nepomuceno Almonte.

En otro trágico acontecimiento, este en Pénjamo en 1814, fueron hechas prisioneras más de 300 mujeres y remitidas a las cárceles denominadas "Las Recogidas" de Irapuato y Guanajuato: muchas de ellas llevaban a sus niños en la penosa caminata que tuvieron que hacer por la geografía guanajuatense y en penosas condiciones murieron algunas en esas prisiones, evidentemente varios niños también murieron.

Quizá tengamos que esperar al 250 aniversario de la Independencia (2060) para darnos cuenta que nuestra memoria histórica colectiva sigue en deuda con todos esos niños que perdieron la vida durante los largos once años de la larga guerra de Independencia en México y la pregunta me surge ya que seguimos celebrando el Bicentenario, recordemos la célebre frase de que "esto no se acaba hasta que se acaba" y si vemos las efemérides de estos días de abril, era cuando llevaban ya preso a Hidalgo y los demás, casi novecientos, a sus destinos finales, unos a Durango, los religiosos; otros a Chihuahua, los militares Insurgentes y los demás acabaron en distintos paredones a lo largo del camino, así que la pregunta es: ?Cuántos niños habrán ido allí?

Rescatando la historia de La Animita del Camino Real

Hace 32 años, se declaró ese año, 1979 como el Año Internacional del Niño, quizá aun no nacías o eras muy jóven y no te acuerdas, seguramente eras parte del festejo pues eras aun ninio en ese año. Dentro de poco estaremos con esa fiesta que ya es institucional del 30 de abril, en este 2011 con la extraña característica de ser muy próximo a la Semana Santa que para el último día del mes, cuando sea la fiesta de los niños, ellos apenas estarán regresando a la escuela luego de estas ansiadas vacaciones. Lo que estamos viendo en la foto fue el logotipo que a nivel internacional la ONU lanzó para ese festejo. Será bueno ver cuales han sido las declaraciones de la ONU en los últimos anos: 2008, Año Internacional de los Idiomas. 2009, Año Internacional de la Astronomía. 2010, Año Internacional de la Biodiversidad. 2011, Año Internacional de los Bosques. Pero mejor veamos la historia que nos ocupa el día de hoy.


Seguro que te llegó ya por ahí, en Facebook la convocatoria para que este mes publiques tu foto de cuando eras niño, asociamos siempre la niñez con felicidad, pero, en ocasiones la niñez no es precisamente ni felicidad, ni dulzura, ni tiempo de solo jugar y aprender, por el contrario, algunos niños tienen que volverse a su corta edad, el sostén de la familia. Aquí en la Baja California Sur en un afortunado encuentro que tuve en esas bibliotecas que se mantienen vacías permanentemente y que los libros no han sido tocados en semanas, incluso en meses; fue allí en donde encontré esta historia que, como suele suceder, se va matizando de leyenda y sazonando con un dejo de divinidad y que, por desgracia se perdió de la memoria colectiva de los que nacieron por estos rumbos, pero que, ahora la estamos compartiendo con la intención de que sea difundida y no se pierda, es una bella historia. El personaje central tiene nombre y apellido y acta de registro, esto lo pude comprobar en el libro de don Pablo L. Martínez: José Lino de Jesús Manríquez Martínez nació el 3 de noviembre de 1855, hijo legítimo de José Manríquez y María Esperanza Martínez, fue bautizado el 1 de diciembre del mismo año por el padre Anastacio López en el templo de San Antonio del pueblo del Real de Minas de San Antonio en la Baja California Sur. El siglo XIX fue una época nada favorable para la península de Baja California pues, dada su lejanía al centro de poder en la ciudad de México, aunado a la escasa población que la habitaba, la hacía una zona de codicia, piratas chilenos, peruanos, ingleses, franceses y norteamericanos trataron de invadir las pocas ciudades peninsulares para luego apoderarse del territorio, fue el caso del Filibustero John Napoleón Zerman quién invadió el puerto de La Paz en sus naves "Archibald Grace" y "Rebecca Adams". José Miguel Manríquez participó activamente en la defensa de la ciudad, peleó al lado del General Manuel Márquez de León, los filibusteros fueron remitidos para juicio en Mazatlán y una relativa calma se vivió en la península. Debido a su participación es nombrado Jefe de la Policía Montada en el Real de San Antonio, así que pudo regresar al lado de su familia, era ya el año de 1858.


"Corría el año de 1861, cuando don José Miguel fue enviado por la superioridad a vigilar, al frente de un pelotón de caballería, el transcurso ordenado de un evento social de caracteres inusitados: el matrimonio civil y eclesiástico del comerciante Miguel González Rodríguez y la señorita Soledad Ruffo Santacruz, acto relevante que apadrinaba el recién nombrado gobernador juarista don Teodoro Riveroll. El evento tuvo lugar en El Novillo, propiedad de don Tomás Balarezo y eran testigos Márquez de León y el ex gobernador don Jerónimo Amador. Don Miguel, el novio, a quién José Miguel, padre de lino; había proporcionado valiosos servicios invitó a la familia Manríquez Martínez que, en una modesta carreta, vinieron desde San Antonio a la ceremonia civil. Fue en el rancho de El Novillo donde el pequeño José Lino de Jesús atrajo la atención del profesor Victor Pineda de la Cruz y de su novia, la también maestra Refugio Contreras, hablaron con el padre, de tal forma que meses depués José Lino de Jesús fue admitido como alumno regular en el Liceo Parroquial, quedando a cargo de don Pedro Contreras y doña Perseverancia Espinoza, padres de la señorita Contreras, maestra de música del nuevo alumno".


Asentados ahora en La Paz, Lino y su familia viven en prosperidad hasta que en 1866 Baja California Sur, al igual que todo México se ve involucrado en los continuos enfrentamientos entre conservadores y liberales, gobernaba entonces don Antonio Pedrín, el 6 de abril un nuevo ataque filibustero, esta vez en Cabo San Lucas se presenta, se logró capturar al buque norteamericano "John L. Stephens" y, a mediados de ese año es derrocado el gobernador Pedrín por uno de los más sanguinarios personajes que han gobernado esta parte de México: Pedro María Navarrete. Los enfrentamientos se daban ahora entre bandos nacionales, el Coronel Clodomiro Cota, comandante en el Distrito Sur, pide ayuda al general Márquez de León que se encontraba en el centro del país quién llega con la intención de quitar del poder a Navarrete, provocándose con ello un enfrentamiento que condujo a la captura de varios liberales, entre ellos el padre de nuestro personaje, José Miguel Manríquez.


"El 11 de noviembre de 1866, don José Miguel fue confinado a la estrecha e insalubre celda de castigo, puesto al cuidado del cabo Crispín Sández, jefe del Resguardo del penal y uno de los más abyectos seguidores del imperialista Navarrete. El pequeño Lino de Jesús, enviado por su madre a llevarle alimentos a don José Miguel, acudió al medio día y fue testigo de cómo, con crueldad inaudita, Sández ordenó sacar de la celda a don José Miguel, para disponer en presencia del niño fuese azotado hasta sangrar y quedar desmayado de dolor".

"Tan horrible espectáculo hizo al niño acudir al cabo Sández para implorar piedad para su padre flagelado. En respuesta y como uno más de sus alardes sanguinarios, Sández expresó: ?Para qué quieres piedad para tu padre?, es un bandido malechor y esta tarde, a las cuatro en punto, será pasado por las armas en el paredón de La Ciénaga.


Abatido por el dolor, José Lino de Jesús vio cómo el malherido cuerpo de su padre era llevado de nuevo a la celda insalubre de castigo. Regresó a su casa para avisarle a su madre y se dispuso a lo que senalaría su ingreso a las páginas de la historia. Partió hacia el lugar indicado para la ejecución y una vez de nuevo ante el cabo Sández, propuso un insólito trato: ?Me da su palabra de hombre y de soldado de respetar la vida de mi padre si yo me ofrezco para que me fusilen a mi?

El trato fue contestado por el iracundo navarrista con un leve movimiento de su rostro inmutable. Y sin que dijera una sola palabra más, José Lino, de escasos once años, fue lanzado con una reata y arrastrado por entre los matorrales a la ciénaga y los choyales del área. Para dar muestras de mayor sadismo, Sández hizo conducir a presenciar el holocausto del niño, a todos los prisioneros, incluyendo al padre de la inocente víctima. Para corolario del despreciable asesinato, don José Miguel fue obligado a cabar la improvisada fosa donde fue depositado el frágil cuerpo del niño héroe, para ser después cubierto de piedras y tierra. Atardecía el 11 de noviembre de 1866

El lugar exacto del sepulcro se encuentra señalado a escasos metros de donde el fervor popular, aunado al tiempo, elevaría una modesta capilla para perpetuar el acto sublime de amor filial. Desde entonces miles de peregrinos acudieron domingo a domingo a depositar ofrendas florales, encender cirios y ofrendar figuras de oro y plata en pago de fervorosas promesas de los fieles que hubieron de adjudicarle infinidad de milagros. La tradición popular le llama desde entonces La Animita del Camino Real". (1)

Se dice que el lugar exacto se ubica en la acera norte de la calle 5 de Febrero, entre la Carretera a las Garzas y la calle Félix Ortega Aguilar.
. Fuente:
1.- La Animita del Camino Real. Recopilación de entrevistas en La Paz, El Triunfo y San Antonio, BCS, hechas por desconocido autor. Edición del desaparecido FONAPAS, en La Paz, BCS. 1979.

La conquista del aire por el hombre. El mural de O'Gorman en el Aeropuerto Benito Juárez

A pesar de que frente a este mural pasan todos los turistas que visitan la ciudad de México, son pocos, por no decir que ninguno, los que se dan cuenta de que existe allí una de las magnas obras del pintor y arquitecto mexicano Juan O'Gorman, pintura que retrata la Historia de la aviación con la particularidad que este artista imprime en sus obras. Como lo podrás notar son varios los paneles que conforman la pintura que tiene 16 metros de largo.


Pintada entre 1937 y 1938 fue luego develada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas como decoración principal del Aeropuerto Nacional, como se llamaba originalmente el aeropuerto de la ciudad de México, esto ocurrió en 1939. Luego sería nombrado como Puerto Aéreo Central y vuelto a inaugurar por Miguel Alemán Valdés a finales de la década de los cuarenta. Recordamos muchas películas en blanco y negro con escenas de lo que era esa terminal. Se dice que el mural era aun más grande y que las partes desaparecidas lo fueron hechas por cosa política ya que se retrataban a Hitler y Mussolini y, para evitar cualquier cosa relacionada al álgido momento de la II Guerra Mundial, se decidieron retirar. Surge la pregunta de cuál habrá sido la relación que O'Gorman encontró entre ellos dos y la aviación.



Un detalle que se vuelve por demás interesante es el que se observa en esta parte del mural abajo a la izquierda, donde aparece el príncipe poeta Netzahualcóyotl del cual se dice tuvo la inquietud de volar, desarrollando una muy primitiva máquina con cueros y carrizos y basándose en la estructura de las alas del murciélago. Encontramos que junto a él aparece Leonardo Da Vinci de quién sabemos desarrollo también una máquina para volar que fue experimento fallido.


"El 18 de mayo de 1784 José María Alfaro elevó el primer globo sobre territorio de la Nueva España; y el 6 de febrero de 1785 Antonio María Fernández, en Tlaxcala se convirtió en el primer mexicano que ascendió a bordo de un aeróstato. el 15 de septiembre de 1825 en ocasión del decimo quinto aniversario de la iniciación de la Guerra de Independencia, la familia Ibarr Ibar lanzó, en San Miguel Allende, un aparato impulsado por aire caliente, fue en 1863 que se elevó por la ciudad de México el Globo de Cantolla..."(1)


Ahora vemos una de esas fotografías que primero me fueron prohibidas tomar, ya que estaba dentro de la terminal aérea, muy vacía, por cierto, ya que Mexicana no está volando y era la que le daba vida a la Terminal 1, me atrajo mucho la silueta de los volcanes y quería capturar la escena. Ni hablar, pensé, me quedaré con las ganas, pero una vez sentado en mi lugar de la aeronave pude tomar esta fotografía que, "por motivos de seguridad" no se me permitió dentro. Entonces me pregunto si no es lo mismo que lo mesmo...


Ahora vemos esos particularísimos conos truncos que hay en rededor de lo que fuera en su momento lago y veamos unos cuantos detalles relacionados con el apasionante mundo de la aviación comercial. Mexicana de Aviación fue fundada en 1924, Aeronaves de México en 1934. Para 1947 existía una ruta directa a Europa, pero hacía varias escalas pues la aerolínea Guest Aerovías de México tocaba primero Miami, para luego continuar a Hamilton en la isla de las Bermudas; continuaba a Santa María en las islas Azores; seguía a Lisboa, Madrid, París y concluía esta en verdad extenuante ruta en Londres, la aerolínea, de bandera mexicana pertenecía a la Scandinavian Arilines, luego pasaría a propiedad de Aeroméxico.


Las otras empresas de aviación que existían en los treinta y cuarenta eran: Corporación Aeronáutica de Transportes; Líneas Aéreas Occidentales; Líneas Aéreas Mineras; Transportes Aéreos de Chiapas; Servicios Aéreos Panini; Aerovías Reforma y Aerolíneas Mexicanas. El primer vuelo internacional lo hizo Mexicana de Brownsville, Texas a la ciudad de México en 1929, un año antes la mítica Pan Am volava de Nogales a Tijuana. Para 1929 Transportes Aéreos Centoamericanos (TACA) volava desde San Salvador a México. American Airlines en 1942 tenía otra extenuante ruta que partía de Nueva York a Washington, Dallas, Monterrey para llegar a México y viceversa. KLM fue la primera línea europea en llegar a México, lo hizo en 1952 y en 1957 usaba el deslumbrante DC-8 en la ruta.


Ahora, sobrevolando la impresionante Ciudad Netzahualcóyotl, nos damos cuenta, una vez más, que en nuestro muy querido México cada cuadro, cada artista, cada rumbo, guarda una profunda y bella historia... Que curioso, ?no lo crees? que se llame precisamente Netzahualcóyotl la primera población que vemos luego de despegar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y haya sido, precisamente él, quien tuviera la primera idea de imitar a las aves...

viernes, 25 de marzo de 2011

Así lucían Los Cabos en la década de los ochenta del siglo XX

Increíble pero cierto, así lucía la playa en torno al Cerro Colorado a una docena de kilómetros de San José del Cabo, la toma es de 1985, en la actualidad se levanta allí el hotel Westin Regina.

En el mismo anio, 1985, esta era la vista que se tenía de la Bahía de San José del Cabo desde lo que se conoce como "el mirador", en la curva antes de llegar a Palmilla.

El crecimiento de pueblos y ciudades lo vemos por todo el país pero cuando hablamos de centros turísticos estamos usando palabras mayores, esto es debido a que se vuelve verdaderamente explosivo y notorio como en pocos años las imágenes de la ciudad cambian algunas veces para bien, otras para mal. Lo que vemos en la fotografía es la Marina de Cabo San Lucas en su trazo original, sobre la playa se ve el que fuera Hotel Hacienda el cual, por cierto, pocos años antes estaba bajo la operación de la cadena Camino Real. Al centro del lado izquierdo se ve la que fuera la empacadora de atún Pando y sobre las colinas destaca el edificio original del Hotel Finisterra.

Esta toma es en verdad impactante, algo que se antoja increíble. Es el Cerro Colorado, lugar en donde actualmente se levanta en Hotel Westin Regina, alcanzamos a ver el camino que con el tiempo se transformó en el acceso al hotel y detrás del Cerro Colorado del lado derecho se ve la Carretera Transpeninsular, la fotografía me atrevo a decir fue tomada en el mes de Septiembre debido a la cantidad de verde que hay en los otros cerros.

Una vista más de la Marina de Cabo San Lucas, esta es ligeramente más antigua. Si eres joven y naciste en Los Cabos, con esta fotografía te darás una idea de como fue originalmente en lugar, aunque, hablando de originalidades, la Marina fue construida en un proceso muy parecido al que se hizo en Puerto Los Cabos hace un par de años o el que actualmente se está haciendo en La Ribera: aprovechar las hondonadas para dragar y crear allí el puerto. Creo que esta toma es de las consideras históricas.

Sorprendente toma del antiguo Hotel Cabo San Lucas, mejor conocido como El Chileno. Detrás vemos la que fuera la pista de aterrizaje del propio hotel que en aquellos gloriosos tiempos solamente abría en los meses de invierno. Me llama mucho la atención el que no se note aun la Transpeninsular, tal vez esta toma sea aun más antigua de 1973, cuando se inauguró la carretera, pero, como quiera existía un camino entre San José del Cabo (a la derecha) y Cabo San Lucas (hacia la izquierda).

Ahora vemos la playa de Santa María, se nota al fondo otro de los legendarios hoteles de esa, digamos, "primera generación", el Twin Dolphin. En la actualidad toda esa parte árida que notamos en la fotografía se está convirtiendo en un Campo de Golf.

Y para concluir este pequeño álbum del recuerdo gráfico de Los Cabos tenemos una toma de la marina hecha desde lo que era el Hotel Hacienda, notamos algunos edificios blancos, eran los que pertenecían a la atunera de don Elías Pando. Si no conoces Los Cabos, cuando vengas notarás un panorama muy distinto, pues en las partes fotografiadas, especialmente en San Lucas, el crecimiento ha sido impresionante.



Nota: Todas las fotografías que aquí aparecen las he tomado de la Revista México Desconocido, edición de Octubre, 1985 y pertenecen a los señores Bob Schalkwijk y Sergio Zambrano.

De cuando los piratas atacaron San José del Cabo

Es indudable que una cosa te va llevando a la otra. Con esto lo que quiero decir es que, si te gustan las fotografías antiguas, lo más seguro es que tengas gran afición por la historia y si te gusta la historia, ella te va obligando a adentrarte en la genealogía y toda la trenza de ideas que se va generando te conduce a entender mejor lo que fue ese "pasado perfecto" del que menciono aquí, como sub título de El Bable. Ese encanto que algunas personas encuentran al buscar sus raíces, tratando de encontrar de dónde y cuándo llegaron sus más antiguos ascendentes, cosa que normalmente es complicadísima, en Baja California se vuelve algo accesible debido a que don Pablo L. Martínez se dio a la tarea de juntar en una sola obra el santo y la seña de todo aquel que vivió en la península a lo largo de los siglos XVIII y XIX.

Quienes son originarios de alguna de las poblaciones de Baja California Sur y Baja California, que ya no lleva el nombre de Norte pero que normalmente se me hace imposible evitarlo para referirme a la parte norte de la península, esos que nacieron por acá, tienen la gran fortuna de contar con una de las mejores fuentes documentales que hay en México: La Guía Familiar de Baja California 1700-1900. Publicación que compila el arduo trabajo que don Pablo L. Martínez (1898-1970) realizó para rescatar además de la historia de todas las actas de nacimiento, defunción y matrimonio en cada una de las poblaciones de la península de Baja California.

Don Pablo tuvo a bien rescatar del olvido los archivos parroquiales de los centros de población que había en la península cuando realizó esta acuciosa búsqueda, lo hizo desde Cabo San Lucas hasta Tijuana y logró darnos en un solo libro toda la genealogía documentada desde 1700 hasta 1900. Al consultar en ella las primeras familias que se establecieron en San José del Cabo encontramos algo que nos relata un episodio de cuando los piratas chilenos comandados por el inglés Cochrane, pretenden apoderarse de la Baja California. Si es la primera vez que oyes sobre este personaje, ahora entenderás el por qué una de las playas de Los Cabos lleva el nombre de "El Chileno".

"Habiendo visitado el muy reverendo padre Pedro González a ésta Misión de San José y no habiendo hallado libro de matrimonios, por la incursión de los piratas, mandó Su Paternidad que se formara de nuevo, poniéndose en el principio de él, el presente decreto e insertando las partidas que con antelación de 5 meses ocurrieron. Y para la constancia y debida formalidad lo firmé como secretario de la visita juntamente con otro prelado.- Fray Pedro González; Fray José Durán, maestro de Visita."

"Los piratas a que se refiere la nota anterior son los hombres de la armada de Lord Thomas de Cochrane, dos de cuyos barcos, el Araucano y el Yndependencia, bajo la bandera chilena, tomaron San José del Cabo bajo el pretexto de que la Baja California era todavía dominio español; y saquearon al pueblo, incluyendo la iglesia, en la que incineraron el archivo. Esto sucedió en febrero de 1822. De los registros que actualmente existen en la iglesia local se pudo obtener mucho y valioso material, aunque alguna parte de los asientos, mayor de la que fuera de desearse, está ilegible o faltan hojas o están rotas". (1)


Fuente:

Martínez, Pablo Leocadio. Guía Familiar de Baja California 1700-1900. Vital Statistics of Lower California. Editorial Baja California. México, 1965. (Reeditado por la SRE en 2000)

Los dibujos del padre Tirsch sobre Baja California

Durante los trescientos largos años que fue el periodo colonial en México la visita de extranjeros, de aquellos venidos de otros lugares que no fueran la Vieja España no eran posibles, pues se pensaba que aquellos que no fueran súbitos de la Corona Española vendrían a la Nueva España para dar cuenta de sus riquezas, pasar la información a sus gobernadores y luego ser víctimas de una invasión, sin embargo al adentrarnos en la historia de la evangelización, consecuentemente del poblamiento de la California notamos la presencia, a lo largo del siglo XVIII, de la presencia de personajes, la mayoría de ellos de la orden Jesuita, venidos de lo que ahora se denomina la Europa del Este: Croacia, República Checa, Eslovaquia... el dibujo que vemos fue hecho en la Baja California, quizá en Santiago, por el padre Ignaz Tirsch, entre 1762-1767. Uno de los dibujos más antiguos que retratan la vida cotidiana en San José del Cabo lo tenemos gracias a la habilidad del padre Tirsh, es el que estamos viendo ahora. " Ignacio Tirsch nació en la ciudad de Comotau, en Bohemia, en 1733. En 1754, o sea a los veintiún años de edad, ingresó en la Compañía de Jesús. Algún tiempo después, trasladándose a Cádiz, se embarcó allí con rumbo a Veracruz para concluir sus estudios en la Nueva España, a donde había sido destinado por sus superiores como futuro misionero en las apartadas regiones del noroeste mexicano. Tirsch que pronto comenzó a ser conocido con la versión castellana de su nombre como "el padre Ignacio", pasó algunos años en el Colegio Máximo de los Jesuitas. Allí y también más tarde en el Colegio del Espíritu Santo, en Puebla, dio remate a sus estudios y se familiarizó a la vez con la vida y costumbres novohispanas". (1) Lo que ahora vemos es el dibujo del padre Tirsch en donde retrata la vida cotidiana de Santiago de los Coras, población en el actual municipio de Los Cabos. "A mediados del verano de 1761 el padre Ignacio, en compañía de otro jesuita, oriundo también de Bohemia, que llegaría a ser célebre explorador del norte de la Baja California, Wenceslao Linck, emprendió la marcha hacia Sinaloa y Sonora, donde pudo visitar varias de las misiones establecidas por sus hermanos de orden religiosa. Algo más tarde, en 1762, después de una breve travesía, llegó al puerto y presidio de Loreto, capital entonces de California. Al parecer su destino permanente en la península, durante los cinco años de su estancia en ella, fue la Misión de Santiago en la región meridional. Como lo notó él mismo en el texto que puso a una de sus pinturas, allí laboró entre los nativos e incluso edificó una nueva iglesia, ya que la más antigua había sido destruida durante la gran rebelión indígena entre los años de 1734 y 1738". (2) Sobre esa rebelión indígena habíamos visto, hace poco, como fue que se dieron las ejecuciones de los padres Carranco y Tamaral, lo que hoy nos ocupa, la vida y, sobre todo el legado del padre Tirsch es en verdad sorprendente pues no fue hasta que en 1970, al imprimirse un calendario en donde aparecían algunas de las pinturas hechas en Baja California, se supo de la existencia de las mismas, se encontraban depositadas en la Biblioteca Estatal de Praga, un total de 47 trabajos, cuarenta de ellos en un formato de 49.5 x 32.5 cms, las otras siete de 34.5 x 20.5 . De ese total de 47, 39 son sobre la vida cotidiana en California, especialmente la flora y la fauna, y solo 8 reflejan escenas de la vida diaria en la ciudad de México. En la actualidad no hay un solo trabajo que nos hable de la historia antigua de las Californias, que no incluya la obra del padre Tirsch, el cual fue, por cierto, quién recibió en las Californias la de la expulsión de su orden de los territorios de Ultramar de la Corona Española. Esta que se denominó La Pragmática Sanción de 1767 decretada por Carlos III se dio a conocer en Madrid el 2 de abril de ese año, 1767; en la ciudad de México, se notificó en el Templo de la Profesa el 25 de junio; y fue el recién nombrado Gobernador de las Californias, Gaspar de Portolá y Rovira (1716-1786) quién trajo la noticia, desembarcando en San José del Cabo el 30 de noviembre de 1767. Para el 4 de febrero del siguiente año, los 14 jesuitas asentados en California parten rumbo a Veracruz para de allí continuar a Génova, en Italia. Por ley los jesuitas debían salir solo con lo que tenían puesto, todos sus bienes fueron confiscados por la Corona Española, dentro del contingente jesuita que se fue agrupando en Veracruz que venía de todos los sitios en la Nueva España en donde los Jesuitas se habían asentado llegaron dos que llevaban conciente o inconscientemente documentos por demás invaluables para la historia de México: Francisco Xavier Clavijero que pocos años después en Bolonia, Italia, escribiría su Historia de México y el padre Ignacio Tirsch que, escondidos en su hábito, llevaba los dibujos que ahora nos permiten ver las escenas de la cotidianidad californiana en el siglo XVIII. Anotamos un punto más que debemos incluir en la abundante historia del Municipio de Los Cabos: la entrada de la mala noticia para los jesuitas asentados en las Californias llegó, precisamente por San José del Cabo el 30 de noviembre de 1767. "Ignacio Tirsch, otro jesuita checo, llega a la Baja California, al ser expulsado de México su orden, lleva consigo a Praga un cuaderno de dibujos en los que refleja la arquitectura, la gente, y la naturaleza de los lugares donde vivió y que visitó. A juzgar por sus comentarios, también fue arquitecto. Según sus dibujos, se ve que trataba de implantar los modelos europeos en la Baja California. Por otra parte, sus ilustraciones son un testimonio valioso de la vida y la naturaleza en la dicha península". (3)

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Fuentes:

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1 y 2.- León-Portilla, Miguel. Las pinturas del bohemio Ignaz Tirsch sobre México y California en el siglo XVIII. Ejournal. Revista Electrónica del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.

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3.- Stepánek, Pavel. Tesoros Mexicanos en Checoslovaquia. Revista México Desconocido, Num. 75, Febrero, 1983.

Fotografías antiguas de momentos insólitos en diferentes lugares de México y Baja California.

Es indudable que a todos aquellos, los que gustamos de la Historia, nos sintamos atraídos por las fotografías antiguas. Esta atracción sucede, principalmente, hacia los lugares de donde somos originarios o los que conocemos, así podemos dar cuenta del crecimiento físico de la población y del cambio de las costumbres. La escena que ahora vemos viene de finales del siglo XIX, cuando se estableció la mojonera que marca el límite de los territorios mexicano y estadounidense. Este es el mojón número 258, el último, considerando que el primero está en el rumbo de las playas de Bagdad en Matamoros, Tamaulipas, aquí estamos en Tijuana, cuando aun no se llamaba así, sino era la incipiente colonia Zaragoza. En la actualidad, a pocos metros de allí es donde la plaza de toros se levanta.


Ahora nos vamos al sur de la península de Baja California, a un pueblo minero llamado Real de San Antonio, en las cercanías de El Triunfo, lugar que fue la capital del territorio a mediados del siglo XIX y que fue la población más numerosa de toda la zona en aquellos tiempos y lo que vemos son los contenedores de cianuro, es decir, veneno puro. De todo esto, hasta donde buenamente tengo entendido, no queda nada, unos japoneses que pagaron al Gobierno mexicano, se llevaron todo lo que había de fierro en los años treinta del siglo XX. La fotografía viene del libro de J.R. Southworth, Baja California Ilustrada. Otra vez nos vamos al norte de la Baja California, a la llamada "Cenicienta", Ensenada en donde hubo, en alguna época (desconozco si aun las hay) salinas, y aquí vemos como eran transportado el producto la fotografía viene del archivo histórico de la Universidad de San Diego.



Ahora estamos en la ciudad de México, en plena ebullición del fervor patrio propio del Centenario de 1910, una recreación de lo que se consideraba una escena netamente azteca, según los patrones de la época. La fotografía viene del catálogo de la exposición fotográfica que una vez hubo en el Museo Nacional de Arte, al parecer de autor desconocido. Pero recordemos que en la época Porfiriana las fotografías artísticas eran postales para saludar a los amigos en fechas especiales, en este caso los 100 años de la Independencia.


Y otra vez nos vamos a Tijuana en donde comprobamos la antiguedad de la idea de disfrazar a los burros de cebras... eso solo puede pasar en Tijuana. Estamos en la que fue durante muchos años la más popular calle de la ciudad fronteriza, la Avenida Revolución, mejor conocida como la Revo. Por los autos presumo que es de los años treinta del siglo XX.



De vuelta en la fascinante ciudad de México, años cuarenta, tal vez, cuando estaba en construcción el Hotel del Prado, ese donde estaba la monumental obra de Diego Rivera "Un Domingo en la Alameda", este edificio fue uno de los tantos que colapsaron cuando el terremoto de 1985, en la actualidad ni su recuerdo queda, y el mural de Rivera fue trasladado a un digno recinto frente a lo que luego se denominó Plaza de la Solidaridad.



Seguimos en la ciudad de México, año de 1957, otro temblor, este se hizo célebre debido a que, entre los daños causados el que sin duda más sorprendió fue la caída del Ángel de la Independencia, aquí podemos notar la dimensión que tiene el ángel comparándola con la escala humana.


Uno de los tantos accidentes que las aeronaves nacionales sufrieron, no siempre documentados para evitar el pánico entre los viajeros, fue este sucedido en 1960 en el cerro del Tepozmayo, municipio de Juchitepec, Estado de México; en el siniestro murieron 13 personas, entre ellas el capitán Rebollo.



En el siniestro de Tepozomayo fue un avión de la Compañía Mexicana de Aviación el que sufrió el fatal incidente, al parecer se trataba de un DC-3. Las fotografías vienen del Heraldo de Aguascalientes, edición del 15 de septiembre de 1960.



De nuevo estamos en la zona minera de El Triunfo y Real de San Antonio en la Baja California Sur, la fotografía viene de un catálogo elaborado por el INAH en los años setenta del pasado siglo, de esta construcción no tengo idea si aun sigue en pie, por su particular forma lo recordaría bien, y no me viene a la memoria haberla visto en mis incursiones al fascinante pueblo de El Triunfo, el cual, sí te gusta leer El Bable, en El Triunfo llegarás, practicamente, al paroxismo.


Y para finalizar este viaje por el tiempo, nos vamos a un monumento emblemático, a un momento importantísimo, por lo tanto olvidado de la memoria colectiva, como, por desgracia, suele suceder en nuestro país. Estamos viendo el monumento al águila, en un estilo por demás vanguardista para 1983, cuando fue inaugurada la carretera transpeninsular, la que va de Cabo San Lucas a Tijuana. El monumento se levanta en el paralelo 28 que es donde se dividen los estados norte y sur de la Baja California, a fecha, 2 de diciembre de 1983, justo luego del Informe de Gobierno, creo el tercero, de Luis Echeverría Álvarez, consecuentemente la carretera oficialmente se llama Benito Juárez, pero se le conoce mejor como Transpeninsular.